Capítulo 48

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Taehyung se besaba con Kai, justo frente al gran portón de entrada a la casa.

No era un beso forzado, Tae también sostenía el cuerpo del otro, se aferraba a él de los brazos y jalaba sus cabellos, mordía y chupaba los labios de Kai como tal vez nunca lo había hecho conmigo, con tanta desesperación. Por un momento pensé en ir y golpear al estúpido ese como lo merecía, mi mandíbula y puños se tensaron. Pero me detuve después de dar unos pasos a ellos, y toda la fuerza que tenía en mí, la furia se convirtió en algo más fuerte, más pesado. Me sentí débil. Mi pecho dolía con cada respiración como si el oxígeno fueran pequeños cristales afilados, mi corazón se sintió lento por un momento y fue todo lo que escuché, las risas de las personas, la música y los gritos pasaron a segundo plano, dejándome solo con el dolor y el picor de mis ojos mientras el tiempo pasaba tres veces más lento. Mientras miraba el deseo en los labios que amaba besar.

Taehyung se separó de Kai con los labios rojos y brillantes, situó su mirada en el chico frente a él por un segundo, luego sus ojos recorrieron el lugar tras de Kai, asentándose de golpe en los míos. Apreté los labios con fuerza tratando de no sentir, intentando no demostrar lo jodidamente mucho que dolía. No tenía por qué dolerme, no quería esto, nunca lo quise. Él se separó aún más de Kai mirándome con miedo y curiosidad, con esos ojitos negros tras los estúpidos lentes cuadrados que ahora adoraba. Entonces, dos voces surgieron en mi mente.

~Largate de aquí, espero realmente que ese Idiota bese mejor que nosotros como parece, por qué ahora el Imbécil de Taehyung es todo lo que va a tener. Ah, y que lo lleve a casa también.~

~ Intenta hablar con Taehyung, él no te haría daño. No quieres perderlo. Aparte, no puedes dejar que ese Idiota te lo quite.~

Respiré y devolví la vista a los ojos cafés que aún se mantenían en mí. Y me di cuenta que a la única voz que quería hacerle caso es a la segunda. Caminé con la cabeza en alto y llegué junto a ambos.

— Nos tenemos que ir, ahora. —tome la mano de Taehyung y la jalé. Kai tomó la otra y le lancé una mirada asesina— No nos hagas perder más el tiempo, es hora de que lo lleve a su casa, tú no puedes, eres anfitrión de la fiesta. Suéltalo. —Kai pareció pensarlo por un minuto y luego lo soltó. Respiré con alivio.

— Ve con cuidado Tae —dijo y posó sus labios en la cabeza de Taehyung, lo miré amenazante, aunque él no me dirigió la mirada.

En cuanto acabo de poner sus asquerosos labios de el pelo de Tae, jalé la mano de este con pasó rápido hasta mi coche fuera de la casa, donde un empleado me esperába con las llaves. Se las quité de las manos y abrí la puerta del copiloto, donde metí a Taehyung cerrandola después de dejar el cuerpo del castaño en el asiento. Caminé alrededor del auto y subí en el lugar del conductor.

— Jungkook...

— Shht, no quiero oírte ahora. —lo callé con voz baja y arranque el auto, aceleré por el oscuro camino entre árboles. Taehyung se aferró al asiento asustado.

— Jungkook, detén el auto, vas muy rápido. —habló asustado.

— No me interesa. —cómo si fuera estúpido como para chocar.

— ¡Que detengas el auto Jungkook! —demandó enojado, lo miré por el rabillo del ojo y bufé, siendo sincero, me sorprendió verlo de esa forma. Me orillé en la carretera junto a los altos árboles, casi no pasaban autos debido a la hora, estaba solitario. Miré al frente, sentía el pulso acelerado y fuego quemar mi pecho, estrujónes en mi estómago— ¿Acaso quieres matarnos?

— Sé conducir —le contesté al castaño sin dirigirle la mirada.

— Es peligroso, ¿Qué te pasa? —habló y me volteó a ver como si estuviera loco.

— ¿Que qué me pasa? ¿Quieres saber que me pasa? ¡Qué te estabas besando con Kai como si lo desearas más que a nada en el mundo! Eso es lo que me pasa, ¿Qué te pasa a tí? —le contesté alterado sin poder contenerme. Todavía se atreve a preguntar.

— ¿De qué hablas Jeon? —al contrario de mí, su voz se mantenía a un nivel normal— Tú has dicho que podemos besarnos con cualquiera, la única regla es no decirle a nadie —susurró timido. ¿Me estaba jodiendo? ¿En serio? ¡Carajo! ¡De cuando a acá le interesaba la libertad para besarse con cualquiera! Sentía mi cabeza marear por la frustración.

— ¿Ah, sí? Pues resulta que ahora quiero ponerle más pautas al trato ¡Exclusividad! —grité sentía mi cuerpo caliente y cómo deseaba golpear algo, desquitarme con alguien. Pero no podía enojarme más cuando el me miraba de esa forma, tan tranquilo mientras alzaba una ceja en confusión a mi dirección— ¡Sí, eso es! —volteé a verlo con una sonrisa en mis labios— Serás solo mío, no puedes besarte con nadie más...

— Ya habíamos hablado de eso, me parece injusto que solo yo tenga que... —pusé una mano en sus labios.

— Seré sólo tuyo, serás el único... —sus ojos se abrieron el triple y sentí como sus labios se aflojaban tras mi mano— ven aquí, lindo.

Lo tomé de la cintura y jalé mi asiento hacia atrás para hacer espacio. Con algo de dificultad logré hacerlo subir a mi regazo. Quedó contra el volante y yo, el espacio reducido nos hacía respirar el mismo aliento, toda mi piel se erizó, lo extrañaba tanto, mierda, una semana entera sin él y podía jurar que es lo máximo que podía aguantar. Tomé sus mejillas y acerqué su cabeza a mí, besé la punta de su nariz.

— No besarás a nadie, no besaré a nadie, no tendrás nada con alguien, yo tampoco, solo podrás tocarme y abrazarme a mí, seré exclusivo a tí y tú serás solo mío —hablé quedo cerca de sus labios, rozando los unos con los otros. El brillo de sus ojos que contrastaba con la luna se hizo más fuerte y un sonrojo se alzó en sus mejillas— ¿Aceptas?

Trago saliva y río nervioso, una risita que revolvió por completo mi estómago y aplastó mi pecho, que hizo vibrar mi columna vertebral y encender electricidad en mi nuca, sus manos temblaron sobre mí pecho y asintió suavemente. Sonreí sintiéndome feliz, olvidando todo lo que acababa de pasar hacía unos minutos. Por qué aunque besó a Kai había aceptado besarme solo a mí, me había escogido sobre él, y eso hacía incendiar mi corazón. Besé con suavidad sus labios, el siguió el ritmo con tranquilidad.

Pero ambos estábamos ansiosos del uno por el otro, no nos podíamos engañar, nos necesitábamos, y estar en abstinencia por una semana completa después de estar juntos al menos tres veces por semana nos había causado todo esto, por lo que el lento beso no duró más de cinco minutos, aunque me encantaba como su boca rozaba con paciencia la mía y su lengua se pasaba por la mía sin prisa, necesitaba sentirlo mío, necesitaba saber que me deseaba tanto como yo a él.

Acerqué su cuerpo al mío con mis manos sobre su cintura, creando una ligera fricción entre nuestras entrepiernas, él gimió en mi boca y yo devolví el gesto al escucharlo, es que Dios, había echado de menos tanto sus lindas expresiones. Bajé mis manos hasta sus piernas y acaricie poniendo presión en ellas, él pasó sus manos bajo mi camisa y recorrió cada línea de mi abdomen con dedicación, jadeé en sus labios.

— Mío —susurró.

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Doble, ¿Por qué no?, Espero les agrade el capítulo, descansen mucho, Yupiii, fin de semana oh yeah, y voy a ver qué flores quiero para mi tumba por qué las siguientes semanas empiezan proyectos, oh shit. ): 💔

Casi no estaré con ustedes mis pequeños amores D': Igual, intentaré dar lo mejor de mí para publicar al menos dos o tres capítulos por semana, gracias por continuar aquí, muchas, muchas gracias ❤️

Feliz fin de semana! ❤️

~faltas de ortografía y redacción serán corregidos, gracias ❤️~

La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora