Me devolvió el beso. Mis labios se deslizaban suavemente sobre los suyos, podía sentir cada tejido de ellos, cada línea que los formaba, sentir su sabor en mi lengua, pasé está por su labio inferior pidiendo permiso para entrar a su cálida boca el cual no me negó. Sus labios se entreabrieron dejando salir un jadeo de ellos, dejandome sentir su aliento contra mi durante un segundo, el roce de nuestras narices era leve, sentía el marco de sus anteojos chocando levemente contra mi piel. Asalte su boca con mi lengua, movimiendola suavemente sobre la suya, explorando cada parte como nunca lo hubiese hecho, quería recordarle cada segundo, cada día, y si pudiera tatuaría cada parte en todo mi cuerpo, no quería olvidar. No quería olvidar sus nerviosos jadeos y gemidos, sus inexpertas manos en mi espalda, y es que cada toque despertaba corrientes eléctricas en todo mi ser. Me separé de él unos pequeños centímetros cuando nuestras respiraciones ya no eran suficientes, nuestros ojos cruzaron miradas, empujandome a un lago sin fondo de irrealidad, me ahogaba en él; me encantaba ahogarme en él. Acaricie una de sus mejillas y mi mirada bajo a su boca humeda y rojiza, recordándome a las fresas, justo su delicioso olor.
Sentí como si dos mundos se estrellasen, para juntar uno solo. Sabor, olor, tacto, sonidos, visión.
Y quería más. Porque quería probar lo que nadie más podría probar, lo que no quería que nadie más probara, con él podría ser diez veces más egoísta de lo que era. Y no me da vergüenza decirlo. Solo mío.
Con mis manos sobre su cintura lo guíe hasta llegar a su escritorio donde tire papeles y libros al piso para cargarlo y sentarlo en el, me coloqué entre sus piernas y volví a besarlo, y si me preguntaran, podría besarlo durante una eternidad sin parar, con tal de no dejarlo ir, de que fuera mío toda esa eternidad y las siguientes.
Bajé mis labios a su cuello y clavículas donde pasé mi lengua y chupe, podía sentir como se aceleraba su respiración y luchaba por aire, sus dedos encajandos en mi espalda y sus piernas tensadas. Acaricié con mis manos su cuerpo mientras lamía su cuello, solo podía escuchar sus casi inaudibles susurros y jadeos, así como el chasqueo de mi boca contra su piel. Estaba ardiendo en necesidad. Necesidad de darle todo lo que pudiera, todo lo que merecía.
Me enderece sobre él y bese su mandíbula, guiando un camino hasta su oído.
— Me encantan tus jadeos, Taehyung, —bajé mi mano hasta su entrepierna y acaricie su erecto miembro, masturbando lentamente— quiero que gimas mi nombre, dios, deseo que lo grites. —él solo gimió temblorosamente y llevo una de sus manos a mi cabello para jalarlo delicadamente, enrrollado sus piernas alrededor de mis caderas. No solo yo lo necesitaba. Pero tenía exactamente 15 minutos para salir de aquí y llegar a tiempo con Youngjae.
Fingí embestidas contra su entrepierna logrando que sus gemidos fueran más fuertes y sus dedos jalasen con fuerza mis cabellos, posó su cabeza en el espacio entre mi cabeza y cuello, provocandome cosquillas en esta parte con su aliento desesperado. Me dolía la presión en mi ropa interior, joder.
— Jungkook —susurró como una súplica. Y eso me perdió.
Me separé de él y desabroché la bragueta de aquellos jeans negros que me encantaban, los baje junto a sus boxers hasta sacarlos por completo llevandome sus zapatos también, me erguí y empezé a masturbarlo mientras besaba sus dulces labios, ahora con fuerza. Él gemía ahogadamente sin parar y nuestras lenguas comenzaban una extasiante guerra humeda, nuestros dientes chocaban en la batalla y un pequeño hilo de saliva corria por el inicio de sus labios, me abrazaba contra él con fuerza, y yo me sentía en el cielo.
De un momento a otro me inque hasta quedar a la altura de su miembro húmedo por la salida de presemen. Miré hacia arriba, su rostro tenía una pequeña capa de sudor, sus anteojos estaban chuecos y mantenía el ceño fruncido en confusión y su boca abierta. Sonreí desde mi posición.
Soplé suavemente su pene, el gimió y los dedos de sus pies se encogieron al tiempo que su estómago y piernas se tensaban — No... Jungkook, no hagas... No —intentó detenerme poniendo sus manos sobre mis hombros y luego en mis cabellos, pero lo ignoré, lamí desde la basé hasta su glande, donde chupé como si fuese una paleta — ahm, Jungkook, ah, mmgh —gimió apretando con más fuerza mis cabellos y jalandolos en desesperación, rindiendose al placer. Aunque mi miembro estuviera ardiendo de dolor quería acabar con él, ver como perdía el control, sus expresiones llegando al orgasmo, tan solo necesitaba eso.
Comencé con vaivenes lentos, subiendo y bajando, jugando con mi lengua sobre su suave y delicada piel, con mis manos masturbaba lo que no cabía en mi boca, saqué su miembro de ella acompañado de un hilo de saliva y recorrí las suaves venas que se marcaban con mi lengua. Con mis manos acerqué sus caderas a la orilla del escritorio cambiando el ángulo, logrando penetrar con uno de mis dedos humedecidos su entrada al mismo tiempo que introducía su polla en mi boca; embestí lentamente su entrada buscando su punto dulce hasta sentir cómo un espasmo recorría su columna vertebral y gemía alto. Introduje otro dedo y embestí rápido mientras hacía mi succión más fuerte.
— ¡Jungkook aahm! —gritó en un gemido cortado por su respiración, espasmos comenzaban a envolver su sudoroso cuerpo mientras mordía sensualmente sus labios, abrió sus ojos cruzando miradas conmigo y abrió su boca en "o", arqueó su espalda apoyando sus manos en la mesa —Ju-jungkoo-ok, mmmmh, ¡Jungkook! —gritó.
Mi nombre se escuchaba tan bien en sus labios, en su voz, precioso. Era tan malditamente hermoso, como un muñeco de porcelana con sus mejillas rosas y frente perlada de sudor. Y solo yo lo provoque, solo había gritado y gemido mi nombre. Mi nombre.
Se corrió en mi boca, llenandola con aquella sustancia blanca, espesa y tibia. Me paré frente a él y tome ambos lados de su rostro, acercándome y besando sus labios, presionando fuerte obligandolo a abrir los suyos y darle a probar su propia escencia, nos fundimos en un beso con sabor a él, tan húmedo y caliente. Era demasiado para ambos, sus piernas temblaban y su pecho aún cubierto por una camisa negra subía y bajaba rápidamente, gemidos de satisfacción salían de sus labios mientras probaba de mi boca su calido semen.
— Mmmm, Jungkook —susurró bajo cuando nuestros labios se separaron por un hilo blanco transparentoso.
— Me tengo que ir —dije una vez estuvimos separados por un poco más de centímetros, y su respiración fuera más calmada, su ceño se frunció suavemente en confusión. Acomodé sus anteojos chuecos.
— ¿T-tú n-no q-quieres...?
— No, tengo que salir, tal vez, luego me lo recompenses —sus ojos bajaron con pena y otra cosa que no pude identificar a sus piernas desnudas e intento cubrirlas con su camisa. Aún tenía vergüenza, no puede ser. Reí bajo y di un toquecito en su barbilla alzando su vista a mis ojos— Nos vemos, lindo.
Posé mis labios en un corto beso y me giré en dirección a la puerta de su habitación, abrí esta y salí de la habitación mirando a Taehyung cubriendo torpemente sus piernas con su camisa mordiendo sus rojos y brillantes labios.
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.Caminé hasta donde se encontraba la bola de idiotas con los que iría al billar; seguian ahí, sentados en el pasto riendo y bromeando. Caminaba a unos cuantos metros de ellos.
— No lo puedo creer, recuérdenme nunca volver a apostar en su contra —rió Jackson pasándole un montoncito de billetes a Bambam.
— Era obvio, conoces a Jimin.
— Yoongi parecía hetero. —se alzó de hombros.
— Jimin siempre hace dudar de tu sexualidad. —Jimin río aventandole un envase de galletas después de torcer los ojos.
— ¿Y dónde está Youngjae? —pregunté al llegar y sentarme junto a ellos.
— No tarda en llegar, ya mandó un mensaje, ¿Dónde estabas tú?
— Jugando con alguien. —encogí mis hombros.
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.Su regalito navideño xdxdxd❤️
Espero les guste, gracias por su apoyo!❤️
Nos leemos en el siguiente, lo subiré en unos 30 minutos, esperenlo ;3 ❤️Sus votos y comentarios son mi inspiración, esperanza, todo❤️
~faltas de ortografía y gramática serán corregidos, gracias~
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La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)
FanfictionJeon Jungkook un universitario millonario y engreído que nunca se a esforzado para conseguir algo. Kim Taehyung un universitario que vive en la zona rural, cada cosa que tiene le ha costado gotas de sangre, sudor y lágrimas juntado con esfuerzo. De...