Taehyung
La puerta del almacén se abrió y las luces fueron encendidas.
Abrí mis llorosos ojos por la sorpresa y mire a Jungkook con labios brillosos y rojos, cabello húmedo y ojos sorprendidos frente a mí. Dios no, por favor, ¡¿Qué iba a hacer?! Me llevarían a la cárcel, ¿Cómo rayos se supone que saldría de esta? Jungkook llevó su dedo índice a sus labios con una sonrisa divertida. ¡¿Cómo podía estar tan feliz?! ¿Qué le sucede? ¡Podríamos ir a la cárcel! Posé ambas manos en mi boca para acallar mis respiraciones agitadas y gemidos, Jungkook seguía dentro de mí, mis piernas temblaban alrededor de sus caderas mientras me acorralaba contra la pared, estaba tan excitado, pero al mismo tiempo los nervios se apoderaban de mí. La chica del otro lado del estante seguía hablando por teléfono, tal vez, si no hacíamos ruido, ella no nos vería.
Intenté calmar mi respiración posando mi cabeza en su hombro y mis manos contra su pecho, escuché su corazón palpitando rápidamente bajo su piel. Cerré los ojos y tragué saliva, apreté los labios con fuerza, el grande miembro de Jungkook rozaba contra aquel punto que me hacía delirar. Él besó con delicadeza mi cabello y bajo hasta mi oído.
- ¿De quién eres? -susurró, su aliento caliente chocó en mi piel erizando cada vello de mí cuerpo ¿Qué? Volvió a empujar sus caderas profundo en mí suavemente sin aviso alguno, abrí la boca por la falta de aire y me aferré a sus brazos.
- Ju-jungkook, basta, n-nos pueden... Ahh -hundí mi cara en su camisa, se movía tan bien- p-para... -susurré.
- Dime de quién eres, no hagas ruido bebé -murmuró aún más bajo contra mi cuello. Se movía lentamente entre mis piernas, cada estocada más profunda; el aliento que había recuperado se volvió a perder en mis pulmones, cerré los ojos otra vez. Lo necesitaba tanto. Quería más, más de él.
- T-tuyo, s-soy tuyo -hablé bajo contra su pecho, el cosquilleo en mi vientre comenzaba a envolverme, mis piernas se tensionaban alrededor de él al igual que mis brazos. Una de sus manos subió a mí rostro y me obligo a mirarlo a los ojos.
- Dilo otra vez -su voz era baja y ronca; sexy, sus oscurecidos ojos me miraban con deseo, ansiedad, un lindo brillo que me hacía olvidarlo todo, que estábamos en un lugar público y una mujer se separaba de nosotros por un estante, olvidé todo, excepto a él, a los deliciosos movimientos que creaba en mi interior.
- Tuyo -repetí apenas con aliento mirando sus ojos. Gruñó y sus movimientos fueron más fuertes pero igual de lentos. Me desborde en sus brazos, enterrando mis dedos en los músculos de su espalda mientras él enterraba los suyos en mis piernas, estaba llegando también. Mis pies se enrrollaron dentro de mis zapatos, me corrí llenando mi camisa del líquido espeso y blanco al igual que la sudadera de Jungkook, jadeé- Jungkook.
Sentí como su caliente escencia llenaba mi interior mientras gemía contra mi cuello, respiramos pesado, besó mi frente suavemente, bajo a la punta de mí nariz y terminó en mis labios, posó su cabeza en mi cuello, susurro algo que no fuí capaz de escuchar por el placer que seguía recorriendo mi cuerpo...
- ¡Madre Santísima! ¡¿Qué es todo esto?! -Dios mío, no, no, no.
- Mierda -susurró Jungkook levantando su cabeza de mí hombro. Bajo mis piernas de sus caderas - eres muy ruidoso bebé -continuo mostrándome una sonrisa pícara mientras acomodaba sus pantalones- mira que desastre hiciste -menciono mirando su sudadera. Levanté las cejas abriendo los ojos el doble.
- Si tú no hubieras... -comencé a susurrar rápidamente, él se quitó la sudadera y me la tendió. Mis mejillas hervían y mis ojos comenzaban a humedecerse.
- ¡¿Qué creen que es ésto?! ¡¿Un hotel?! ¡Llamaré al gerente...!
- Cúbrete -se giró a la chica con uniforme del centro comercial, mis mejillas estaban ardiendo, esto estaba muy mal, muy mal. Mi trasero sentía la humedad de Jungkook, era incómodo, ¡Dios, por que hice esto! Me incliné tomando mis pantalones y ropa interior del piso; me lo comencé a poner tras de Jungkook. Podía jurar que es la cosa más vergonzosa que me ha podido pasar en la vida entera- Podría ir a decirle al estúpido gerente que le dió el turno nocturno y no ganar nada a cambio más que un regañó por no supervisar la zona ó,-escuche a Jungkook hablar con la tipa de enfrente, aparte de ir a la cárcel por corromper espacios públicos, iríamos por intento de manipulación, genial, era perfecto- bien puede guardar silencio y salir con el doble del sueldo que gana en un mes en sus manos, ¿Qué decide? No pierde nada, nosotros no perdemos nada e incluso, salimos ganando los 3, ¿No es bueno?
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La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)
FanfictionJeon Jungkook un universitario millonario y engreído que nunca se a esforzado para conseguir algo. Kim Taehyung un universitario que vive en la zona rural, cada cosa que tiene le ha costado gotas de sangre, sudor y lágrimas juntado con esfuerzo. De...