Capítulo 36

27.8K 2.8K 1K
                                    

— Me encantas —dije y me acerqué a sus labios tomando su mentón nuevamente, posé un beso en ellos mordiendo levemente y me levanté de la mesa— Vamos, te llevo a tu casa.

Al momento en que me levanté de la mesa comencé a caminar hacia las escaleras eléctricas unas tiendas más allá de la heladería, doblando a la izquierda. Cuando estaba a una tienda de llegar a las escaleras mire tras de mí, Taehyung no estaba donde creí que estaría, oh dios es tan lento. Me giré por completo buscando con la mirada al castaño, pero no ví nada.

Fue justo cuando regrese la vista a un lado de mí cuando lo ví, incado, frente a un tipo idiota que sostenía sus hombros... Mierda, lo dejo de mirar por dos minutos y pasa esto ¡Parecía que se la estaba mamando! Ni siquiera yo lo había tenido así frente a mí, ¿Cómo carajos? Sin darme cuenta ya había caminado hasta un lado de ambos con brazos cruzados. Taehyung intentaba reincorporarse mientras el chico frente a él lo sostenia de los brazos. No era posible que me hiciera sentir tanto en menos de una hora. Estaba fantaseando con asesinar al imbécil ese que miraba con una sonrisa apenada mientras se atrevía a acomodar los lentes desplazados por el puente de la nariz de MI TaeTae.

— ¿Estas bien? —Taehyung asintió tomando la ayuda del otro— esto, soy algo torpe, me llamo Mark Lee y ¿Tú er...? —intentaba hacer contacto visual con Taehyung quién apenas se levantaba recuperando el equilibrio.

— Soy Jeon Jungkook y él es mío —tomé el brazo de Taehyung con fuerza y lo jalé a mi lado amenazando con la mirada al niño que me veía impactado. Caminé casi al instante alejándonos de él, Taehyung dando tropezones por lo rápido que iba con él de la mano— Mierda, no puedo creerlo, ¡Es justo de lo que acabamos de hablar Taehyung!

— P-perdón, perdón, chocamos, es qué te intentaba seguir el paso y se atravesó y me caí, entonces yo... —miré una puerta gris escondida tras unas escaleras en diagonal a nosotros. Desvíe nuestra dirección de las escaleras eléctricas y fuí hasta la puerta con los balbuceos de Taehyung tras de mí.

La puerta estaba abierta, por lo que solo empuje a Taehyung metiendolo dentro del cuarto y cerrando tras de nosotros. Era un almacén, las cajas se alzaban a nuestro alrededor, cajas y estanterías con papeles.

— ...Sería mejor que habláramos en otro lugar Jungkook, aquí está prohibido para el público, si nos vieron estamos en problemas, —hablaba tan jodidamente rápido, solo veía como sus labios se movían nerviosos al igual que sus manos— aparte, no tenemos por qué tener una discusión, solo caí, no pasó nada más, te lo pu... —rodé los ojos y besé sus labios acorralando su cuerpo contra la puerta. Un pequeño gemido de sobresalto escapó de sus labios, haciendo vibrar mi pecho. Entonces recordé lo que era besarlo, sentír su calor contra mí, suspiré. Mierda, realmente lo había extrañado. Gruñí en sus labios y acorté cualquier espacio entre nosotros.

Sus manos se posaron nerviosamente tras mi nuca, acariciaron paulatinamente, con nervios. Sonreí sobre su boca, seguía teniendo nervios, como la primera vez, aunque una parte de mí quería quitarlos de él; la otra amaba verlos. Separé nuestros labios con un chasquido para recuperar el aire perdido.

— ¿De quién eres Taehyung? —no hizo más que bajar la mirada y tragar saliva. Que ni creyera que lo enojado se me iba a pasar tan fácil. Entrecerré los ojos y con una mano tomé su mandíbula y la subí sin delicadeza— te lo he dicho y lo volveré a decir, quiero que me mires a los ojos cuando te hable —bajé la mirada un momento a sus labios— como sea, si no quieres decirlo, te haré gritarlo hasta que se te quedé grabado. —incliné mi cabeza a un lado para besarlo.

— E-espera, Jungkook, n-no podemos, dios, Jungkook, es un lugar público, está mal, n-no aquí, por... —siseó cuando besé su cuello, que aburrido resistirse en un lugar así— f-favor.

— Vamos Tae, es excitante, la adrenalina corriendo por tus venas —recorrí su cuello con leves mordidas, podía sentir su respiración pesada. Arrastré mis manos desde su cintura hasta sus glúteos y piernas, alzandolo sobre mí y llevando su cuerpo tras un estante mientras jadeaba.

Tras el estante lo baje de mis caderas y besé con rabia sus labios, mordiendo y succionando su lengua, escuchando sus gemidos, estaba tan excitado ahora. Bajé mis manos hasta sus caderas y desabroché sus pantalones, introduje estas en su ropa interior y amase su delicioso culo, él mordió suavemente mi labio inferior logrando posar un cosquilleo en la parte baja de mí estómago, me encantaba, quería sentirlo más, quería ver una y otra vez cómo se excitaba en mis manos. Gemí en su boca, en reacción a ello se aferró más a mí cuello, jaló mis cabellos midiendo su fuerza, intentando controlarse. Me separé un momento de él para bajar sus pantalones y ropa interior, dejando desnudas sus largas piernas y su erecto miembro. Le dedique una sonrisa pícara desde abajo mirando sus ojos. Su manos apretaron con desesperación mi camisa y susurró algo inaudible. Tomé su erección e hice ademán de llevarla a mis labios, el cerro los ojos y arqueó su cuello llevando su cabeza a la pared. Reí y me levanté apenas masajeando la suave piel que se empezaba a humedecer debido al presemen, jadeó con enojo tiernamente.

— No puedes reclamarme nada a mí, tú eres quien se lo buscá. Lo giré rápidamente contra la pared y puse dos dedos en su boca— quiero que los chupes.

Aunque al principio pareció dudar, abrió su boca lentamente al tiempo que metí los dos dedos en ella con brusquedad, haciendo contacto con su lengua, miré como sus labios se cerraban en torno a ellos— Chupa —susurré con la voz ronca, el obedeció la indicación y comenzó una deliciosa succión en ellos, no pude evitar pensar que era mi miembro el que estaba en su boquita y no mis dedos, moví de adentro hacia afuera, la saliva comenzaba a escurrir de los bordes de sus labios, gruñí en su oído y saqué mis dedos del mojado lugar para bajarlos hasta su entrada, él ya estaba ofreciendome su culo, curvando la espalda.

— Mierda Taehyung, eres una puta —dije al tiempo que introducía ambos dedos, sacando un agudo gemido de su boca, y pegaba su mejilla contra la pared, moví mis dedos dentro de él preparándolo para mí, besaba su espalda y cuello en lo que sus caderas comenzaban a removerse alrededor de mis dedos. Los saqué de su interior y bajé mis pantalones liberando mi miembro, lo froté entre las redondas nalgas de Taehyung quien seguía meciendose— ¿Estas tan necesitado lindo? Mierda Tae —estrellé una de mis manos contra su trasero arqueando su espalda y haciéndolo gemir alto— ¿Te gusta? Estas más enfermo de lo que aparentas, pequeño.

— Jungkook —gimió aparentando sus manos en puños.

Mordí su oreja antes de enterrarme profundo en su cálido interior, sus paredes apretaron mi miembro, apresandolo tan jodidamente bien, emití un gruñido desde mi garganta por el placer y un grito acallado por la pared de su parte, posé mis manos a ambos lados de sus caderas y comencé a embestir rápidamente en su interior húmedo, teniendo la preciosa vista de su culo engullendo deliciosamente mi pene.

— Carajo, sí... Taehyung —gemí. El sonido de nuestras pieles chocando comenzaba a inundar el solitario lugar siendo acallados por los gemidos cada vez más seguidos de Tae, podía ver cómo sus piernas comenzaban a contraerse y temblar— Así Tae, gime, gime como la puta que eres me fascinan tus jodidos gemidos, me enloquecen —sus gemidos se volvieron más deslocados al hablarle, sus caderas se movían más rápido, mierda, le gustaba que le hablará así, y me excitaba tanto. Volví a golpear sus rellenos glúteos y salí de él para girarlo y enredar sus piernas en mis caderas, entrando nuevamente, embistiéndolo contra la pared.

— Mmm, aaah, ¡Jungkook!, Sí.

Sus brazos se aferraban a mi espalda y su cabeza se arqueaba hacía atrás dejando al descubierto su garganta, amaba como su tráquea se marcaba, aquellas finas líneas, tan delicadas, mordí cerca del centro y succione mientras movía mis caderas profundamente, pegando en la próstata de Taehyung que lo hacía gemir alto, con su boca abierta en "o" y ojos cerrados con el ceño fruncido, arqueando su espalda; bajé a su clavícula para repetir la acción en ella, dejando marcas rojas mientras saboreaba su piel.

— Taehyung, me encantas... —Taehyung dejó de gemir por la falta de aire, solo respiraba fuertemente por la boca, besé su labio inferior gruñendo.

— Entonces, el idiota del gerente me dejó en el turno nocturno por qué el novio de la hija de su esposa actual quería ir a cenar con ella —la puerta del almacén se abrió y las luces fueron encendidas. Mierda, mierda, mierda.

Taehyung abrió los ojos como platos.
.
.

Rin bitch, las amo, adíoooos ❤️

La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora