Capítulo 54

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Tiempo después.

Desperté con el pequeño cuerpo a un lado mío, sus largos cabellos negros cubrían su rostro que acaricie suavemente. Suspiré y me levanté de la cama para ir hasta mi baño y hacer mi típica rutina de aseó.

Había encontrado a alguien que logró hacerme sentir una mínima parte de lo que me hacía sentir aquel recuerdo, ahora irreal pero tatuado en mi cabeza, aferrado aun a mí. Su nombre es Lee Ji Eun, aunque todos la conocen como IU, ella estaba comenzando una carrera artística. La conocí hacia dos años atrás, es hija de un empresario de una millonaria cadena que iba a hacer negocios con mi padre, entonces coincidimos en la junta de acuerdos, yo estaba ahí ya que mi padre se encontraba a punto de concederme la empresa que ahora es mía. No tuve ningún interés en ella al principio, pero al ver que ella lo tenía en mí y pensarlo, me  di cuenta que era perfecta para un buen teatro, heredera de millones, dulce con la mayoría del mundo. Después de seis meses de conocernos comenzamos una relación, sí, ella es hermosa y tiene un gran corazón, logré tenerle cariño, amor. Pero por mucho que la quiera nunca a logrado hacerme sentir aquel vuelco en el estómago, ese pinchazo en el pecho o que mi tiempo se detenga y solo exista ella, nunca me ha excitado como lo hacía él. Lo he intentado, pero el único que siempre se encuentra presente en mi cabeza, el único que lo logra está a kilómetros de mí.

Vivimos juntos, dejé mi antigua vivienda, intentando borrar los recuerdos de él, esa casa invocaba demasiados pero fué obviamente un plan fallido, aún soñaba con su rostro, e incluso era aún el protagonista de mis sueños húmedos. Aunque ahora los momentos que pasé con él eran borrosos, las sensaciones estaban claras, su rostro y risa seguían claros en mí. Dolía recordarlo, me sentí vacío durante los últimos años, lo seguía haciendo, lo único que pude hacer fue buscar a alguien que aunque yo no supiera amar, que aunque no amara como al castaño, me concediera todo su amor a mí. Esperaba que a él lo amara alguien, más no deseaba que el amor fuera recíproco por qué los celos necios se colaban en mi pecho en pensar que él lo amaría tanto. El tiempo pasó pero seguía siendo egoísta con lo que fue mío, es mío, realmente odiaba la idea de que amara a alguien más. Ahora éramos solo fantasmas para el otro, nunca lo volví a ver, así como nunca lo olvidé, nunca. Seguía grabado en mí, cada parte de él, y si tenía que vivir toda mi vida así, así sería.

Jimin seguía soltero, su vida loca aún no acababa, viajaba de un lado a otro, después de su última relación, él tuvo otro novio, (con el que duró una semana) se veía mejor, pero cuando se enteró que Min Yoongi se había ido a Japón cayó y volvió a su antigua vida, de hecho, seguía en ella. La última vez que lo ví, se iba a Colombia a probar lo latino, pero volvería mañana, ya que el jueves había una reunión formal en la que irían las personas más importantes de Corea del Sur, solo a entablar nuevos lazos sociales. Obviamente estaba invitado yo, el hijo que sabía llevar a la perfección e incluso mejor la millonaria e importante empresa de su padre, IU iría conmigo, igual no me importaba mucho, solo era un estúpido evento.

— Cariño, te hice el desayuno —habló IU cuando entré al comedor con ropa limpia y pelo húmedo, ella aún con su pijama, un vestido de seda blanco se acercó a mí y besó mis labios— le dí el día a Ha-neul.

— Gracias, ¿Por qué se lo diste? —dije sentándome en la mesa mientras ella ponía un plato frente a mí.

— Bueno, es un día especial, tenemos que celebrar —Mierda, ¿Era su cumpleaños? ¿Aniversario? Excusa: El trabajo a sido duro la última temporada. Oh solo puedo llamar y hacer una reservación en...

— No Kook, no es una fecha especial —solté el aire retenido y sonreí, ella río viendo mi rostro y apunto algo en la mesa a mi lado. Mire abajo, una revista.

— ¿Una revista? ¿Por eso le dimos el día libre a la empleada? Le pagamos justo para que tú no tengas que...

— Por favor Jungkook, no empieces, solo es un día. Ve la página 12. —tomé la revista y la abrí en la página que me había dicho. Todo un artículo sobre ella y sus logros en la música. Sonreí. — ¡La primer revista que habla de mí!

La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora