La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)

Capítulo 21

— ¿Dónde había estado mi hijo pródigo?

— ¿Cómo has estado cariño? —preguntaron mis padres al unisono cuando crucé la puerta de su enorme casa.

Mi padre me abrazó dando palmadas en mi espalda y mi madre beso una de mis mejillas dejando la huella de su labial en esta.

— Estoy bien, estoy bien, ¿Cómo han estado ustedes? —camine junto a ellos por el pasillo hasta la espaciosa sala de estar.

Estaba decorada con acojinados sillones blancos, pisos de marmol pulido y paredes con fotografías enmarcadas en oro, había floreros con orquídeas en cada esquina así como en la mesa al centro de la sala, con hermosos candelabros de cristal alumbrado el lugar. Sí, a mis padres les encantaba darse lujos ostentosos, como sea.

— Todo bien por aquí, la empresa va para arriba y en aumento —me senté en uno de los sillones frente a ellos.

— De hecho, hijo mío, estoy seguro que cuando llegues tú, será diez veces mejor, me complace dejar todo para tí y tú futura familia, lo sabes, quiero lo mejor para ti.

— Me alegro —sonreí mientras tomaba la copa que las sirvientas posaban sobre la mesa.

— Mi vida, tienes que abrigarte mejor, hace mucho frío últimamente, oh dios, ¿En qué momento dejé que te fueras a vivir sólo? deberías volver con nosotros, eres tan pequeño e indefenso...

— ¡Es todo un hombre mujer! Mi orgullo Jeon Jungkook, él sabe lo que hace, sus notas son buenas, no tengo duda alguna que dará buen uso a su herencia.

— Oh, mi precioso bebé —se levantó y fue hasta mi lado mientras acariciaba mi pelo— Haces falta en la casa, te extraño tanto, parece que fue ayer cuando corrías y brincabas en los sillones.

— Vendré más seguido mamá, lo prometo, ahora, sé que acabo de llegar pero temo que ya me voy...

— ¿No pasaras la noche con nosotros?, Ya es tarde, no me gusta que manejes a estas horas, aparte, mañana es domingo, ¿No quisieras quedarte? Daniellina, prepara la habitación para Jungkook.

— Mamá...

— Shh, harás lo que tú madre quiera, ¿Qué tiene de malo pasar la noche aquí? Vamos, pon al corriente de tu vida a tu padre orgulloso.

— De acuerdo, me quedaré, solo por ustedes.

— Bien, les diré a las muchachas que preparen tu cena favorita, ahora vuelvo.

Sí, mis padres, me amaban.
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— Y entonces, ¿Desde cuándo te gusta acostarte con tipos que te desprecian? — Pregunté a Jimin mientras jugábamos en nuestros celulares fuera de los salones sentados en una mesa.

— Desde que me di cuenta que folla como un dios —respondío concentrado en la pantalla de su teléfono.

— ¿En serio? —sonreí y lo miré de reojo— y ¿Cuándo lo descubriste? ¿Al menos estabas sobrio?

— Mierda —golpeo el celular contra sus manos— ¿Es tu estrategia? ¿Distraerme para poder ganar? Imbécil.

— Nunca te distraje —pestañeé rápidamente haciendo ojitos.

— Tal vez tú no estabas en mis pensamientos, pero tú provocaste que me distrajeran —golpéo mi cabeza con su mochila, por suerte no tenía libros.

— Hablaba en serio, cuéntame —le devolví el golpe.

— Nada fuera de lo normal, simplemente, se dió — alzó sus hombros con una ligera sonrisa, fruncí el ceño— ¿Qué?