Capítulo 44

24K 2.8K 976
                                    

— ¿Qué pasó? ¿Y mi café? —habló Yugyeom con el ceño fruncido.

— Ve por el, tengo algo que arreglar, nos vemos mañana —tomé mi mochila y caminé tras los reclamos de los demás y bolitas de papel lanzadas a mi cabeza.

Caminé aún con el enojo recorriendo mis venas como pequeñas corrientes eléctricas, eran cerca de las 4:45 de la tarde, según Taehyung su última clase terminaba a las 5, por lo que caminé hasta fuera del edificio de su dormitorio, siempre iba a el después de clases, excepto los jueves, lunes y martes ya que trabajaba en la cafetería de 5pm a 8pm. Esperé sentado en una banca de madera fuera del lugar que llegase con su típica mochila negra y seguramente leyendo algo.

Veinte minutos después estaba recostado a lo largo de la banca con mi mochila como almohada mientras veía el teléfono. Sentí aquel cosquilleo tras la nuca que solo aparecía cuando él estaba cerca, bajé el celular y subí la mirada, fruncí el entrecejo al ver que no venía solo, un chico de cabellos negros y con solo una blusa blanca sin mangas que dejaba ver sus bien formados bíceps lo acompañaba. Me levanté y senté en la banca al tiempo que él se despedía reluciendo una de sus sonrisas cuadradas con un abrazo al azabache. Sentí el calor arder en mi pecho. Taehyung siguió su camino por el pavimento hacia donde estaba yo mirando sus pies en lo que el pelinegro se giraba a la derecha al edificio vecino al suyo. Me levanté por completo de la banca al tiempo que el de anteojos subía la mirada, chocando nuestros ojos, su rostro se volvió sorprendido y algo temeroso. Mordió su labio con preocupación.

— Es solo un amigo Jungkook —susurró al llegar frente a mí jugando con las tiras de su mochila.

— Usa lindas camisas ¿No? —le dije arqueando una ceja.

— A ti se te ven mejor las camisas —susurró agachando la mirada, y aunque sentí mi corazón saltar y una sonrisa asomar en mis labios, actúe indiferente y comprimí la expresión de mi boca. Por un minuto casi olvide por qué estaba aquí.

— Como sea, sube, tenemos que hablar. —hablé apuntando al edificio con la cabeza, su entrecejo se frunció suavemente y camino frente de mi adentrándose en los dormitorios con desconfianza.

Al llegar a su dormitorio y cerrar la puerta tras de nosotros me giré a él quien me veía nervioso y atento, esperando mis palabras al pie de su cama. Quedé a menos de un metro frente a él cruzado de brazos, observando fijamente su rostro, sus ojos no encontraban dónde mirar.

— ¿Tienes idea de por qué estoy molesto contigo? —pregunté quedo y sus ojos de abrieron el doble por la sorpresa.

— ¿M-molesto...? —su voz tembló.

— Lisa recibió tu lindo mensaje, Tae —hablé tranquilamente y su mirada se transformó en confusión— ¿No sabes? ¿Te suena más si digo moretón? —pareció comprender, aunque la duda se fue de su rostro, fue sustituida por una pequeña mueca de ¿Molestia? ¿Tristeza? ¿Qué era Taehyung? ¡¿Qué?!

— Y-y... ¿C-cómo l-lo vió ella Jungkookie...? —su voz era casi un murmullo, un murmullo entre enojado y triste, era increíble, ¿Ahora estaba celoso? ¿Y a él que si Lisa me quitaba la camisa? Ni siquiera había pasado algo como para que se pusiera así... ¿Por qué estaba excúsandome? No le debía nada a él.

— Mierda Taehyung, ¿Sabes que somos? ¿Te lo tengo que repetir? —su cabeza bajo mirando sus pies.

— No. —susurró.

— No estoy enojado por esto —apunté a mi pecho donde estaba la marca morada— ¿Sabes que me dijo? ¿Estás diciéndole a medio mundo lo que pasa entre nosotros? —subió rápidamente su mirada a mis ojos con confusión.

— ¿Y-yo...?

— No quiero que te sientas importante en mi vida Taehyung, no significas nada para mí, no somos nada, que te quede claro, ni eres el único, ni serás el único, no habrá ningún "nosotros", no te ilusiones, mientras estoy contigo hay otras cinco esperándome en otro lugar. En donde yo me entere, que estás intentando algo más de lo que tenemos, todo esto acaba, ¿Esta bien? —sus manos temblaban al igual que su mandíbula, mientras asentía; Una parte de mí quería consolarlo y besarlo por el mismo daño que yo había causado.

Sabía que lo que dije era una mentira, realmente era el único que me dejaba satisfecho, que me hacía sentir de alguna manera, diferente, no era como los demás, y tal vez tenía más miedo que él en que esto pudiera acabar. Y que aunque así lo quisiera, no lo dejaría. Pero no podía simplemente decirlo, odiaba la idea de tener que decirlo; es tan fácil sentirlo, el problema es demostrarlo. Y admito que soy demasiado cobarde como para hacerlo. Me gustaba el poder que tenía sobre los demás, la manipulación, la preciosa sensación de infringir miedo en los demás. Pero con él sentía como el poder se iba a sus manos, sin saberlo, él podría destruirme con un simple "acabemos esto", pero mientras pudiera mantener la máscara del ganador, estaría todo bien. Bajo mis órdenes.

— Depende de tí, recuerdas que nadie se tiene que enterar de esto, ¿Verdad? Tan solo tienes que mantener bien cerrada tu boquita, hemos hablado de esto antes, te perdonaré está, a cualquiera le puede pasar que se le salga algo alguna vez pero escúchame, es la última, no más errores Taehyung. No hay más entre nosotros, sabes quién soy, y sabes quién eres. Te quedarás en silencio, ¿Lo prometes?

— Lo prometo. —habló con voz rota después de unos segundos.

Un hoyo se estableció justo sobre mí pecho al mirarlo sin esa extraña sonrisa cuadrada que me sacaba el aire y brillosos ojos que detenían mi tiempo al verlos, aquel hoyo me impidió respirar, raspó mi garganta y quemo mi estómago. Dolía. Y lo único que quería hacer es abrazarlo y decirle todo lo que provocaba en mí, besar su cabeza mientras su dulce olor se filtraba en mi nariz.

Lamentablemente, soy Jeon Jungkook.

— Bien. —tome mi mochila que había dejado antes en el piso, la colgué en uno de mis hombros y fuí hasta la puerta, dejando al castaño en su lugar, con la cabeza gacha, temblando casi imperceptiblemente. Abrí la puerta y salí, lo miré por última vez al tiempo que su mirada subía a mí, sus ojos estaban acuosos y mordía su labio con fuerza. Cerré la puerta tras de mí.

Me recargé en ella y respiré profundo cerrando los ojos. ¿Cuándo me metí en esto? Dios, no quería sentirme así, no quería sentirme como si fuera yo el lastimado, ¿Por qué me sentía tan jodidamente débil? ¿Por qué no pude simplemente decirle que todo esto terminaba? ¿Por qué mierda no podía alejarme de él? Le hago daño, lo sé. Y de alguna forma estúpidamente indirecta me lo provocaba a mi también. Desearía acallar las sensaciones, o tal vez dejarlo ir.

Pero cada que pensaba en que podría tener a alguien más, que ese alguien vería su sonrisa por la mañanas, sus ojos brillando y sus preciosas expresiones de placer, que escucharía su voz ronca al despertar, susurrando las buenas noches tímidamente, teniendo la dicha de escuchar su nombre salir de sus rojos labios gimiendo y gritando solo como él sabe hacerlo, que sentiría su cuerpo suave, recorrería cada centímetro de él, la presión de sus manos aferrándose a su espalda, que olería aquella ligera fragancia de fresas todos los días, dormirían toda la noche abrazados, que se daría el lujo de besar su boca y saborearlo, que Taehyung lo besaría como me besa a mí... Los celos me llenaban de coraje el cuerpo entero y aparecía en mi el lado más egoísta que tenía, solo yo quería tener esos privilegios, quería que él quisiera darmelos solo a mí.

Me había vuelto adicto a él, y no pensaba soltarlo. Tal vez fuera lo más cruel que podría hacerle a alguien. Pero por estar a su lado me convertiría en la persona más asquerosa de todo el mundo. Era mío.
.
.
.
.

Afortunadamente hoy no tuve tarea y pude hacer esto, como siempre, muchísimas gracias, a todo aquel que esté aquí, no importa si llego desde el principio, si apenas empezó o si en este momento se encuentra leyendo el primer capítulo, realmente, muchas, muchas gracias. ❤️

Espero estén bien y nada aflija sus corazones, las amo demasiado. ❤️

~faltas de ortografía y redacción serán corregidos, gracias~❤️

La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora