Capítulo 53

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Taehyung

5 meses después

Mi nuevo dormitorio era más espacioso, las personas nuevas no eran malas, me había adaptado por completo y me quedaría a cumplir con toda mi universidad aquí, aparte de que mis ahorros solo me ajustaron para el boleto de venida, las oportunidades eran mejores, no tenía distracciones. Aún extrañaba a mi abuela, la persona que me lo dió todo, durante toda mi vida, sentir sus brazos rodeandome, protegiéndome contra todo el mundo. Pero ella ya no estaba; al menos no en el plano físico, sabía que siempre estaría ahí, aprendí a vivir con ello; al recordarla ya no había más tristeza ni lágrimas que derramar, solo nostalgia y alegría, me sentía en paz, sabía que estaba aquí. Me vería llegar alto.

Mi vida iba bien, todo había ido mejor de lo previsto, aunque al principio el dolor me derrumbó, el estudio se intensificó, no encontré un empleo el primer mes, todo pasó, seguí estudiando, seguí intentando dar lo mejor de mí. Y había funcionado, todas mis materias subieron en cuestión de calificaciones, ya no me preocupaba el perder la beca, llevaba un promedio casi perfecto.

Y estaba feliz, todo pareció ponerse en su lugar, estaba estudiando lo que quería, tenía todo lo necesario para lograr mis sueños. Estaba pleno en todos los aspectos de mi vida.

Excepto tal vez, en aquel constante recuerdo, aquella persona girando en mi mente. La rabia que me sacudía al pensar en el azabache que puso de cabeza todo mi mundo, todo mi interior, mis emociones y sentidos, sobre todo pensar en lo tonto que había sido por no querer verlo, por hacerme el ciego frente a sus tratos. Solo bastaba volver a la imagen de su rostro indiferente al hablarme cuando todo el mundo caía a cachos a mi alrededor, cuando más necesitaba de solo un abrazo, una palmada en la espalda, una sola palabra de apoyo, un solo "Estoy contigo", uno que nunca llegó, solo tuve sus palabras egoístas, las que nunca quise admitir en mí. Entre todo el mareo y náuseas por la agria noticia lo único que obtuve fue la dolorosa verdad, la venda calló de mis ojos dejándome ver lo que realmente valía para él, y lo agradezco, por qué aunque nunca me dió indicios de lo contrario, comenzaba a armar mis cuentos yo solo, comencé una ilusión de la que nunca saldría sí no llegaba ese momento. Entonces, solo me arme de valor y dije todo lo que quería decir desde el principio.

Pero ni todo ese odio por como me insultó, minimizó y utilizó durante meses bastó para acallar aquella opresión en mi pecho, esa horrible sensación de que estrujaban mis órganos internos, una sensación que me tenía harto, por qué no le bastaba solo con dolerme, también me hacía tener curiosidad por él, extrañarlo y recordar cada momento a su lado, anhelarlo de nuevo junto a mí la mayor parte del tiempo y me asqueaba, me metía ganas de arrancarme del pecho cualquier cosa que estuviera provocandolo para dejar de sentirlo.

Sí, me enamoré de él, de Jeon Jungkook, el chico más egocéntrico, manipulador, soberbio y egoísta que alguna vez se cruzó en mi vida, me tenía hipnotizado, a sus pies y yo tontamente me dejaba guiar por él. Si algo tenía que admirar de él era su sinceridad, nunca mintió en algo para que dejara de dolerme, para crear mi mundo perfecto de mentiras, siempre lo dijo todo, sin importarle lo que sintiera, "Estoy con cinco más mientras estoy contigo", y yo seguí ahí.

Por mucho que quisiera culparlo sabía que el único que había caído en la trampa era yo, él me lo advirtió a cada momento, y aunque quisiera negarme, aunque lo intenté, no tuve demasiada fuerza de voluntad, no contra él. Sí, lo quería fuera de mí, pero no tenía idea de cómo sacarlo, aún soñaba con sus labios sobre los míos, su mirada penetrante, el toque de sus manos. Cinco meses después mi mente aún recreaba todo entre el y yo, aferrándose al recuerdo.

Y me costaba admitirlo, pero lo extrañaba, la parte emocional de mi lo hacía, la parte racional lo odiaba y deseaba olvidarlo con todas sus fuerzas. De alguna enferma manera ambas partes concordaban en algo: hubieran deseado estar con él, que me presumiera a todo el mundo, que me amase, que realmente quisiera estar conmigo.

Qué iluso, ¿No? Claro, yo nunca fui algo en su mundo, siempre fui uno más y solo eso. Por más difícil que fuera intentaría olvidarlo, no tenía caso seguir pensando en él mientras seguramente el estaba gozando con otras personas. Saldría de esta, realmente sacaría a Jeon Jungkook de mí, así sintiera mil veces el dolor en mi pecho.

No volvería a ser el idiota enamorado de Jeon Jungkook.
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Jungkook

8 meses después

Ocho meses y se me hacía casi increíble la existencia de Taehyung, tal vez solo fue un sueño y realmente me estaba volviendo loco. ¿Qué tan improbable era? Estaba desapareciendo de mí, cada vez su recuerdo se volvia más borroso, su voz comenzaba a perderse, su todo se volvía nada, pero mi mente se aferraba a no olvidarlo.

¿Qué sentido tenía todo esto? El conocerlo, ¿Fue cosa del destino ponerlo enfrente de mí al mismo tiempo que yo caminaba? ¿Por qué justo a esa hora, en ese instante, en ese lugar? ¡¿Qué jodido sentido tenía?! ¿La vida quería verme perdiendo? ¡Lo lograste! ¿Qué más quería? Por qué a poco de cumplir un año en su ausencia aún seguía presente en mí, estaba cansado, lo pensaba todos los días, cada día volvia a mi mente, una y otra vez, una y otra vez.

No quería vivir siempre así, sin superar a alguien que no quería volver a verme ni en pintura. A alguien que no supe cuidar, tratar, a quien no le supe hablar ni amar. Por qué sí, lo amaba, lo amaba tanto, lo necesitaba. ¿Qué tanto se tenía que aferrar la vida en no dejarme seguir sin él? Ya había iniciado un nuevo semestre, estábamos cerca del invierno. Hacía un año él estaba aquí, y estaba conmigo, ¿Qué estaría haciendo con él hace un año? Justo como ahora pensaba en él, solo que en ese entonces estaba cerca de mí y yo era muy idiota como para notarlo.

Daría todo para regresar el tiempo, creo que lo he deseado demasiado. Lloré, y lloré aún más después de aquella noche hacía unos meses, lloré por perderlo, porqué se había ido de mi lado, por no tenerlo junto a a mí, Jimin supo todo, pero realmente no podía ayudarme, estaba atrapado en el mismo estanque que yo. Tal vez era hora de aceptar que él continuaría con su vida, me olvidaría y sería el mejor doctor de todo el país... Tendría a alguien más en su vida que no sería yo.

Ardía pensar en ello, era verdad, tal vez él me había superado, pero no, aunque sabía que debería devolverle el favor y olvidarlo, no podía, se había vuelto algo más para mí, ¿Realmente alguien podría hacerlo más feliz de lo que yo pude hacerlo? ¿Era posible que alguien estuviera tan idiota por una persona, que lo había olvidado por completo? Debería estar conmigo, solo conmigo, él debería sentir lo mismo que yo y no poder dejarme aquí tan simple. Él era mío. Él no encontraría nadie como yo.

Yo era suyo completamente, mi mente era suya. Pero dios, ¿Qué mierda tenía que hacer? ¿Tendría que buscarlo? ¿Tendría que dejarlo ir? Ya había intentado olvidarlo, lo había intentado todo. Pero el recuerdo no se iba. De manera egoísta, esperaba que él se sintiera exactamente igual que yo.

Nos necesitamos el uno al otro. No lo podía cambiar por mucho que lo deseara, por mucho que deseara nunca haberlo conocido, ya estaba hecho, y no me iba a rendir. Me pertenecía, así como yo le pertenecía.

Siempre sería así.
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La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora