Unos remezones me hicieron retomar mi conciencia. Tras un lapso indefinido, había permanecido en una completa oscuridad de la cual no me había dado cuenta hasta que intenté abrir mis ojos y no me respondían. Sentí movimiento a mí alrededor. No estaba sola. La desesperación se apoderó de mí ante aquel pensamiento. No sabía qué había pasado, dónde estaba y mucho menos con quién.
Juntando toda mi fuerza de voluntad, y tras varios intentos, logré abrir mis ojos. Veía todo borroso, pero me bastó para observar que estaba boca abajo sobre pasto y había alguien agachado junto a mí. Intenté mirar hacia arriba, pero no conseguí ver el rostro hasta que el desconocido tomó mi cabeza y la giró hasta un ángulo en el que podía verme la cara a mí también.
Era un rostro difuso que me hablaba, pero que no lograba escuchar. Sentí unos nuevos remezones, como si intentara hacerme reaccionar, mas yo seguía en un estado de sopor que bloqueaba mi cuerpo, mi hablar y mis sentidos.
A lo lejos distinguí algunas sombras acercándose. Volví a mirar al desconocido, hasta que su rostro se armó y pude reconocer a Dylan. Feliz por haberme encontrado con una cara familiar, intenté decir algo, pero las palabras aún no querían salir de mi boca, y se tradujeron en una mirada de "ayúdame".
—tranquila—lo oí decir a lo lejos, desfasado del movimiento de su boca—ya vienen por ti.
Miré en dirección hacia las sombras y se encontraban más cerca que la última vez que los vi. Una de ellas pareció apurar su paso de manera repentina, y en cosa de segundos se encontró junto a mí.
—Mi-Mike-y—balbuceé.
—no, no te esfuerces—dijo mi amigo acariciando mi frente—estoy aquí, tranquila, todo va a estar bien.
Lo miré con lágrimas en los ojos, aliviada de verlo y saber que en verdad nada malo me pasaría estando él a mi lado. Miré a mí alrededor e hice una mueca por culpa del malestar en mi cabeza. Con movimientos torpes intenté incorporarme, pero Mikey me detuvo.
—quédate acostada, en caso de que te hayas golpeado la cabeza.
En eso apareció Ray junto a un chico desconocido que probablemente era amigo de Dylan, y uno de los paramédicos del evento. Este último procedió a chequearme, primero con la luz de una linterna apuntando a mis ojos, luego con preguntas para saber qué tan orientada me encontraba y finalmente con preguntas sobre alguna molestia física.
Permanecí durante unos minutos más recostada sobre el pasto, mientras terminaba de recuperar el conocimiento por completo. A pesar de sentirme mucho más repuesta del vahído, aun me faltaban fuerzas para poder caminar, por lo que fue Ray quien se encargó de tomarme en brazos y llevarme de vuelta al bus, mientras Mikey gastaba todas sus energías en procurar que mi cabeza no se moviese de manera brusca ya que había una alta probabilidad que al caer desvanecida me la hubiera azotado contra el suelo.
—¿cómo te sientes?—preguntó Mikey ya cuando me encontraba acostada en mi litera, cómoda y tranquila al fin.
—mucho mejor—sonreí—gracias por ir a rescatarme.
—le deberías dar las gracias al sujeto que te encontró, de lo contrario aún estarías botada allí. De verdad nos dise un susto, eh.
—lo lamento, con las cosas como están y yo más encima les doy una preocupación extra.
Mi rostro se tornó sombrío al recordar lo que había sucedido antes de perder el conocimiento. La sensación de bienestar desapareció de inmediato.
—¿y Gerard?
Mikey desvió la vista soltando una risa nerviosa.
—ya sabes, en lo suyo—me miró incómodo—escuché su discusión de hace un rato atrás.
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Love Has Led Us Astray || Gerard Way y tú
FanfictionEs el Warped Tour del 2004. Gerard Way perdió el control de sus adicciones mientras que su novia (tú) intenta día a día rescatarlo de sí mismo. Agobiada de la realidad, ella prefiere vivir de los recuerdos. Sin embargo con el correr de los días la...