38.

1.3K 100 46
                                    

—hace tiempo que no te asomabas por acá, mujer—dijo Geoff dándome un apretado abrazo.

—lo sé, pero he tenido unos turnos de mierda en el trabajo, así que he venido a redimirme esta noche—reí.

Geoff Rickly. Gran sujeto. Vocalista de Thursday, había visto varias veces a su banda en vivo, pero en verdad lo conocí hace poco más de un año cuando los chicos grabaron su primer álbum y él lo produjo. Todo esto había ocurrido en el sótano de una casa, la misma que ahora alojaba una fiesta de viernes por la noche con un montón de gente descontrolada.

Honestamente no había estado muy animada de venir a la fiesta en un primer momento, ya que estaba en plan de alejar a Gerard del alcohol lo más que pudiera. No obstante, era real, el trabajo me tenía agotada y necesitaba alguna noche con amigos para distenderme de todo el estrés por el que estaba atravesando durante aquellos días. Así que poniendo las cosas sobre la balanza y tragándome todas las palabras de mi novio respecto a que se mantendría a raya durante la fiesta, terminé por aceptar.

—disfruta la noche—Geoff me palmeó la espalda.

Entre eso y mientras miraba si conocía a alguien, apareció Gerard con un vaso de cerveza para mí.

—gracias—besé su mejilla, omitiendo en mi cabeza que al echarle una mirada a su vaso y ya iba menos de la mitad.

—los chicos están atrás, vamos—tomó mi mano y me llevo al patio trasero de la casa, donde estaban Mikey, Ray y Frank, no sé cuál de los tres más ebrio.

Soltaron un grito al vernos llegar a Gerard y a mí de la mano, que los hizo parecer chicos de preparatoria. Nos sentamos junto a ellos a beber algunos vasos de cerveza y fumar algo de hierba, mientras conversábamos respecto a armar un grupo para jugar Dungeons & Dragons algún fin de semana. De vez en vez soltaban alguna broma o hablaban respecto a la banda, y nos convertíamos por un momento en los más bulliciosos de la fiesta riendo sin parar.

De alguna mágica forma mi vaso siempre tenía alcohol, cerveza en un principio y luego destilados con gaseosa, por lo que no fue sorpresa que al poco rato ya estaba igual de ebria que todo el mundo en aquella casa. La música sonaba fuerte, tanto que hacía retumbar las ventanas. Mi mirada iba y venía entre los chicos a quienes ya les había perdido el hilo de conversación, pero de todos modos reía cuando los veía reír a ellos.

—voy al baño, ten mi vaso—dijo Gerard besando mi cabeza al ponerse de pie torpemente y entrar a la casa.

Me bebí su vaso en vez de cuidarlo y al cabo de un rato hasta había olvidado que no estaba. Mikey y Frank se pusieron a competir para ver quién acababa más rápido una lata de cerveza, en medio de los gritos de todos quienes estábamos en el patio. Más alcohol. En los parlantes sonaba Ride the Lightning de Metallica y Ray por inercia comenzó a agitar su afro haciendo como que tocaba en su guitarra la canción, mientras yo cantaba usando mi vaso como micrófono.

Más droga pasó por mis manos. Ya no estaba en el patio, sino que en el living riendo con gente desconocida. Me sentía ya bastante mareada, lo suficiente como para estar evitando beber del vaso que sostenía en mis manos y meditando si quizás debía ir al baño. En eso, un tipo se para junto a mí y cruza su brazo por mis hombros, diciendo:

—¿andas sola, belleza?

De un brusco gesto alejé su brazo de mi cuerpo, y le di una mirada de asco.

—ni aunque estuviera sola me acercaría a ti—respondí al desconocido.

—ay vamos, no te hagas la difícil.

Love Has Led Us Astray  ||  Gerard Way y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora