26.

2K 149 367
                                    

Tras nuestro encuentro en la gasolinera, decidimos ir a almorzar juntos antes de ir a casa de mi padre para poder ponernos al corriente de todos los días que permanecimos separados. Lloramos contando nuestras versiones del 11 de septiembre y la pesadilla de los días siguientes. Me relató sus días encerrado en la vieja habitación en casa de su madre y de cómo lo convencieron de tomar terapia para sobrellevar el trauma, del apoyo que su familia le estaba dando y de que en realidad jamás fue su intención hacerme daño al mantenerse incomunicado.
Agradecí que se hubiera dado aquella instancia de poder sincerarnos con lo que nos sucedió, ya que en verdad era a la primera persona que podía relatarle de manera verídica lo que sentí aquel día y los que le habían seguido. 

—necesitaba reorganizar mi vida, pensar en serio qué quiero hacer de ella porque no sé en qué momento se va a acabar. No quiero perder más el tiempode reojo vi como Gerard se me quedó mirandopor eso vine a buscarte.

—qué alivio que hayas venidosonreí de medio lado dándole una fugaz mirada ya que iba conduciendo a casa de mi padreno tienes idea lo mucho que me alegra esto... lo mucho que me alegra estar contigo. 

—opino lo mismo.

Su mano se posó sobre la mía, que iba sobre la palanca de cambios. Intenté mantener la atención en el camino, pero con su presencia a mi lado y el fuerte latir que está provocaba en mí era una tarea difícil. Lo bueno era que ya estábamos llegando a nuestro destino.

—entonces, ¿cuáles son los otros planes que tienes?preguntéhas hablado mucho de ellos a modo general pero, no me has dicho nada.

Gerard guardó silencio. Por un instante pensé que quizás había preguntado algo que no debí, ya que lo noté nervioso; por ello, le di tiempo para que pensara mientras me dedicaba a estacionar el auto frente la casa de mi padre.

escribí una cancióndijo al mismo tiempo que tiré del freno de manoestoy pensando en formar una banda y... ¡¿pero qué demonios?! 

Aquella exclamación se debió a que sin darme cuenta, alguien abrió la puerta de mi lado. Ese alguien resultó ser Josh. Lo quedé mirando perpleja. Nunca conté con que vendría a buscarme a la casa de mi padre, pero al mismo tiempo tampoco me sorprendía ya que honestamente había sido bastante cruel mi forma de cortar nuestra relación de dos años. Estaba en todo su derecho a hacer una escena y no lo culpaba por ello. De hecho yo en su lugar quizá habría hecho lo mismo.

¿así que por este idiota me vas a cambiar? 

¡hey! ¿quién te crees para...?

—tú no te metasJosh hizo callar a Gerardno quiero que la pelea sea contigo.

Gerard se bajó del automóvil. 

—yo tampoco, así que te vas alejando de ________ y de mi auto.

Los miré estando en medio de ambos aún sentada, con el motor del auto prendido y el cinturón de seguridad abrochado, mientras seguían intercambiando palabras cada vez más rudas. Si no hacía algo por supuesto que la pelea iba a ser entre ellos. 

—cállense los dosdije por fin poniéndome de pieGerard, déjame solucionar este asunto a mí, ¿?

está bien, pero si te pone un dedo encima no respondo por mis actos.

Dicho esto permaneció en el mismo lugar donde se encontraba, pendiente de cada palabra y movimiento que realizábamos con Josh. Caminé junto a este último hacia el jardín delantero de la casa de mi padre.

Love Has Led Us Astray  ||  Gerard Way y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora