—¿ve verdad te vas a poner a fumar? Acabamos de llegar a nuestra habitación, tómate un descanso, respira un poco de aire.
—¿aire de ciudad?—alcé una ceja mirando a Josh mientras exhalaba humo de mi boca.
—no tienes remedio—resopló frustrado mientras desempacaba su pijama y algunas prendas más.
—déjame ser—le lancé un beso y volví a centrar mi vista en la imponente ciudad que se desplegaba frente a mí.
No podía dejar de pensar en todo el tiempo que había transcurrido desde la última vez que había pisado el lado este del país. Tantos recuerdos que dejé atrás al irme a Portland, que tras el pasar de los años se sentían como otra vida. Lo fue en cierta medida. Pensé en mi madre, en Mikey e incluso vino a mi mente Gerard.
Me di cuenta que hace años que no sabía nada de él, principalmente porque Mikey omitía cualquier información que lo involucrara y hasta aquel preciso instante había pasado por alto aquel detalle.
Solté una risa en mi cabeza.
¿Cómo había logrado olvidar al hermano de mi mejor amigo de ese modo?
Escaneé nuevamente la ciudad con mi mirada, esta vez dejando fluir la curiosidad en mi mente tras el descubrimiento que acababa de realizar.
¿Estará Gerard en algún lugar de esta ciudad aún o habrá vuelto a Jersey? ¿Lucirá igual que hace seis años? ¿Habrá logrado sus sueños?
¿Seguirá siendo el mismo chico que tanto juró amarme?
Mi estómago dio un vuelco ante aquel pensamiento.
Sacudí mi cabeza en un intento por despejarme y decidí mejor volver a concentrar mi atención en la ciudad.
Oí a Josh acercarse a mis espaldas desde donde me rodeó tiernamente con sus brazos. Besé su mejilla y él aprovechó de quitarme el cigarrillo de las manos para lanzarlo al vacío.
—¿entonces, qué opinas de la vista?
—genial, el World Trade Center se ve más imponente de lo que recordaba—reí, omitiendo en mi cabeza la indignación que me causó el hecho de que me quitó el cigarro.
—no hallo la hora de subir hasta el piso más alto de ambas torres—comentó Josh con la misma chispa de un niño pequeño que espera la mañana de navidad.
Tras ordenar nuestras pertenencias en la habitación del hostal donde nos estábamos alojando, y aprovechando que aún era temprano, salimos a dar un paseo por la ciudad. Como Chinatown nos quedaba a un par de cuadras, se convirtió en nuestro primer destino y primera fuente de comida tanto por aquella tarde como por el resto de los días que pasaríamos en Nueva York.
Antes del viaje había estado más nerviosa de lo que desearía admitir, temiendo a los posibles fantasmas que podrían aparecer en mi cabeza al estar tan cerca de mi antiguo hogar; sin embargo, gracias a la compañía de Josh nada de eso sucedió, ya que él al no conocer la ciudad me contagiaba su espíritu de turista, de asombrarse por todo porque todo era completamente nuevo. Y si lo pensaba objetivamente en efecto todo a mi alrededor era nuevo. Un siglo e incluso un milenio diferente, en el que el tiempo corría cada vez más rápido y mi cabeza por fin lo había logrado comprender, dejándo ir toda esta vida pasada que a cada segundo parecía más y más lejana.
—
—¡______!—oí gritar a mis espaldas la ya conocida voz de Dylan.
Suspiré con hastío. Me lo había encontrado a pesar de mi constante plan de evitarlo a toda costa. Lo positivo era que estaba caminando junto a Mikey, por lo que tenía la posibilidad de excusarme de no poder compartir un rato con él.
—Dylan, ¿cómo te va?—sonreí.
—genial, ¿y a ti?
—bien, gracias—y como siempre, hubo un incómodo instante de silencio—te presento a Mikey—dije tras recordar que mi amigo se encontraba a mi lado, y esperando que él también dijera algo para acabar con aquel encuentro.
Ambos chicos se saludaron amigablemente y compartieron algunas palabras sobre el tour y cómo le ha ido a la banda durante este tiempo. Yo por mientras cruzaba los dedos para que todo acabara pronto, o antes de que Gerard apoyado por su sexto sentido paranoico apareciera y convirtiera todo en un desastre.
—hey, ______ quisiera pedirte un favor, bueno más bien ayuda—dijo Dylan de manera repentina, sacándome de golpe de mis pensamientos.
—sí, dime—respondí temerosa de lo que iba a escuchar.
Sucede que la próxima ciudad a la que iremos es Albuquerque, y bueno, mi novia vive allí y quiero llevarle algún regalo, ¿me ayudarías a encontrar algo?
"¡¿Qué?!" chilló una voz en mi cabeza, y antes que Dylan terminara aquella frase, Mikey y yo nos miramos impactados, con nuestras mandíbulas al borde de abandonar nuestro rostro.
Dylan. Tiene. Novia.
Tiempo fuera.
Había estado en lo correcto desde un principio al no ver ninguna amenaza en él, sin embargo Gerard se había encargado de envenenarme la cabeza con su paranoia y hacerme creer que en verdad pretendía algo conmigo, cuando el pobre chico sólo buscaba amistad.
Fui una completa idiota, especialmente al haber dejado que Gerard se metiera en mi cabeza. Estaba avergonzada a más no poder, más aún al haberlo estado evitando todo este tiempo. El gran problema era que aparentemente Dylan jamás se percató de aquello, y tuve que contener mis ganas de decirle "discúlpame por ser una gran cretina", y en su defecto accedí a su singular petición.
La próxima vez que Gerard me reclamara algo respecto a Dylan, sin lugar a dudas lo iba a encarar con un muy buen argumento.
—
—¡no puedo creerlo!—grité apretujando a Mikey con todas mis fuerzas—¡estás igual que la última vez que te vi!
—lo tomaré como un cumplido—bromeó despeinando mi cabello—y diría lo mismo, sin embargo creo que te achicaste, eh.
—muy gracioso, Michael.
Lo miré con fingido enojo, sin embargo al instante siguiente nuevamente lo estaba abrazando hasta quitarle la última gota de oxígeno de sus pulmones. Mientras tanto, Josh nos miraba con bastante gracia, por fin logrando hacerse la idea de lo mucho que significaba aquel flacucho chico en mi vida.
—con que tú eres el famoso Mikey, genial conocerte, amigo—sonrió Josh tras haberlos presentado el uno al otro.
—lo mismo digo.
—entonces ¿cuál es el plan para hoy?—miré a mi amigo aún sin poder quitarme la sonrisa del rostro.
—pues propongo que podríamos ir a alimentarnos. ¿Qué opinan de ir a Chelsea Market? Hay harta variedad de comida y podemos dar un paseo por el borde del río de ahí.
Tanto Josh como yo aceptamos la propuesta de mi amigo y de ahí en adelante todo se convirtió en risas, bromas e historias de infancia. Era fascinante poder hacer convivir a mi novio y a mi mejor amigo sin problemas, a tal punto que ni siquiera me esforcé para lograr dicho cometido, sino que por su propia cuenta ambos chicos comenzaron a dialogar y buscar temas en común.
Un día perfecto de principio a fin, de esos que uno desea que jamás acaben o de que exista algún mecanismo para volver a vivirlo.
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Capítulo corto y fome, sorry. Prometo que más adelante la cosa se pone buena.
Quizás me apiade y suba el capítulo pronto. (Eso sí que no lo prometo)
Amor <3
PD: ¿ya vieron The Umbrella Academy? VOY EN EL CAPÍTULO 5 Y ESTOY DELIRANDO LA AMO ❤️✨
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Love Has Led Us Astray || Gerard Way y tú
FanfictionEs el Warped Tour del 2004. Gerard Way perdió el control de sus adicciones mientras que su novia (tú) intenta día a día rescatarlo de sí mismo. Agobiada de la realidad, ella prefiere vivir de los recuerdos. Sin embargo con el correr de los días la...