4.

2.3K 191 133
                                    

—¿cómo crees que te fue en el examen?

—pésimo—solté una carcajada—sabes que las matemáticas nunca han sido lo mío.

—ídem—Mikey me acompañó en las risas.

Sin darnos cuenta, mientras seguíamos comentando la última clase a la que habíamos asistido, nos encontramos de frente con Gerard.

—hola hermano.

Mikey alcanzó a verlo y saludarlo, pero yo no alcancé siquiera a levantar la vista. Lo siguiente que supe fue que cuando éste pasó junto a mí,  me dio un empujón que hizo caer todo lo que traía en las manos.

—oye, ¡idiota!—chillé.

No se detuvo, no dijo nada, simplemente siguió su camino. Quedé pasmada ante su indiferencia y lo único que me quedó por hacer fue agacharme a recoger mis cosas, avergonzada por completo de lo perdedora que me veía. Si no hubiera tenido que hacer eso, hubiera partido tras Gerard para darle la tunda que merecía.

—¿y a éste qué le pasa?

—ni idea—Mikey se encogió de hombros, agachándose junto a mí para ayudarme.

—pues es tu hermano, deberías saberlo.

Nos pusimos de pie y continuamos nuestro trayecto a la cafetería por algo de almuerzo, intentando olvidar el bochornoso episodio del que había sido protagonista. Mas no podía sacarlo de mi mente y, por el contrario, me sentía hervir de rabia.

—o sea, es obvio que algo le sucede, porque ha andado aislado del mundo, pero ni idea qué—mi amigo se rascó la cabeza—el problema es que si le pregunto tampoco va a querer contarme, así que no hay remedio—se encogió de hombros.

Lo quedé mirando sorprendida de que haya cortado el tema con tanta facilidad, sin percatarse de que el enojo aún invadía mi ser. Pero al detenerme a pensar por un par de segundos, descubrí que no valía la pena arruinar mi día por culpa del idiota del Way mayor, y le seguí la corriente a mi amigo.

No le volvimos a dar vuelta al asunto. De todos modos Gerard no era nuestro tema favorito de conversación, y tampoco me importó lo que le sucediera. Sin embargo a la vuelta del fin de semana, ahora Mikey era quien andaba actuando de forma extraña, haciéndome sentir como si hubiera algo de lo que yo no me estaba enterando.

—Mikey, ¿estás bien?

—sí.

Guardó silencio, y no pronunciamos palabra por casi un minuto completo.

—¿...en serio?

Mi amigo me miró fijamente y suspiró.

—no.

—¿qué sucede?

—sé qué me vas a odiar, pero no puedo decirte.

—¿por qué?

—se lo prometí a mi hermano.

—ay vamos, yo soy tu mejor amiga, ¿cuál es el problema que me cuentes?—solté una risa que denotaba algo de molestia—Gerard no tiene por qué enterarse.

—créeme que no puedo decirte.

Mikey torció la boca, y a lo lejos pude ver cómo Gerard se encontraba mirándonos. Cuando se percató de mi mirada, desvió la vista hacia otro lugar. Asumí que en verdad era algo privado entre ambos hermanos, por lo que no seguí insistiendo con el tema a pesar que había quedado interesada en saber qué sucedía.

Love Has Led Us Astray  ||  Gerard Way y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora