¿Quién lo Hubiera Creído? ||Sabaku no Gaara||

Capítulo Quince.

Capítulo quince: Poder y Amor.

Narradora.

— ¿Y ahora qué tengo que hacer? — preguntó la pelirroja al tigre blanco.

— Hoy es el segundo día, primero lo que harás es conocer a todos los tigres que hay en este mundo y después tendrás una pequeña pelea conmigo, aprenderás unas técnicas y por último sabras algo de ninjutsu médico tigre. — explicó mientras daba una sonrisa macabra.

— Entonces creo que deberíamos comenzar ya. — sonrió de igual forma, pero más retadora.

— Creo que me estas agradando más. — empezó a caminar. — Sígueme, empezaremos por los tigres bebés.

— ¡¿Bebés?! — pregunto con estrellas en sus ojos. — ¡Adoro los bebés y más los recién nacidos!

— Pues me alegra. — ironizó molestando a la ojiesmeralda. — Pero antes, para que nos sea tanto a ti como a mi más fácil avanzar voy a ponerme a una altura prudente.

El gran tigre de casi la misma altura del mismísimo Kurama o más o menos a eso, empezó a ser rodeado por un chakra naranja y hacerse pequeño, casi quedando a dos metros de altura. El chakra desapareció dejando ver ahora a un tigre de dos metros y medio que sobrepasaba a _________ por mucho.

— Ahora, andando. — demandó para caminar.

El cielo era azul y las nubes con formas de animales, un sol radiante y muy brillante. Habían árboles de todas las clases, rios y lagos con cascadas y su agua era muy cristalina para el que lo viera, también habían flores, pero _________ trataba de evitar ver aquello por muchas razones, siempre que veía las flores se quedaba en shock.

Ella sabía perfectamente que debería superar eso, pero le era difícil y no tenía la ayuda necesaria.

Todos dicen que estar traumada por algo tan ridículo como las flores la hace débil, pero ellos no están en su lugar así que no pueden opinar nada, nadie la trata de ayudar ni comprender.

Cada vez que ve una flor ese recuerdo, el recuerdo de la muerte de sus padres llegan como dagas a su corazón, paralizandola, claramente sería peligroso si un enemigo supiera tal debilidad como las flores, pero en una guerra todo se vale.

— Llegamos. — menciono el tigre deteniéndose. — Aquí permanecen todos los bebés y cachorros tigres junto con sus madres.

Era una caverna, habían muchos bebés y cachorros tigres, cientos si se puede decir. Kotaro camino hacia uno de ellos.

— El se llama Kaion, es el más pequeño de todos, nació hace dos días. — señalo a un pequeño tigre color amarillo con mechas rojas. — El nombre lo dice, es macho.

— Vaya, ¡Es una ternura! ¿Lo puedo cargar? — Kotaro asintió, _________ lo cargo con cuidado ante las miradas de todas las tigres madres. — Es la cosa más bella que he visto en mi vida.

— Sueltalo, no deben estar separados de su madres por mucho tiempo. — _________ lo soltó y una tigresa se acercó para llevárselo. — Vámonos, tenemos mucho por recorrer.

Se la pasaron toda la mañana conociendo tigres y tigresas de todas las edades, hasta el más cachorro como el más viejo, cada uno tenía habilidades y técnicas grandiosas. Al medio día Kotaro guió a ________ a un campo.

— Es hora de nuestra pelea, no voy hacer rudo contigo, pero debes dar todo tú potencial para corregirte en tus errores y que conozcas nuevos jutsus. — se puso frente _________. — ¿Estas lista para perder?

— Estoy lista para ganar. — dicho esto Kotaro dio la señal de inicio de la pelea.

El primero quien dio la iniciativa fue _________ comenzando a correr hacia Kotaro, salto hacia arriba estirando su pierna para caer en esa pose encima de Kotaro, pero el nombrado se alejo a tiempo, la pierna de _________ impacto en todo el campo destruyendo la mayoría del suelo.