Capítulo treinta y dos: Tsunade Senju.
Fracaso. Fracaso. Y más fracasos.
_________ ya había perdido la cuenta de cuantos fracasos tenía Naruto, siempre que intentaba retener la rotación y fuerza en el globo, siempre este terminaba explotando y siempre terminaba con Naruto gritando o cayéndose al suelo por el chakra que se esparcia en el aire.
— Ya vamos a llegar. — comentó el peliblanco.
Habían caminado horas desde que salieron del pueblo turista, en unos minutos llegarían a la aldea turista Tanzaku donde se encontraba uno de los castillos más antiguos y fantásticos del mundo ninja.
«Esto me sigue dando mala espina» pensó la YukiHana nerviosa.
La pelirroja miro al cielo al estar frente a las grandes puertas de la aldea Tanzaku, se quedó unos segundos atrás mirando el cielo azulado, giro su mirada en la dirección donde debería estar el castillo.
— Jiraiya-sensei. — el peliblanco giro a verla ante su llamado. — Iré al castillo, ustedes pueden seguir.
— ¿Qué? — pregunto extrañado.
La pelirroja se fue sin esperar alguna respuesta del sannin, desde que era muy pequeña unos de sus sueños fue ver y conocer un verdadero castillo, y no iba a desperdiciar la oportunidad.
Salto por los tejados de las casas en dirección al castillo, pero entre tantas cuadras, esquinas y muchas cosas más se perdió.
— Mierda. — musito.
Bajo de una casa en la que estaba y camino al centro de comercio a preguntar la dirección del lugar donde se encontraba el castillo.
«Más que una aldea este lugar es una ciudad» pensó y se acercó a una mujer con su hijo.
— Disculpe.
— ¿Si? — la mujer la miro. — ¿Qué necesitas?
— Me podría por favor decirme en donde queda el castillo. — la mujer seguía mirándola sin decir nada. — Soy turista. — añadio con una sonrisa forzada.
— Claro, te voy a proximar un poco para que después no te pierdas. — habló con una sonrisa en su rostro.
— Gracias.
— ¿Cómo te llamas niña? — pregunto la mujer con su hijo en brazos.
— Puede decirme Kukiko, es un apodo. — excusó.
— Entiendo, eres una niña muy linda Kukiko. — sonrió la mujer. — Él es mi hijo Dan, tiene tres años. — señalo la mujer al pequeño.
— Es muy lindo. — comentó por cortesía.
La mujer la guió hasta un punto en concreto, donde podía divisar calles desoladas y donde sus muros eran sólidos echos de ladrillos, además, tenían colores muy oscuros.
La mujer le dio las coordenadas donde podía llegar fácilmente al castillo sin perderse. Algo que _________ agradeció y antes de irse le sonrió de manera sincera a la mujer.
La pelirroja siguió corriendo para llegar al castillo, solo que ahora corría por los muros que dirigían al centro donde debería estar el castillo.
«¡Creo que ya estoy por llegar!» pensó emocionada.
Salto hacia un poste alto para ver mejor en el lugar donde estaba, se supone que con la altura en la que estaba por el poste debía al menos ver la silueta del gran castillo, pero solo había un vacío entre tantas calles.
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¿Quién lo Hubiera Creído? ||Sabaku no Gaara||
Fanfiction¿Que pasaría si te enamorarías de un ser sádico y serio? Que en su profundo corazón guarda una pena y un gran dolor. El no sabe lo que es la vida, el no sabe que es "Amor" Y al conocerla a ella, tan similar a él y a la vez tan diferente sabrá lo que...