Capítulo cuarenta y ocho: ¡El objetivo Shukaku!
Narradora.
— Estas alitas si que son deliciosas. — comentó la pelirroja comiendo con alegría las alitas.
— Me alegra que te gusten, son exclusivas en Suna. — contestó Gaara con una pequeña sonrisa.
Gaara y _________ estaban en la azotea de la academia de Suna mientras terminaban de comer las alitas, que por cierto eran deliciosas, mientras miraban como los niños que iban a ser instruidos por los hermanos Sabaku No se encontraban platicando entre ellos.
— Ya casí se acaba la hora. — habló Gaara con una notable tristeza. — Y me imagino que te tendrás que ir.
— Así es, debo regresar a Konoha, las cosas allá no han ido muy bien. — suspiro mientras bajaba la mirada. — Al menos pude verte. Te extrañaba.
Gaara la miro con cariño y amor, ese inusual brillo en sus ojos aguamarina lo hacían ver encantador. Al igual que ella, el la había extrañado, no había dejado de pensarla un solo minuto.
— Yo también te extrañaba. — respondió con un tono suave.
La pelirroja lo miro fugazmente y se acercó a el para darle un cálido, reconfortante y largo abrazó que el aceptó gustoso. Gaara rodeó con sus brazos la espalda de _________ y ella se acostó en su pecho sintiendo los lentos y calmados latidos de Gaara.
— ¿Sabes? Quisiera quedarme contigo aquí en Suna, estar así contigo para siempre. — susurró con vergüenza la pelirroja. — No separarme nunca más de ti, seguir sintiendo esta tranquilidad que me das.
Gaara la miro por el rabillo de sus ojos sorprendido ante tal confesión, _________ no solía ser muy expresiva con sus sentimientos a la hora de confesarlos o hablar de ellos, siempre solía mostrarlo con acciones, como los abrazos o los pequeños besos.
Gaara sonrió con alegría al escuchar aquellas palabras, apretó más a la pelirroja contra el como si quisiera que jamás se soltaran.
— Yo también deseo lo mismo, me agrada estar a tú lado. — respondió mirando el cielo.
Lo que ellos no sabían por estar en su burbuja de amor, es que los dos hermanos mayores de Gaara los veían desde lejos con una sonrisa.
— Se ve muy feliz, ¿No? — cuestionó la rubia.
— Así es, Gaara ha cambiado mucho desde que fuimos a Konoha. — habló Kankuro metiendo sus manos en sus bolsillos.
— Ahora ya tiene más libertad de comportarse como un chico de su edad, y por supuesto conocer el amor. — expresó con una sonrisa en su rostro la rubia.
— Me alegra a ver ido a Konoha, ahora que Gaara ha cambiado mucho su actitud es más tratable estar con él, y nos tiene un poco más de confianza. — la rubia asintió ante el comentario.
— Es cierto. Yo siento que cada vez recuperamos el tiempo perdido con Gaara, no pudimos estar ahí para el en su infancia, pero ahora podemos estar con él y protegerlo. — Temari miro a Kankuro decidida.
— Si, no permitiremos que Gaara vuelvas a sufrir, él no lo podría soportar más. — suspiro y sonrió. Miro a su alrededor. — Ya es hora de alistar todo, muy pronto los mocosos estarán aquí.
— Tienes razón. — giro su mirada a la pareja. — Es hora de que Gaara se despida de su noviecita.
Kankuro asintió y se acercó a la academia.
— ¡Gaara ya es hora! ¡Ayudanos a organizar! — gritó, Gaara lo miro y asintió. — ¡Apresurate!
Gaara miro a _________ con una pequeña sonrisa triste, ella se separó del abrazo y entrelazo sus manos con las pálidas del pelirrojo.
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¿Quién lo Hubiera Creído? ||Sabaku no Gaara||
Fanfiction¿Que pasaría si te enamorarías de un ser sádico y serio? Que en su profundo corazón guarda una pena y un gran dolor. El no sabe lo que es la vida, el no sabe que es "Amor" Y al conocerla a ella, tan similar a él y a la vez tan diferente sabrá lo que...