¿Quién lo Hubiera Creído? ||Sabaku no Gaara||

Capítulo Treinta Nueve.

Capítulo treinta y nueve: Reencuentro desagradables.

Narradora.

Un nuevo día comenzaba en Konoha, y un nuevo peligro amanezaba la aldea y sus habitantes. Una pelirroja corría por el bosque cerca de las fronteras de Konoha.

— No fue tan difícil la misión después de todo. — comentó con una sonrisa. — Pude lograrla en sóla una noche.

Llegó a las puertas de Konoha para seguido aparecer cerca de la torre Hokage en un shushin de hielo. Camino por los pasillos y tocó la puerta, enseguida recibiendo un adelante por una voz femenina.

— Buenos días, Hokage-sama. — saludo la ojiverde con una sonrisa.

— ¡¿_________, qué haces aquí?! — pregunto Tsunade molesta. — ¡Deberias estar haciendo la misión que te encomende!

— Ya la hice. — Tsunade abrió sus ojos sorprendida. — Fue fácil a decir verdad. No hubo problemas.

— Ah, sin duda eres excepcional. — comentó con orgullo la rubia.

— Iré a mi apartamento a cambiarme para después ir al hospital, creo que es un buen momento para operar a Lee. — sonrió. — Antes le daré mi informe de la misión.

Después de que _________ diera el informo y dejara sus cosas en su apartamento, Tsunade y ella se fueron al hospital de Konoha donde Lee debería estar esperando para su operación.

La pelirroja sentía más confianza a la hora de ejecutar el arte de sanar, y todo gracias a la mujer rubia, aún así ese miedo de echar todo a perder no se iba.

— ¿Estas lista? — le preguntó Tsunade a la pelirroja.

— Lo estoy. — respondió con seguridad.

Entraron en la sala de cirugía para empezar la operación de Lee, entre los ayudantes estaba Shizune. Todo sería como lo acordado.

— Mejoraras, Lee. — susurro la pelirroja. — De eso estoy segura.

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Había pasado un día completo desde que _________ llegó a la aldea y junto a Tsunade operaron a Lee, ahora mismo miraba el amanecer de Konoha.

«Algo no anda bien» pensó con duda «No he visto a Naruto en todo este tiempo, tampoco al Uchiha»

Se mordió su labio inferior en un intento de calmarse, presentía que algo no andaba bien. Se levantó del tejado de su apartamento y se encaminó hacia dentro.

Se dio una ducha y se cambió con su uniforme Jounnin, el momento en que salió de la sala de cirugía y que la operación fuera un éxito fue a pedir un uniforme Jounnin.

Se veía diferente, se había acostumbrado a su traje normal rojizo, se hizo una coleta alta y salió hacia el hospital de Konoha. Iría a revisar a Lee, hace tan solo unas horas le habían avisado de que había despertado.

Al llegar al hospital se encaminó a la habitación de Lee donde él debería estar descansando. Justo cuando estaba a punto de entrar a la habitación escucho una conversación por parte de Tsunade y Gai.

— Debió haber escapado cuando atendimos a los ninjas que llegaron ayer. — comentó Tsunade molesta. — Pequeño tonto, debió haber ido tras ellos.

«¿Ellos?» pensó la pelirroja.

— ¿Habla de Naruto-kun y los demás? — pregunto Gai nervioso.

— Así es. El saber que no pudo ir por su discapacidad pudo haberlo molestado. — la rubia suspiro. — Y el escuchar que pedimos ayuda a Suna debió haberse sentido impotente.