¿Quién lo Hubiera Creído? ||Sabaku no Gaara||

Capítulo Treinta Cuatro.

Capítulo treinta y cuatro: La pelea contra Orochimaru.

— ¿Y bién? ¿Qué paso? — se hizo escuchar una voz tosca y fría.

En una oscura cueva varios shinobis se encontraban teniendo una conversación. El primero en hablar fue el líder.

— Es buena, debo admitirlo. Por unos momentos yo fuí la presa y casi me descubre. — respondió otra voz un poco más aguda. — Además de que me dejó varias heridas leves, nada grave. Tuve que escapar o sino había sido peor para mi.

— Te dije que tuvieras cuidado, a ella no se le debe subestimar. — comentó otra voz sería. — La próxima te ira peor, Deidara.

— Si es que hay una próxima, yo ya no voy. — bufo cruzando sus brazos el rubio. — Esa niña es muy ruda.

— No es ruda, es muy fuerte. — corrigió la voz sería.

— Por lo que veo la conoces muy bien, Itachi. — otra voz dio una carcajada ante su propio comentario.

— Sasori tiene razón, tienes un pasado con esa niña, ¿No, Itachi? — interrogó la primera voz.

— Algo así, no es nada importante. — excusó el Uchiha. — Lo importante aquí es que ella no haga sus propios juegos o nos descubrirá.

«Ella sabe muchas cosas» pensó el pelinegro.

— Para eso le pusimos una pequeña prueba y fue exitosa. — contestó la primera voz. — Zetsu, tú te encargarás de vigilar todos sus pasos. Debemos estar alerta si queremos que sea parte de esta organización.

— Como órdenes, Pain-sama. — contestó la planta de nombre Zetsu.

— Esta reunión a dado su fin. — anuncio Pain y todos desaparecieron.

En una gran montaña, dos hombres de capas negras y nubes rojas abrían sus ojos después de una reunión algo inusual.

— ¿Estas de acuerdo, Itachi-san? — pregunto un tiburón.

— No, pero yo no doy la desición final. — respondió con seriedad. — Solo espero que no la acepten en la organización.

— ¿Por qué? Parece como si la estuvieras protegiendo. — reprochó.

— Eso no es de tú incumbencia, Kisame. — lo miro con su Sharingan. — Es mejor que no digas nada sobre lo que paso en el hotel con ella, lo que dije no paso, ¿Entendido?

— Como quieras, si se enteran después por otra fuente, esta vez no te ayudaré a salvarte. — cruzó sus brazos.

— Vámonos.

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Mientras en otro lugar, una pelirroja llevaba corriendo por tres días seguidos y sin descanso. Ya estaba a unos pasos por llegar a la gran aldea de Oto. Se escondió entre los árboles que rodeaban a la pequeña aldea, necesitaba camuflarse y pasar entre la aldea como un ninja más de Oto.

La aldea al no tener una muralla que los proteja, se escondió fácilmente en un oscuro callejón y cuando vio pasar a un ninja del sonido vio su oportunidad.

— ¡¿Qué pa...?! — le tapó la boca al ninja con una mano antes de que gritara.

La pelirroja lo golpeo en la nuca dejándolo inconsciente, lo dejó dentro del bote de basura y se transformó en el mismo ninja para caminar tranquilamente por la aldea.

«Bien. Siguiente plan en marcha» piensa con una sonrisa ladina.

Miro el lugar en donde debería estar la torre del líder de la aldea, donde Orochimaru debería estar a cargo, eso creía ella. Se adentro a la torre con cuidado, buscando en todas las habitaciones sin dejarse ver por los ninjas.