Capítulo cincuenta y dos.

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Capítulo cincuenta y dos: ¡Shou sigue su camino ninja!

Narradora.

Un nuevo día había llegado al mundo ninja, en las rocosas entradas de Suna estaban tres hermanos despidiéndose de una Kunoichi de Konoha.

— Gracias por haberme dejado pasar la noche en su casa. — agradeció la pelirroja con una sonrisa.

— No hay nada que agradecer, eres pareja de Gaara por ende te aceptamos. — respondió Temari con una sonrisa.

Gaara no dijo nada ante eso, solo se permaneció estoico, después de las miles de burlas que sus hermanos mayores le hacían a el cuando se enteraron de la relación que tenía con la pelirroja, ya se había acostumbrado y por ende ya no era tan tímido.

— Además, sino lo hacíamos de seguro Gaara nos mataba. — se burló Kankuro metiendo sus manos a sus bolsillos negros.

La pelirroja miro a Gaara ante los comentarios de los mayores y noto como no parecía inmutarse, como si no le afectará aquellas palabras, pues ella en su interior estaba muy avergonzada.

— Aún así sería descortés no hacerlo. — comentó intentando mantener su seriedad. — Ya es hora de que me vaya, adiós.

Se despidió con su mano, los mayores hicieron lo mismo, pero antes _________ se acercó a Gaara quien se confundió por su cercanía, y sin que de lo esperará le dio un pequeño beso en su pálida mejilla aún estando sus hermanos al lado de ellos.

La pelirroja desapareció en un shushin de hielo antes de que alguno dijera algo, el rostro pálido de Gaara se torno en un tierno sonrojo que no pasó desapercibido por sus hermanos, aunque su rostro seguía expresando seriedad.

Los hermanos sonrieron burlones ante la acción de su cuñada y sin poder evitarlo soltaron pequeñas risas al ver la reacción de su hermano, Gaara se encontraba fantaseando en su mente ante la muestra de cariño de su pareja sin que le importará que alguna persona los viera.

— Vaya hermanito, esa chica si que te trae loco. — se burló Kankuro sin parar de ir.

Gaara se sonrojo aún más al comentario del mayor, en otra ocasión lo atraparia con su arena y lo haría sufrir, pero ahora estaba más absorto en su propia vergüenza que no podía pensar con claridad.

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Narra _________.

Han pasado dos meses, dos meses desde que Gaara se convirtió en el Kazekage de Suna y casí tres meses desde que Naruto se fue de la aldea.

Cada vez que tenía una misión cerca de las fronteras del país de fuego que rozaba con el país del viento aprovechaba y le daba una visita a Gaara, aunque sea solo por unos cuantos minutos, pero esos simples minutos lo valían.

A veces suelo extrañar mucho a Gaara cuando no nos vemos durante mucho tiempo, pero eso no se puede evitar, cada uno debe cumplir sus obligaciones en su propia aldea, y más el al ser Kazekage.

¿Y yo? Yo estoy atada a esta aldea, por desgracia.

Caminaba por las calles de Konoha, hoy era mi día libre, no habran misiones, no habrá entrenamiento ni tener que ir al hospital hacer cirugías porque Tsunade-sensei lo dice.

Llegue a la academia ninja, donde solo estuve allí un año, ya ni lo recordaba, podía ver desde lejos como los niños de una nueva generación entrenaban en los tiros de shurikens y kunais, uno de esos niños era el nieto del tercer Hokage.

¿Cómo era su nombre? Tenía algo que ver con el nombre de la aldea... Konoha... ¿Mere?... No, ese no era, su nombre es otro.

— ¡Konohamaru deja de hacer payasadas, distraes a tus compañeros! — grito uno de los sensei.

¿Quién lo Hubiera Creído? ||Sabaku no Gaara||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora