¿Quién lo Hubiera Creído? ||Sabaku no Gaara||

Capítulo Veinticuatro.

Capítulo veinticuatro: Funeral.

— Enserio, quiero que me per-dones. — dirigió su mano pálida hacia la mejilla de la YukiHana.

Esta no hizo nada para quitarla, sabía que seguramente sería la última vez que se verían por mucho tiempo.

Sabía también que Gaara debía irse de allí si no quería que lo atraparan los ninjas de Konoha, en este caso ella debería capturarlo de inmediato, pero el chico en tan poco tiempo había llegado a su corazón que no sería capaz de hacerlo.

— Gaara... Vete. — el pelirrojo la miro sorprendido ante la orden. — Debes irte de aquí si no quieres que te atrapen.

— Pero... — se callo.

— No reproches. — su voz sono más sería de lo normal, quitando la mano de Gaara de su mejilla. — Te voy ayudar para que te vallas, solamente quiero que salgas de aquí para que no te hagan daño. Estas muy herido.

— No me iré...

— ¡Te irás quieras o no! — lo interrumpió en un grito.

— ¡No lo haré! No me iré hasta que me digas si me perdonas o no. — su voz sonó empezó a sonar un poco entrecortada.

La pelirroja lo miraba con dolor. Sus ojos aguamarinas reflejaban dolor y arrepentimiento, quería hacerlo, quería decirle que lo perdonaba, pero algo le impedía hacerlo, tenia muchas cosas en su cabeza.

Ella no podía dejarlo así, acercó su mano hasta la mejilla de él y la acarició lentamente. Debía hacerlo, aunque no fuera verdad.

— Te perdonó, Gaara. — sonrió un poco forzada.

— ¿De verdad? — pregunto incrédulo, más que sorprendido.

— Si. Veo arrepentimiento en tus ojos Gaara, se que eres un chico con problemas y tú mente sigue siendo la de un pequeño niño en busca de amor. Se que nunca quisiste esto. — pensó que fueron las palabras más sinceras que había dicho hasta ahora.

— ¿Volveremos hacer como antes? — pregunto con notable alegría.

— No. Tengo cosas que pensar, han pasado muchas cosas en estos meses, tantas que quisiera olvidar, tantas que no quería presenciar. — los ojos del Jinchuriki se iban apagando con cada palabra. — Pero... También otras que me dan un motivo, por pequeño que sea, de seguir con vida y seguir luchando.

— ¿Qué estas diciendo?

— Que a pesar de que no volveremos hacer los mismo de antes, que a pesar de lo que hiciste. Estoy agradecida y feliz de haberte conocido. — le dio una sonrisa sincera. — Gaara, te quiero en tan poco tiempo.

— Yo... — la YukiHana lo interrumpió.

— Nos queremos en tan poco tiempo, y siento que estamos más unidos que nunca, pero por eso mismo, no podemos estar juntos todavía, no nos conocemos realmente. — los dos pelirrojos sintieron sus corazones detenerse. — No sabemos nada del otro, y la verdad es que...

— ¿Es que, qué? — pregunto impaciente.

— La verdad es que no tengo tiempo para eso ahora, debo hacer muchas cosas más para sentirme lista de tener una relación, debo saber cuando comenzaré de nuevo, debo sentir ese día. — bajo la mirada apenada.

— ¿Y cuando será ese día?

— No se, no lo se Gaara. No se como se sentirá ese día, he estado feliz, motivada y tranquila antes, pero no lo suficiente para saber que es ese día. Ese día que mi mente y corazón estén en calma, que sabre que nada podrá dañarme de nuevo. — lo volvió a mirar. — Gaara debes irte.