Capítulo 2.
Me despierto al rodar por unas escaleras en mis sueños.
Rápidamente salto de la cama al ver que eran las siete y el sol comenzaba a filtrarse escasamente por las cortinas. Corro hasta el baño desvistiéndome en el camino. Abro el grifo y doy un bote al contacto del chorro de agua fría en mi cabeza. Enjabono todas las partes de mi cuerpo y me deshago del molesto vendaje que me cubre la nariz y cepillo mis dientes con rapidez.
Diez minutos después, salgo envuelta en una toalla. Cojo otra toalla de la percha y quito el exceso de agua en mi cabello. Prendo el secador y comienzo a pasarlo por los mechones de mi pelo mojado. Cinco minutos más tarde, está completamente seco.
Voy dando carreras de nuevo al cuarto y abro sin ningúna delicadeza alguna el armario. Saco de el un par de vaqueros negros ajustados corte alto, una camiseta pequeña gris donde solo cabría una niña de seis años. Unas botas Adidas blancas y la cazadora negra. Rebusco entre los cajones mi ropa interior y agarro lo primero que encuentro.
Término de colocarme la ropa interior y aplico crema de uva por mi cuerpo. Subo los vaqueros y tras ellos le sigue la camiseta, procedo a sentarme en el borde de la cama y me coloco los calcenites hasta los tobillos e introduzco los pies dentro de las botas. Me acerco para coger la mochila y tocan la puerta.
La abro.
-Buenos días - Anna me tiende unos cuadernos. Los agarro y le doy las gracias mientras meto dentro de la mochila cuatro y dejo los demás en la mesilla - El desayuno ya está listo y... Has algo para cubrir ese moretón en tú nariz - se ríe, marchándose.
Mierda.
Nuevamente corro al espejo y aplico base en ese pequeño moretón. Cepillo mi cabeza unas cuantas veces; acomodando el flequillo de la frente. Agarro la cazadora y mi iPhone y me marcho casi corriendo por los pasillos.
Al acercarme al comedor puedo oír a todos charlar pero cierran el pico una vez que entro. Ocho pares de ojos me observan, como si fuera el presidente de los Estados Unidos que hace su aparición en esta casa. Mascullo los buenos días y para mi desgracia encarnada... Me siento entre Logan y Holder. No sin antes supervisar la silla, entrecierro los ojos a Logan y este se encoge despreocupadamente mientras bebe el zumo de naranja.
-Tessa, estaba contándole a los chicos acerca de ti - me atraganto con la saliva. La miro con cara de: ¿Qué me estás contando?
-Mmmm... Seguro, cosas vergonzosas.
-No, para nada. Justo antes que llegarás les estaba contando que fuiste a la academia de Taekwondo.
Asiento, incapaz de hablar al sentirme mareada por el perfume de Holder. Podría embriagarme sin darse cuenta.
-¿Quién ha hecho el desayuno? - le pregunto a Anna mientras veo como Logan se levanta de su asiento y me sirve huevos revueltos con pan tostado.
Frunzo el ceño. ¿Le habrá echado algo a la comida? Quizás me ha echado purgantes para que me dé diarrea.
-Lo ha preparado Logan. Se ha levantado desde muy temprano.
Apuesto a que si.
Lo miro tratando de buscar que es lo que trama, pero no encuentro nada. Por más que la boca se me haga agua, no pienso tomar un solo bocado del plato.
¡Ni de coña!
Por el rabillo del ojo pillo a Holder mirarme. Desvía la mirada a su plato cuando me vuelvo para verlo.
-Creo... Que prefiero comer fruta - cojo una manzana del frutero y la muerdo.
-¿Debo tomarlo como un insulto para mi desayuno? - pregunta sorprendido. ¡Y tiene el descaro de hacerse el ofendido!

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Something
Fiksi RemajaEsta historia relata el amor de dos jóvenes de mundos diferentes. Holder es un jóven que ha tenido que pasar por una situación tormentosa en su vida y eso lo ha marcado en un rebelde violento y frío que no quiere ver lo qué pasa a su alrededor. Se...