Capítulo 13.

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Capítulo 13.

Sé que juego con fuego al aceptarlo con todos sus demonios encerrados. ¿Podré llegar a él antes de que salga destruída? O mejor aún, ¿seré capaz de salvarlo a él y salvarme yo misma?

No sé qué sentimientos tengo hacia este hombre tan confuso. Algunas veces lo odio hasta la muerte, otras veces tengo un lío con las balanzas del cariño y la amistad. Volviendo mi cabeza un bombo.

Holder enreda sus manos en mis rizos, tirando suavemente de algunos mechones; lo miro.

-Ayúdame, Tess.

-¿Cómo te ayudo sin que me destruyas? - ya está. Ya lo he dicho. Sus orbes azules me transmitían frustración, ira... Dolor. Duramos un rato contemplándonos en silencio hasta que suelta un suspiro. Los cierra y apoya su frente en la mía.

El corazón me salta hasta la garganta, y un cosquilleo rodea mi vientre ante la cercanía de su nariz.

-Esto es tan jodío...

Su agarre se intensifica, haciendo que un leve dolor apareciera en mi nuca. ¿Es posible que sienta aquellas ondas de magnetismo al estar tan cerca?

-Hueles tan bien... - jadea, frotando de arriba abajo la punta de su nariz con la mía.

Trago saliva al sentir sus labios desplazarse hasta mi cuello, descendiendo lentamente la suavidad de su boca por mis mejillas, mandíbula y el arco que une a mi cuello, y hombro. Haciendo que millones de sensaciones eléctricas me atravesaran; convirtiéndome en un manojo de nervios y extremidades gelatinosas. Abro los ojos desmesuradamente cuando sus labios son reemplazados por algo más húmedo, y suave. ¡Dios! Su lengua recorre un lado de mi cuello para después desaparecer y ser sustituida por dientes.

Empuño las manos en su camisa, dejando que él tire de mi cabeza hacia atrás, exponiendo mi garganta a su ardiente y hambrienta boca. Todo yo hormiguea al contacto de sus labios en mi piel sensible. Muerde con fuerza; doy un respingo al sentir un leve picor para luego él succionar esa zona, pasando la lengua en círculos donde mordió. Cierro los ojos y me pierdo en las sensaciones descarriladas que experimenta mi cuerpo inexperto.

Se retira cuando deja de chupar, mirando con una sonrisa traviesa mi piel roja. Sus labios húmedos se desplazan por mi clavícula, mejilla, y la comisura de mi boca; rozándolos haciéndome estremecer. Algo dentro de mi se enciende como el fuego en una cerilla que va consumiendo la madera.

Esa sensación me asusta. Me asusta mucho.

¿Qué estoy haciendo?

-No... - susurro con la voz entrecortada. Abro los ojos y me encuentro con los intensos ojos azules de Holder observándome, sin vergüenza, y confuso.

Arquea una ceja, diciendo mudamente: ¿Qué haces? 

Mis mejillas se llenan de sangre caliente. Aún con nuestros ojos entrelazados, mirándonos, él se acerca. Suaves, húmedos y tentadores. Así me parecen sus labios.

Cojo su mentón entre mis dedos. Deteniéndolo.

-No podemos hacer esto.

-¿Por qué? ¿Por qué eres mi hermanastra? ¿Por qué yo soy tú hermanastro y bla bla bla? - replica, mostrándose herido por mi rechazo.

Las palabras que dice logran sembrar la duda en mí.

Su aliento choca contra mi boca, volviéndome insegura. Noto los músculos de su mandíbula hacer un tic. Impaciente.

-Esto no está bi...

-A la mierda si es lo correcto o no... Qué se jodan todos.

Nuestras bocas se encuentran en una potente descarga que me hace retroceder, llevándolo conmigo, estrellando mi espalda contra la pared. Jadeo por la falta de aire en mis pulmones. Holder se apodera de mis labios al momento, guiando a los míos en un beso candente; produciendo chispas a nuestro alrededor.

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