Capítulo 38.

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Capítulo 38.

Al llegar a casa, soy la última en bajar, siguiendo a Anna y Stephan desde atrás. Mi mirada se desvía fugazmente hasta el aparcamiento y siento una decepción al no encontrar la motocicleta aparcada ahí.

Entro, cerrando la puerta a mis espaldas y en eso veo a Logan, sentado en el sillón, mirándonos con el ceño fruncido. Me repasa lentamente pero no sé sí es por mi cara pálida o el humorcito que llevo encima que no abre la boca, levantándose del sillón.

-Joder, tenéis cara de tragedia - un silencio incómoda se hace presente ante el mal chiste. Logan carraspea - Mañana exijo los detalles - dice como si nada, metiendo la mano en los bolsillos delanteros de su pantalón deportivo y comenzando caminar hacia las escaleras, dejándonos solos nuevamente.

Una vez que estamos solamente los tres en la sala, me dispongo a dar las buenas noche para poder ir a darme una ducha y conseguir apagar mis pensamientos al dormir. Pero el destino me odia.

-Stephan, ¿puedes dejarme un rato a solas con Tessa, por favor? - masculla, escuchándose agotada.

Él asiente, dirigiéndose a su habitación mientras nos deja a mi madre y a mí a solas.

Me muerdo el interior de la mejilla, atreviéndome por primera vez desde que llegamos, a mirarla. Anna se deja caer sobre el sillón, dándome la espalda. Es una clara señal que me dice que tome asiento frente a ella.

Recelosa, me siento sobre un sillón, con los nervios carcomiéndome las entrañas mientras mi mente va en mi contra. Relájate, Tessa.

-Sí te pregunto qué pasó, ¿me lo dirás?

Guardo silencio.

¿Exactamente qué le diré? ¿Lo de Holder? ¿Lo que hay entre nosotros? ¿Cómo demonios acabé en la cárcel? No lo sé. No me atrevo a formular aunque sea una vocal. Venga, que no todo el tiempo tú hija es arrestada.

Miro un punto muerto cerca de los pies de Anna, con la cabeza inclinada y con mis labios sellados uno encima del otro, dando una respuesta silenciosa.

Mi madre suspira pesadamente. Parpadeo, sin atreverme a alzar la mirada.

-Sigues decepcionándome, Tessa. Entiendo que Holder, te incita a hacer cosas que tú no quieras hacer pero esto ya se está saliendo de control. ¿La próxima vez que pasará? ¿Ser arrestada por consumir drogas?

Mis puños se cierran en mi regazo con fuerza mientras el calor me recorre la cabeza. ¿Qué coño está diciendo? ¿Qué Holder me hará cometer cosas malas...? ¡Mierda! Eso es ridículo. Él nunca ha hecho nada que yo no quiera.

-Sabes que él no es estable, nena. Ese niño sólo está jugando a ser un adulto y tarde o temprano terminará muerto en un sucio callejón por andar con otras gentes, si no controla ese carácter destructivo y por la misma manera, no quiero que estés cerca de él para que te arrastre, ¿entiendes, cariño? - no hablo, sintiendo la furia hervir mi sangre ante sus frías palabras faltas de tacto. ¿Cómo puede ser tan despiadada? Oh, joder, había olvidado que esta nueva mujer era muy distinta a la madre que recuerdo.

Una parte de mí se niega a dejarlo solo, a la vez que la otra me aconseja que escuche a Anna, y que haya antes que todo esto me destruya.

-Tessa, ¿estás conmigo? - su voz vuelve a colarse dentro de mi cabeza. No sé en que momento me desconecté, pero cuando vuelvo en sí, subo los ojos hasta su cara.

Las palabras abandonan mis labios antes que pueda detenerlas: - No lo haré.

Ella parpadea, frunciendo el ceño en confusión. Joder, joder, joder.

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