Deshojando el Pasado

174 27 10
                                    



Ambas mujeres hicieron el recorrido hasta el apartamento cada una en su auto, Florencia guiaba a Jazmin y está intentaba memorizar calles y avenidas por donde estaban circulando pero la imagen de ese saludo de amigos desviaba su concentración. Después de lo que presencio y teniendo siempre un trato distante con Pablo no le resultaba tan simpática su cercanía con su chica, pero prefirió no hacer conjeturas que desencadenaran una visión errada y esperaría paciente lo que Florencia debía contarle. En el camino habían parado para comprar los bombones favoritos de Mauren así Jazmin se sentiría más tranquila de no llegar con las manos vacías a conocer a quien la mujer que amaba consideraba una hermana. Una vez que estacionaron los autos Florencia se apresuró a abordarla.

─¡Jazamor! ¿Me puedes decir por qué estás tan seria?

─Supongo que son los nervios por conocer a Mauren.

─¡Disculpa que insista! ¿Seguro que es eso lo que te pasa?

─¡Ya sabes que no! Pero tengo que aprender que las cosas pasadas o presentes en tu vida las sabré cuándo tú decidas contarme y no cuando yo necesite saberlas.

─Te agradezco que tengas paciencia y empieces a confiar en mí. ¿Puedo hacerte una petición?

─La que quieras.

─Dime siempre lo que piensas y si te afecta más todavía, no quiero malos entendidos entre nosotras y menos por terceros.

─Lo haré siempre que no me afecte al punto de hacerme decir lo que no siento y herirte.

─¡Gracias! Yo también haré lo mismo. Prefiero morder mil veces mi lengua que

dejar que de mi boca salgan palabras que dañen y en nada contribuyan a hacernos crecer como pareja. ¿Puedes abrazarme fuerte y darme un beso que me duré hasta que podamos estar solas?

─Mejor te doy un abrazo suave y el beso breve.

─¿Por qué me quieres cambiar lo que te pido?

─Solo quiero dejarte con la sensación de ansiedad, recuerda que de lo bueno poco.

─Eso no me parece justo.

─Tendrás que aprender a aceptar que todo aquello que me pidas no siempre podré dártelo o complacerte.

─¡Me estás matando, sabes! ¿Subimos?

─¿Y lo qué me pediste? ¿Ya perdió interés?

─¿Tú que crees? No me gusta que me condiciones, no cuándo te pida muestras de afecto.

─¡Eres una chiquilla caprichosa!

─Lo soy y puedo serlo más si no me dan lo que quiero.

─Asumiré el riesgo. ─Jazmin comenzó a caminar hacia los ascensores, Florencia llamó su atención algo frustrada.

─¿En serio Jaz me vas a dejar así?

─¡Vamos! Ya quiero conocer a Mauren. ─ Florencia no quiso tomar la mano de su compañera que se extendía y solo la miro desilusionada para hacerle saber que su actitud le había dolido. Jazmin estaba consciente de lo que hiso y no reaccionar al gesto de su pareja era lo mejor en ese momento, si hablaba se evidenciaría su molestia por la escena que presencio entre Florencia y Pablo. Al abrir el ascensor y entrar ambas tomaron distancia, el silencio se adueñó del espacio y no se miraban.

─Ya empiezan a verse nuestras intransigencias y debilidades.

─Para mí solo discrepancias, Flor. Afortunadamente corregibles.

Entre Flores y CosméticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora