Desmaquillando un sentimiento

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La presentación de los productos de Sminka se extendió más del horario habitual y aún Jazmin seguía atendiendo a la prensa y a invitados especiales. Su ansiedad ya estaba traspasando los límites a pesar de que Tamara y Amelia no podían ayudarla más de lo que ya lo estaban haciendo, asumiendo actividades que le correspondía a la gerencia a su cargo. Tener que esperar para verse con Florencia la mantenía en un estado de zozobra y un poco de mal humor. Seguramente la chica de ojos cafés se encontraba en las mismas condiciones, con la favorable diferencia de no tener un compromiso que cumplir por obligación. Es difícil sonreír y mostrarse amable con gente que no conoces, esto en parte hacía que Jazmin odiará por momentos su trabajo y deseará con más intensidad estar en otro lugar con esa mujer hermosa que comenzaba a llenar su corazón.

─¡Ame! No tenemos otra que aplicar un plan b para sacar a Jazmin de aquí, parece una loba enjaulada.

─¡Ni que lo digas! El problema es que aun nuestra jefa máxima no se ha retirado.

─¡Amiga! Las emergencias surgen solas o se generan, cómo en este caso.

─¿Y cuál será esa urgencia esta vez?

─La verdad no sé me ocurre nada. He estado bajo tanta presión estos días que debo tener las neuronas en huelga.

─¡Tata! ¿Ya sabes que yo para improvisar soy pésima? Sin una idea clara creo imposible sacar a nuestra colorada amiga de las fauces de la prensa e invitados.

─¡Que mierda! Esto se nos complicó de una manera tan infantil.

─¡Eureka! Toma una copa de champan y sígueme la corriente.

─¡Ay Dios! Perdónanos y no olvides que lo hacemos por una buena causa.

La gerente de recursos humanos y su jefa Anastasia Ferruchino se hallaban conversando amenamente con un periodista especializado en el mundo cosmético, cuándo irrumpieron en la escena sus adorables amigas. Amelia fingiendo haber tropezado derramo a propósito aquella bebida helada en el traje de fina tela de Jazmin, que quedo en shock al verse mojada hasta sus zapatos. Apenada Amelia usando sus dotes de actriz dramática.

─¡Por Dios, que torpe he sido! Jazmin mil perdones. ¿Qué puedo hacer para

solventar este grave error?

─No te preocupes fue un accidente.

─Yo creo que lo mejor es que te marches a casa Jazmin. Ya el evento está próximo a concluir y tu buen desempeño esta noche a sido A1.

─¡Gracias, Señora Ferruchino! Pero iré al baño para tratar de arreglarlo.

─No irás a ningún otro lado que no sea tú casa y es una orden.

─Le ofrezco mis disculpas jefa no fue mi intensión que la noche tuviera este desenlace.

─¡Tranquila, Amelia! Entiendo que han estado presionadas estos días y debo agradecerles tanto a ti como a Tamara su buen trabajo.

─¡Gracias! Nos comprometemos a atender a los invitados que todavía permanecen en el evento. ¿Estás de acuerdo Tamara?

─Totalmente y gracias por sus palabras eso nos alienta a seguir mejorando. Luego de la conversación dónde todo quedo aclarado y la actuación de las amigas no despertó sospechas, Jazmin abandono el lugar para dirigirse a su oficina y cambiar su ropa sin ser vista. Estando allí se tomó unos 15 minutos para sacarse el espumoso líquido de su cuerpo y ponerse ropa más cómoda. Transcurrido ese tiempo y ya vestida activo su móvil para enviar un whattsap.

─¡Estoy lista para gritar toda la noche! Te Espero en el sitio acordado. Mientras recogía su ropa y calzado para guardarlo en el bolso llegó su respuesta.

Entre Flores y CosméticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora