Entre Flores y Cosméticos

Emulsión de Flores

Amelia y Tamara esperaban inquietas la reacción de su amiga que tenía su mirada fija en el espacio sin decir ni hacer nada.

─¡Jaz! ─con su voz más dulce Amelia quería hacerla salir de su trance momentáneo ─ Florencia acaba de expresarte en ese hermoso mensaje que no le eres indiferente y que le gustas, que está dispuesta a vivir contigo esa oportunidad que tanto has deseado estos días y pienso yo que el próximo paso debes darlo tú.

─¡Amiga! Estoy de acuerdo con lo que ha dicho Ame. Sé que todavía estás experimentando esa especial sensación al ser testigo de tan maravillosa expresión de amor. Para mí es una fiel prueba de que su historia comenzó a escribirse este día. Nunca te he presionado pero en esta ocasión lo haré. Ahora toma ese móvil y dile que quieres verla y que no importe la hora.

─Eso es justo lo que pensaba hacer pero está el evento y es parte de mi trabajo.

─¿Y qué tal si la invitas a venir? Estamos a tiempo y además a que mujer no le gustan los cosméticos y todo aquello que la va a ser lucir más bella.

─¡Buen punto Ame! ¿Y si no puede venir, que hago?

─¡Esto si no lo veo no lo creo! Jazmin del Rio no sabe qué hacer para poder verse con una chica.

─¡Tata! No es necesaria tu ironía en este momento. Ayudémosla a pensar no ves su condición, esta abrumada.

─¡Lo siento! Aportare sólo buenas y factibles ideas.

─Insisto llámala e invítala y yo te presare mi auto para que pases por ella.

─¡Buena esa Ame, dame cinco! ¿Qué dices Jaz?

─Déjenme ordenar mis ideas, tranquilizarme y la llamo. ¡Gracias amigas son lo máximo! Créanme estoy que no me cabe la felicidad en el cuerpo pero no dejo de sentir miedo por qué no quiero mandarme otra... bueno ya saben.

─¡Tranquila Jaz! Déjate llevar por tu corazón no tendrás mejor guía.

─¡Eso es muy cierto! Lo único que debes tener en cuenta es que ya aprendiste la lección y tienes que ir más despacio.

─Por Florencia dejare salir de su caparazón a la verdadera Jazmin. Ella no es una chica cualquiera. Es la única que quiero ocupe mis pensamientos.

Florencia ya en el local de Pasionaria con su equipo organizaba todo lo que usaron para luego retirarse a sus hogares, en las 8 horas que estuvieron decorando el salón en la sede de Sminka el agotamiento más que físico fue emocional. Todos estaban satisfechos con el trabajo concluido y ahora solo esperaban los comentarios positivos o no para seguir mejorando y ofreciendo un servicio de calidad. La amante de las criaturas se hallaba intranquila y anhelando una señal de Jazmin trataba de distraerse al quedarse sola. Si en ese momento alguien pudiera concederle un deseo pediría saber que pensaba la chica de ojos verdes hermosos de su propuesta y así calmaría un poco el torbellino de emociones que sentía en su pecho. Algo tenía que hacer o la ansiedad por la espera la llevaría al límite, cosa que insistía en evitar.

─¡Flor! Pensé que hablaríamos a mi regreso. ¿Qué paso?

─Hace más de una hora que le envié el mensaje y recibí el de ella pero nada más ha sucedido. Me estoy desesperando Mauren. ¿Dime, la llamo?

─¡No lo creo conveniente! Sabías que esto podía pasar y te dije que te llenarás de paciencia. Debes esperar a que ella dé el siguiente paso. No dejes que tu ansiedad te lleve a cometer otro error que vas a lamentar.

─¡Tienes razón! Si estuvieras aquí sería más llevadera mi angustia.

─¡Lo sé Amiga! Perdóname. El universo mueve sus hilos a su antojo y nunca te pregunta dónde quieres estar.