Fragancias Explosivas

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Al llegar a su apartamento Florencia encontró una nota en la mesita donde por costumbre dejaba sus llaves. "En el micro te deje la cena. Espero verte antes de irme. Un beso. M". Una vez la leyó sonrió agradecida. Tener a alguien en tu vida que te brindara un afecto desinteresado era algo que apreciaba. Se dio una ducha rápida se puso ropa cómoda para dormir y fue a la cocina para calentar su comida. Enseguida tomo su portátil la coloco en la encimera para encenderla y se sentó en la banqueta. En la bandeja de entrada de su correo se hallaba la solicitud de Pablo con toda la información detallada de lo que necesitaba. Busco su plato de comida se sirvió un vaso de agua e inmediatamente mientras llevaba pequeños bocados a su boca empezó a elaborar el tan ansiado presupuesto. Al terminar de comer y concentrada en su trabajo sintió unos cálidos brazos rodear su cintura y luego un suave beso en su mejilla.

─¡Hola! ¿Todavía a esta hora trabajando, no te cansas?

─¡Hola! ¿No me digas que te desperté?

─La verdad fue tu tecleo quien lo hiso.

─¡Perdón Mauren!

─¡Tranquila! Creo que también estoy algo inquieta por el viaje.

─¿Cuántos días estarás fuera? ─La chica tomo asiento al lado de Florencia.

─¡Cuatro! Espero que para ese entonces el olor por las remodelaciones en mi apartamento me permita volver a habitarlo.

─Por mi pueden tardarse mucho más tiempo, es bueno tener tu compañía.

─Lo mismo dijo amiga pero ya he abusado de tu hospitalidad.

─¡Mauren, por favor! Voy a fingir que no escuche eso.

─¡Lo siento Flor! La verdad yo también he disfrutado estar aquí. Lamento que estar estos días afuera pero sabes como es mi profesión debo estar al día. Solo espero no tengas una crisis mientras estoy lejos.

─Sabes que si no estás es cuando más me cuido.

─¡Lo sé! Es solo que me preocupo mucho por ti, porque te amo. Eres aparte de mi mejor amiga mi cliente favorita.

─¡Yo también te amo! No te has ido y ya te estoy extrañando. ─ Florencia tomo con fuerza la mano de Mauren.

─Esperemos que las horas pasen rápido. No te desveles.

─¡Seguro no lo haré!

Al día siguiente muy temprano y luego de despedir a su amiga en el aeropuerto, Florencia decidió regresar a su apartamento. Algunos quehaceres domésticos tenía pendiente y retrasarlos más no estaba en sus opciones. Se preparó un buen desayuno y puso a cargar su móvil, hoy particularmente se sentía nostálgica y ese estado anímico siempre lo acompañaba con música. Para ella las flores y la música no podían faltar un día en su vida y su gusto por esta última la definía como una chica eclética. Su lista de estilos musicales variados cada vez crecía más y hoy particularmente solo quería llenar sus oídos con canciones muy melancólicas y clásicas de los Beatles. Desde la primera en oír que fue Hey You, pasando por And I Love Her, Yerterday, All you need is love y luego unas cuantas más llego el turno de canción favorita Le It Be que repitió unas seis veces para después concluir sus labores hogareñas entre la canción In My Life y Penny Lane. De inmediato se fue al closet a buscar ropa casual, darse un baño y acudir a su cita para almorzar con su amigo Pablo, quería salir más temprano previniendo como era su costumbre no llegar tarde. Entro al estacionamiento con su pensamiento positivo en que encontraría un puesto donde dejar el auto, cuando lo diviso aceleró para ocuparlo pero otra persona también lo había visto y colisionaron de frente. Florencia respiro hondo, apago el motor y se bajó para ver que cuánto daño se habían causado.

Entre Flores y CosméticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora