Tratamiento Humectante

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Después de la conversación de Jazmin con Florencia ésta llego a su casa consternada, mucho no logro transmitirle su amiga Tamara durante el trayecto para levantarle el ánimo y desde su perspectiva hacerle ver que nada estaba perdido en su reciente relación. Fue cerrar la puerta tras de sí y apoyarse de en ella cuando comenzó a sentirse sorprendida y abrumada por sus lágrimas que salían sin contención y una extraña sensación de vacío la inundo de pies a cabeza. En su estado de conmoción se arrepintió de no haber podido estar esa noche con la mujer que le proponía la felicidad y ahora observaba en su móvil. Cortar aquella llamada sin haberse hecho tan siquiera una propuesta fue un error según su opinión. Desde que coincidieron en ese estacionamiento todo había fluido muy rápido, era lógico ahora que ambas se cuestionaran si su relación tenía futuro. Para ella era evidente que sí y no dudaba que para Florencia también pero esa situación que enfrentaban y de la que no surgía una solución las estaba desesperando.

─No te espere tanto tiempo para perderte, Floramor─ se decía intentando despejar sus ojos y dejando caer al suelo su maletín y cartera ─No me voy a dar por vencida. Sé que esto tiene una solución y la vamos a encontrar porque nos amamos. Sin ti mi vida se convertirá en un jardín de soledad y tristeza donde se marchitara mí amor sino estás a mi lado.

Sin esperar más a recibir ese mensaje que Florencia prometió enviarle, activo su celular para llamarla. Una, dos, tres y cuatro veces y no contestaba, desilusionada tranco solo quería escuchar su voz. Pensó que quizás no había llegado o tal vez estaba en camino o peor aún se sentía tan terrible como ella y decidió no tener ninguna comunicación hasta verse al día siguiente. Sólo horas llenas de angustia tendría de acompañantes, horas que estaban muy lejos de semejarse a las que paso con esa chica de ojos color café que le enamoraban cada segundo y en los cuales podía ver su reflejo. Volvió a insistir sin respuesta su llanto y sensación iban aumentando. Recogió sus cosas y se fue a su habitación, al entrar se lanzó en la cama buscando algún rastro de su Floramor en la sabana o en las almohadas y lloró desconsoladamente al no hallar lo que con tanto anhelo deseaba. Mucho tiempo estuvo tendida en la misma posición lamentándose y odiando tener su condición. Qué diferente sería su vida si su alergia no le impidiera vivir su historia de amor sin límites ni restricciones. Pasadas las nueve de la noche ya bañada y empiyamada se obligaba a comer algo ligero cuando el sonido del timbre de su móvil le avisaba la entrada de un mensaje, por fin un simple whattsap de Florencia con seis letras que le alegraba la vida.

─¡Llegue!

Con el sándwich en el plato dejó el vaso del que había bebido un sorbo y se dispuso a contestar pero se detuvo en seco y su rostro se transformó en segundos cuando otro mensaje la sorprendía gratamente.

─¡Ábreme la puerta! Estoy desesperada por sentir la calidez de tus brazos.

Se levantó rápido de aquel banco de la cocina que por su impulso cayó al piso, tiro su celular en la encimera y apuró sus pasos hacía la puerta sin fijarse si en realidad Florencia estaría del otro lado. Súper emocionada sus lágrimas volvían a hacerse presentes, cuando abrió sintió al instante el peso de la chica que amaba envolviéndole el cuerpo con sus brazos y piernas y tomaba por asalto su boca mezclando el llanto de ambas. El impacto la hiso tambalearse y haciendo un esfuerzo enorme por no perder el equilibrio y caer las dos al suelo la sujeto fuerte apoyándola en la pared para corresponder a su beso como ella merecía. Poco a poco la necesidad las fue llevando a una posición más cómoda en la que pudieran desarrollar más su inventiva, ésta acción fue aprovechada por Jazmin para despojarla de aquel bolso que Florencia traía en su espalda e inmediatamente cerrar la puerta. En su contacto por momentos efusivos y otros acompasados dejaban ver lo mucho que se extrañaban, mirarse les imprimía una sensación más que indescriptible placentera. Florencia degustaba el sabor de los labios de la chica que amaba y Jazmin le mostraba todos los besos cargados de amor que ella le inspiraba. Esa falta de sueño de la que fueron víctimas horas antes sería desalojada por la urgencia de aclarar lo que se dijeron por teléfono. Ya más balanceadas las emociones se limpiaban las lágrimas.

Entre Flores y CosméticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora