Flores Inéditas

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Para cubrir las demandas por el día de San Valentín a sus cuatro empleados y a la dueña de la floristería Pasionaria, se les estaba haciendo cuesta arriba cumplir con todos los pedidos. Florencia Estrella a pesar de la enorme cantidad de trabajo que se generaba en una fecha tan importante, no perdía su buen carácter y mantenía en su rostro siempre una especial sonrisa. Desde hacía tres años había hecho realidad su gran sueño de niña, tener un negocio de flores dónde pudiera compartir sus hermosas historias sobre el significado de ellas con todo aquel que entrase en su tienda. Su sacrificio en tiempo y dinero hoy le rendían sus frutos. Alegrar la vida de otros por medio de flores y todo lo que tuviera que ver con ese mundo a ella la llenaba de felicidad y de eso daban fe los que ya formaban parte de su exclusiva lista de clientes. En cada elaboración desde un gran arreglo floral hasta una simple flor envuelta en papel transparente iba impreso su amor por estas criaturas de la naturaleza como Florencia las llamaba. Las flores desde hace muchos siglos son el mejor de los regalos, no solo en días conmemorativos sino en aquellos dónde se quiere expresar los sentimientos sin tener que utilizar las palabras, ese era su pensamiento.

─¡Florencia! ¿Tienes cinco minutos para un viejo amigo?

─¡Pablo, por Dios! Que agradable sorpresa volver a verte. ─En un efusivo abrazo acompañado de dos besos los amigos se saludaban.

─Estás flores que te rodean no le hacen honor a tu belleza, sigues tan preciosa como cuando te conocí.

─¡Gracias! Extrañe lo caballero y poeta que eres. ¿Cómo estás? ¿Y eso que me encontraste?

─¡Estoy muy bien! Te juro que entre por casualidad. ¿Es tuyo este negocio?

─Desde hace un año es todo mío.

─Te diré que habla de ti en cada rincón. ¡Perdón! Sé que estás contra reloj y yo quitándote el tiempo. Aunque no te miento si te dijo que necesito tus servicios. ¿Será que podemos reunirnos? Tú dime cuando y donde y allí estaré como un clavel. Aquí tienes mis contactos.

─¡Quién lo iba a decir! Tú trabando en una empresa cosmética.

─¡Sí, es una total locura! A mí todavía no se me ha cumplido mi sueño y al tener dos profesiones alguna me tiene que dar de comer.

─Eso es muy cierto. ¿Entonces puedo llamarte a cualquier hora? Tenemos que ponernos al día ya son más de 4 los años que no nos veíamos.

─Sigo siendo noctambulo amiga. Fue un placer verte me alegraste el día.

─Lo mismo digo Pablo. Te llamare pronto.

Cerca de las diez de la noche Florencia y su equipo terminaban su jornada

cansados y esta para compensarles su compromiso les dio un bono en dinero y un día de la semana libre.

─¡Equipo Pasionaria! Una vez más cubrimos la meta y hasta más allá. ─entre aplausos y silbidos Laura, Julián, Cecilia y Enrique celebraban el logro de un nuevo reto.─ Gracias por ese extra que pusieron hoy. Los quiero. Váyanse a descansar yo cerraré. Recuerden que mañana no trabajamos.

Luego de quedarse sola en su pequeño refugio Florencia rememoraba su época en la universidad cuando junto a su amigo Padu estudiaban Botánica. Pablo Dugarte fue el chico más apuesto y especial que se cruzó en su vida, era de esos hombres atentos, detallistas que sabían cómo halagar y tener la atención de una mujer. Por meses esa amistad se vio comprometida ante la insistencia de este de ser más que amigos, justo cuando Florencia comenzaba a descubrir tener otras preferencias. La situación entre ellos llego a hacerse tan incómoda que transformó a Pablo en un hombre celoso, razón por la cual Florencia le revelo su secreto. Acordarse de la promesa que este le hiso aquel día llorando al saber la verdad todavía hoy la conmovía. Pablo antes de marcharse le juro, que ella sería la mujer que él siempre amaría. Hoy lo veía regresar a su vida esperando que mantenga su intención de ser sólo su amigo.

Entre Flores y CosméticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora