La suerte es cruel conmigo

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Luego de el gran rato que me hicieron pasar ahí adentro de las duchas; literalmente me dolía más que todo la pierna izquierda... pero aún podía caminar de milagro; me alegra que hayan quedado por lo menos satisfechas, no fui tan rudo con Ruby dado que ella me dijo en secreto que era la primera vez en probar algo nuevo como esto... así que, quise darle algo especial y más delicado que con Kali, Yang y Nora... que ellas directamente fueron a lo grueso y duro del asunto y acción. A pesar de no haberla visto en mucho tiempo (unos 23 años por ahi), Kali parecía no haber cambiado casi nada... es decir; era la misma que conocimos Paty y yo de casualidad, la misma físicamente con la que casi me acuesto... y seguía siendo la misma en cuanto a su forma de actuar.

Luego de "tanta diversión", tuve que salir de ahí un tanto adolorido de la espalda... tantos rasguños, pero me sanaba de a poco; quise cumplir mi palabra con Paty; aunque primero y sobre todo tenía que hablar con ella y ver si estaba de humor y si me perdonaba para invitarla aunque sea. Subí a la azotea de la torre donde estaba ella, parecía estar concentrada leyendo un pequeño libro; solo llegué por detrás y coloqué mi mano en su cabeza:

-¿Que quieres? -me dijo ella sabiendo quién yo era.

-¿Sabías que era yo? -dije sorprendido.

-Eres el único que se atreve a tocar mi cabeza... no es que me queje, pero eres el único que la toca. -me dijo volviendo al libro, retiré mi mano y me senté a su lado.

-Y... ¿Que lees? -le pregunté intentando entablar una conversación.

-Lo encontré camino acá... estaba debajo de una mesa y escombros. -dijo riendo un poco.- Sabes... te pareces un poco al protagonista.

-¿A si? ¿En que sentido? -dijo cruzando mis brazos.

-Bueno, lo que he leído es de alguien que secuestra al presidente en su propio hogar... que le dice su plan, el presidente acepta a pesar de que años más tarde el mundo estará en guerra. El protagonista básicamente es un piloto, que estaba en un desfile justo cuando las fuerzas enemigas atacaron en emboscada y sin previo aviso. -me dijo ella regresando páginas del libro.- Él es decidido, dedicado, es valiente... a la vez se preocupa por los suyos; y les rinde homenaje cuando alguien ha caído.

-¿Cuando comenzaste a leerlo? -le pregunté.

-Está mañana. -me dijo entre risas y luego puso su mirada sería.- ¿Por qué estás aquí?

-di un gran suspiro.- Lamento lo que dije antes... estaba cansado, y sinceramente estoy destrozado de haber perdido a mis amigos.

-También eran los míos. -me dijo ella mirando hacia su rifle.

-Escucha, yo no quise arriesgarlos. No quise que vinieran y me siguieran en esto... solo quiero protegerlos a ustedes y tener un futuro que valga la pena. -le dije.

-Ya tenemos uno... -dijo ella en voz baja colocando su cabeza en mi hombro.- Te preocupas por nosotros siempre; eso lo aprecio... yo más que nadie; eres la única familia que tengo, el único verdadero amigo que he tenido....

-Podría decir yo lo mismo de ti, pero me quitaste las palabras de la boca. -dije sonriendo luego ella se levantó y me miró con una sonrisa.

-No tienes que preocuparte tanto por nosotros, también por ti... es decir, si puedes ser dedicado, lindo en algunas cosas qué haces... pero si solo piensas en los demás, te descuidaras a ti mismo. Y no quiero que te pase nada. -me dijo sollozando, no era mucho pero le notaba eso.

-¿Juntos por siempre? -le dije con una sonrisa mientras me levanté y le extendí la mano.

-ella tomó mi mano y se levantó aún sin soltarla.- Más allá del infinito espacio y tiempo. Nunca lo dudes. -me dijo e inmediatamente me abrazó con cariño, sin ninguna fuerza... era un abrazo totalmente sincero, suave y cariñoso; yo hice lo mismo con ella.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora