El error más grande de mi enemigo

76 6 0
                                    

La noche en la que quise por voluntad mía acostarme con Paty, sinceramente fue como una noche más que terminaba de esa manera... no quería hacerla sentir mal, pero mi lealtad y ese amor verdadero era hacia otras dos; a pesar que igual le demostraría que también me importa y hacerla feliz o complacerla aveces.

La noche siguiente fue mi cena doble; con Weiss y Raven... lo que yo creí que iba a ser una cena lo más elegante que se podía, era más una casual... y me gustaba más así a mi opinión. Cuando llegué con ellas, probablemente me estaban esperando... y creo que con una sorpresa para mi, ya que tenían un pastel de manzana en la mesa. Estaba feliz y al parecer se habían arreglado un poco para la cita que teníamos... era extraño dado que... era una época en la que no podías conseguir cosas para arreglarte, solo sobrevivir y aguantar:

-Mi par de estrellas. -dije sonriendo de manera sincera, luego ellas solo me sonrieron con un ligero rubor en ambas.- Se ven tan hermosas y brillantes...

-Ya, no lo digas aquí que pueden escuchar. -dijo Raven.- Dinos todo eso cuando estemos solo nosotras.

-Está bien. -dije sonriendo.- Debí arreglarme aunque sea yo también.

-No es tan necesario, no es que hallamos tenido muchas opciones para arreglarnos por lo menos algo. -dijo Weiss tomando una de mis manos con una sonrisa.

-Se ven tan hermosas como el primer día que las conocí; con ambas empezamos con el pie izquierdo... recuerdo que te hice enojar a ti Weiss y a ti Raven... creo que dejé en ridículo un poco a Qrow. -dije sonriendo mientras que tomaba ambas manos de ellas.

-Se lo buscaba muchas veces. -me dijo entre unas pequeñas risas.

-Y lo de mi enojo... bueno... era más porque creí que no cambiarías esa actitud. Pero veo que si. -me dijo Weiss con una sonrisa y un beso en mi mejilla.

-Ojalá todos los días fueran así. -dije acariciando el cabello de Weiss.

-Podríamos intentarlo, si... -dijo Raven yendo y ordenando la mesa (literalmente) improvisada.

-Cierto, pero a lo que venimos y es el acto principal de la noche. -dije sonriendo y jalé a ambas hacia mi para darles un beso en la nariz a cada una.- Son la razón de porque aún sigo fuerte...

-¿Sabes cuantas veces podríamos escuchar eso? -dijo Raven colocando sus manos en mis hombros, mientras que Weiss las ponía en mi pecho.

-¿Cuantas veces? -dije mirándolas a ambas con una sonrisa.

-De ti... millones y más veces. -dijo Weiss con una sonrisa que a mi opinión era muy tierna, mientras que Raven tenía una que me causaba ternura... eran raras veces las que Raven podía sonreír.

-Yo no me cansaría de decirles millones de veces y demostrarles de millones y más formas... cuanto las amo; y mucho. -les dije y, dado que claramente yo era más alto, se pusieron de puntillas... mientras que yo me agaché un poco a darles un beso a cada una.- Bueno... la comida nos espera, damas primero.

-Oh, muchas gracias caballero. -dijo Weiss entre risas a lo que ambas se sentaron cada una en una silla. Yo me senté en la de el medio de las dos.

-Me pregunto cómo supieron que me encanta el pastel de manzana. -dije sonriendo mirando hacia el pastel.

-Lo dijiste tú mismo luego de tu batalla contra el Wyvern. -dijo Weiss con una sonrisa.- Mientras nos atendías las heridas.

-Pero lo dije más como chiste. -dije mirando sorprendido.

-Cuando se trata de ti... lo dices con sinceridad, sea de la manera en la que suene. Pero eres siempre sincero, luego de tanto tiempo de estar alejada de ti... lo entendí y por eso quise ir a buscarte.
-me dijo Raven sonriendo y tomando tres platos.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora