Venganza desde las Cenizas

Dos almas, un viaje mas alla del cielo.

Las siguientes semanas fueron... ¿como decirlo de la manera más simple? Maravillosos; en los posteriores días Raven y yo salíamos, sea a una pequeña charla, un paseo. La iba conociendo cada vez más, y ella iba sabiendo más sobre mi... y de lo que yo soy realmente, sobre eso, no sentía que ella tuviera incomodidad, mucho menos miedo; al contrario... parecía disfrutar estar conmigo y pasar estos ratos, claro; no eran cada día, ella tenía responsabilidades en su Academia; yo tenía que respetar eso... pero cuando nos encontrábamos, la veía muy feliz y en la mayoría de ocasiones me abrazaba, wow... no sentía un cariño así, desde... hacía tiempo. Habiendo pasado un tiempo desde que ella y yo comenzamos a salir, quería llevarla al siguiente nivel... pedirle que fuera mi pareja, me daba miedo el sólo pensar eso, quería decirle pero ¿parecería un poco pronto? No perdía nada al intentarlo, si me decía si... pues, sería un gran y maravilloso día, pero si me dice que no... al menos lo habré intentado. Eran semanas desde que comenzamos a salir, así que era momento... al menos yo sentía que era el momento.

Está tarde, ya que habíamos quedado en vernos, le preguntaría... no lo que quería, sino una cena en mi casa, o eso tenía pensado en un principio, podía cambiar el lugar. ¿Cuál era mi intención? Era preguntarle lo que quería, después de la cena; estaba nervioso y el solo pensarlo me recorría un escalofrío por la espalda. Era hora, y justamente cuando yo llegaba al lugar a la hora que habíamos quedado, ella también llegaba; venía con la mirada algo pérdida y pensativa, a la vez venía con sus manos unidas casi jugando una con la otra; luego ella levantó la mirada y su cara cambió completamente a una sonrisa al verme a mí, yo hice lo mismo; directamente al acercarnos ella me abrazó con suavidad, podía sentir el cariño... nunca me quejé de sus abrazos, eran cálidos y delicados, yo le respondí acariciando su espalda, luego nos separamos y comenzamos a charlar... un rato tocando temas normales: "¿Como te ha ido?, ¿Que has hecho?" Etc. A la vez que empezábamos a caminar un rato, la veía algo nerviosa por algo... y creo que sabía que era, era complicado... saber lo que sienten los demás no era tan sencillo, tenías que estar en sintonía con ellos, haberlos conocido; cuando eso pasa suelo saber lo que sienten... como aquel día con Patty cuando la veía desesperada por hacer algo acerca del Polvo, ella simplemente... estaba destrozada de solo pensar en la horrible verdad, que probablemente sea o igual no; la veía desesperada, ansiosa y con un miedo... no podía hacer mucho para consolarla pero... parece que lo hice, ella se tranquilizó y podía notarlo posteriormente en su rostro, a partir de ahí ella estaba más sonriente, nuestras amistad se fue estrechando más hasta tal punto de quizá pedirle algunos consejitos con esto de salir con alguien, ya que ella pasó por eso... Patty con todo el gusto me ha ayudado un poco, algunos eran simplemente cosas que no debía hacer, es cierto... intenté muchas veces salir con chicas pero... no resultaron más allá de la primera vista, o de la primera plática. Gracias a sus consejos y a mí manera de ponerlos en práctica, estoy hasta donde estoy y... siento que es el momento; así que tuve que voltearme hacia Raven y detenerla un momento:

-Oye... quería saber si, ¿quisieras venir mañana a mi casa a... una cena? -dije con algo de nervios, pero no quise parecer nervioso.

-¿Acaso llegará alguien y quieres que los conozca? -me preguntó con una sonrisa, creo que pensaba que eran mis padres o algo parecido.

-No, no... -respondí riendo ahora si bastante nervioso- Es decir, una cena, tú y yo solos... ya sabes; como la vez que te quedaste a dormir en mi casa hace 3 semanas. -la miré fijamente sonriendo, pero la cara de ella había cambiado a un tono un tanto rojo y se acomodó un poco su cabello y me sonrió.

-Claro, es... un hecho, ¿A que horas será? -me preguntó sonriéndome.

-Pues, ven... a las 7. -le dije esa hora ya que yo cenaba mucho más temprano.

-Está bien, es... una cita. -me susurró cerca de mí y se acercó bastante más para colocar una de sus manos en mi mejilla derecha y darme un beso en la otra mejilla-