Venganza desde las Cenizas

El comienzo de la venganza

Las semanas siguientes no pude dormir bien, ni los días entre ellos... sentía que ya nada valía la pena; tuve que mudarme si o si con Patty (por obvias razones). Esos días aunque me despertara tarde, siempre había alguien en quien podía confiar... Patty era la única que podía consolarme, la única que permanecía a mi lado a pesar de mi estado... y aunque no tuviera la misma oportunidad con ella que con Raven, seguía siendo una amiga maravillosa que siempre trataba de sacarme una sonrisa cada día... muchas veces lo lograba, y cuando no... por las noches ella iba a la habitación que me había dado a mi, me preguntaba si podía quedarse conmigo esa (y las demás) noche; yo nunca me quejé acerca de eso... al contrario, era genial seguir teniendo a alguien así a mi lado; hubieron algunas ocasiones donde ella siento que fue algo lejos... como cuando quería que yo descansara y ella hacia todo el trabajo; pero nada más allá de eso. Se que solo trataba de ayudarme lo más posible para que yo no me siguiera sintiendo mal, entendía su postura y lo que intentaba hacer... lo apreciaba pero tenía que hacerla ver que tampoco era para quedarme inválido, eso me causó algo de gracia. Algo no parecía bien en todo esto... y la pregunta era ¿donde estaba la novia?

-Yo fui a dormirme algo tarde un día; ella estaba ya dormida. Pero a la mañana siguiente simplemente se había ido, no estaba ni su ropa.. ni sus cosas, nada... solo se fue sin decirme ni "adiós" -me dijo ella bajando un poco su mirada hacia el suelo.- Esa tarde quise ir a buscarte, no estabas y... luego sucedió el incidente; el "Gran Incendio". -me miró fijamente a mis ojos, tenía lágrimas y yo me sentí algo mal por ella.

-Lamento eso, supongo que... era la primera vez que te enamoraste de alguien, si eso te pasa a la primera vez... sientes que todo se te va. -dije mirándola y colocaba mi mano sobre la cabeza de ella acariciandola un poco.

-Si... supongo que si; duele... -dijo ella colocándose su mano en su pecho donde tenía el corazón.

-Lo sé, lo sé perfectamente... -volteé mi miraba al suelo, ella hizo lo mismo; guardamos un momento de silencio y luego suspiramos casi a la vez; en ese momento estábamos bebiendo un par de cervezas en botellas; así que tomamos de nuestra botella casi al mismo tiempo.

Ambos estábamos igual, la diferencia es que para ella fue la primera vez que le pasaba eso... recuerdo yo la mía; creo que fue un "no" directo, lo cual dije y acepte totalmente; ya que me había sido directa y sincera. Tanto Patty como yo estábamos casi igual de destrozados, nos faltaba ese cariño especial que nos daban... por mi parte, Raven y por el de ella, su novia, nunca supe su nombre. Esa noche y como muchas otras a lo largo de los siguientes meses... decidimos curar nuestras necesidades "intimas", claro... no cada día, sino era prácticamente una o dos veces por mes; donde ella y yo nos acostábamos juntos (en el aspecto, del otro termino); no lo hacíamos por amor o porque fuéramos a terminar juntos; tanto ella como yo sabíamos que era para satisfacer nuestra falta de amor y cariño durante esos momentos... era extraño, pero a la vez nos sentíamos mejor, a pesar de que a ella no le gustasen los hombres... notaba que solo hablaba conmigo; de una sola manera... en la que era más tranquila y en partes cariñosa, con los demás hombres era mucho más sería y hostil. Supongo que era algo que... valoro, si, y que aprecio que ella siempre este cuando yo esté mal.

Así pasaron los años, para especificar 4 años, durante esos cuatro años yo tuve que recuperarme... usar esa ira e impotencia para buscar la manera de vengarme; no solo de ella... sino de toda la humanidad. Podría sonar extremo y a la vez exagerado, pero... se lo merecen, por todo lo que me han hecho a mi... por todo lo que les han hecho a los de mi raza y por todos aquellos que han sido victimas de abusos y discriminacion por parte de la raza humana. En esos cuatro años Patty y yo tuvimos que vivir juntos, porque no había otro lugar... además que esa cabaña estaba lo suficientemente lejos como para ver la ciudad desde ahí (a lo lejos pero se ve), en eso pasamos muchas cosas, entrenábamos juntos practicando nuestra puntería en situaciones extrañas que pasen, momentos íntimos pero al paso de los años se volvían menos y menos frecuentes (por lo mismo, ambos tuvimos que superarlo al mismo tiempo); durante esos años yo tuve que salir... sea para patrullaje y para asegurarme de que la zona fuera segura, o para recolección de información. Una noche, había una columna de humo en el bosque del lado opuesto del valle de donde estábamos, parecía haber un campamento, tuve que ir a ver qué sucedía; al llegar por tierra (es decir por debajo de la superficie) me escondí unos árboles más atrás de donde un grupo de... no sabría decir si de cazadores (por la ropa distinta y algo característica) o mercenarios simplemente, por su actuar y las muchas armas que traían. Lo que hacían era simplemente horrendo, y a la vez me daba coraje y a la vez la necesidad de ir y matarlos a cada uno, llevaban a más dragones, de distintos tamaños y elementos, lo que hacían era primero clavarlos con lanzas al suelo... para que murieran lentamente, luego que perecieran les quitaban todas las escamas, del cuerpo... la colocaban en depósitos de cerámica, la colocaban al fuego para amasar las escamas, estás se volvían Polvo emanando el típico humo del color, lo que ellos no sabían es que ese humo era el alma... de esos que mataron, claro... el humo desaparecía luego de varios minutos; al Polvo lo metían en depósitos cerrados y luego en cajas, era horrible... ver tantas vidas, desperdiciadas; ¿y a nosotros nos creen monstruos?. Antes que pudieran enviar el Polvo con alguien, tuve que entrar: