Venganza desde las Cenizas

La Batalla de Atlas: "Uno caerá y otro prevalecerá"

La mañana siguiente, mis hermanos y yo nos habíamos levantado bastante temprano, le pedí a Irsiak que hiciera un pequeño patrullaje por la zona de Atlas... no tardó mucho dado que estaban dormidos, y volvió con unas cuantas noticias interesantes:

-Rotan posiciones, había uno de camisa roja que estaba en el este y ahora está al norte. -nos dijo.- También, tenemos un pequeño problema...

-Escúpelo. -dije yo.

-Tienen A.A.A, o Arsenal Anti-Aéreo. -dijo mirándome.- Entre ellas hay un misil que aún tiene la sangre de Yurza.

-Creí que esos misiles ya no los tenían. -dije algo fastidiado, luego tomé un poco de aire.- Muy bien, si en algún punto ellos usan ese misil... Yurza, tienes que protegerlos, a todos, es de tu elemento así que podrás canalizarlo y regresarlo a la tierra; pero... si vamos perdiendo, deben hacer lo siguiente.

Básicamente lo que les dije es que: Mientras ellos estén formando el Sol Negro, si el misil es lanzado hacia ellos; Yurza lo haría explotar y entre el humo y lo que tarda en disiparse... harían como si haya sido impacto directo, caerán a tierra como parecer muertos y se dispersarán en sus energías correspondientes; para encontrarnos en un lugar... si al caso perdíamos, si ganábamos no había necesidad de escapar. Mis hermanos y hermanas asintieron, luego yo volví a la casa... donde Paty estaba saliendo de esta con una sonrisa; pero yo fui a la habitación que las chicas compartían... fui con Weiss y Raven, no quería despertarlas así que solo les di un beso a cada una y les dejé una pequeña rosa de color blanco y una de color negro; luego salí de la habitación cerrando la puerta con sumo cuidado; al salir de la casa solo miré a mis hermanos, y les asentí. Inmediatamente se convirtieron en dragones, sus verdaderas formas, Yurza solo rugió hacia el acantilado de donde estaban más y más dragones de distintos elementos; ellos rugieron y alzaron vuelo al igual que mis hermanos y hermanas Guardianes; solo veía como el gran ejército de dragones se alejaba rumbo directo a Atlas; yo me trasformé en un dragón también, y miré a Paty:

-No tienes que decirlo, ya se... me subo y me agarro fuerte. -dijo ella subiéndose a mi lomo, se aseguró que sus armas estuvieran todas y aseguradas.- Listo, vámonos.

Comencé a aletear y alzar vuelo, hasta que alcancé a mis hermanos, íbamos por el cielo nocturno, en la tierra veíamos unas cuantas fogatas de supervivientes, pero eran pocas, pero hacia el cielo... aún habían estrellas y eran tan hermosas; probablemente vayan a ser las últimas veces que veré un cielo tan hermoso. No tardamos mucho en llegar a los límites de Atlas, los muros seguían ahí y cada quien nos separamos para organizar el ataque. Paty y yo con el plan a seguir, nos quedamos con Yurza y aterrizamos en el lado este de la ciudad; solo esperamos a que todos estuvieran en posición:

-Este en posición. Digan si están listos. -les pregunté por el radio.

-Oeste listo. -me dijo Natura.

-Norte listo para la acción. -dijo Grisk.

-Sur está listo. -dijo Finik.

-Muy bien, esperen dos minutos desde que nosotros ataquemos, ¿entendido? -les dije.

-Entendido. -dijeron todos.

-Finik, corta la electricidad. -le dije por el radio.- Esto será por nuestro futuro. -corté la comunicación por el radio.

Solo esperamos un minuto a que Finik actuará para quitar la electricidad, cuando eso pasó las luces de la torre se apagaron; y habían unos cuantos disturbios por eso; así que volteé a ver a Yurza y a los suyos:

-Yurza, ya sabes qué hacer. -le dije y ella me asintió y se volteó hacia los suyos.

-Lancen bombas de magma. -dijo ella, los suyos habían escupido esas bolas que parecían más bien granadas, parecían gatos escupiendo bolas de pelo, eran cientos o miles las que caían hacia la ciudad; cuando escuchamos como empezaron a explotar y el horizonte empezaba a alumbrar diferentes tonos de amarillo.