El tiempo pasa, parece que nada cambia

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Había pasado un mes desde que llegamos, nos instalamos y habíamos comenzado asistir a las clases de esta Academia, habían profesores simpáticos (no lo niego); aunque de entre compañeros de salón digamos que no era el mejor recibido... dado la apariencia obvia de mis ojos, en ocasiones un tipo llamado Cardin me molestaba a mí y al chico rubio asustadizo del otro día... sinceramente no le tomaba importancia... y sus "bromas" (como robarme cosas, escondérmelas, etc.) no funcionaban tan bien que digamos; yo terminaba sacándoles las suyas... poniéndolos en ridiculo más de una vez, era gracioso y satisfactorio ver cómo se llenaban de vergüenza, me daba razones para reírme, no era algo que hiciera mucho en esos días. Un día quizá hacerme la simpática y típica broma de mientras yo dormía afuera en una banca (por cansancio) ellos me colocaron un pequeño pastel en la mano y me hacían cosquillas, a lo que si empezaron a hacerme... me resistí bastante bien hasta que quise mover mi mano, a propósito le tiré el pastel en la cara a él; Cardin no lo recibió muy bien que digamos:

-Tú... ¡maldito! -me trataba de mover pero yo me levanté mirándolos a los tres.

-Si van a seguir con esto. Pues perfecto, tengo todo el día para regresarles cada una de sus bromas fallidas de manera tan sorprendente. -les dije con una sonrisa.

-¿Crees que esto es gracioso reptil? -me empujó un poco, yo no quería iniciar una pelea, pero estaba perdiendo la paciencia.- ¿Por que no sacas lo que tienes y muestras lo que eres?

-Porque si lo hago, terminaras muerto idiota. -dije mirándolo fijamente.

-Seguro no tienes los huevos. -se alejaba de mi para colocarse en pose de pelea.

-Solo quiero acabar con esto. Mira esto... -me alejé un poco y lo miré fijamente.- Y voy a cerrar mis ojos, ¿entendido? -los cerré, tenía algo así como el sentido de guiarme en lo oscuro de manera tan perfecta, utilizando parte de la eco-localización y mi sentido del aire.

-¡Ahora si vas a ver! -lo había sacado de quicio, a lo que lanzó un puñetazo directo a mi cara y me aparté mucho antes; luego otro e hice lo mismo una y otra vez hasta que termino golpeándose contra una pared.- Hijo de... ¡Ustedes dos, atrápenlo! -sus compañeros trataron de tomarme de los brazos.

A uno de ellos lo tomé con mi mano el brazo y con la otra le pegué en su estómago; al otro trató de darme una patada... puse mi brazo en medio y le devolví la patada directo en donde no me daba el sol; dos fuera y solo quedaba Cardinales que vino corriendo hacia mi, yo me aparté haciendo un gesto de burla hacia él (como haciéndole el paso), luego se levantó y trataba de pegarme repetidas veces hasta que me agarró con sus manos:

-Ya no tienes adónde correr lagartija. -me decía riendo apuntó de pegarme un puñetazo, pero no le sirvió de mucho ya que calenté mi cuerpo hasta los extremos donde él se quemó las manos.- ¡Ah! ¡Demonios, arde!

-¿Ya tuviste suficiente? -dije arreglando mi sombrero y mi chaqueta, también lo miré amenazante.- Puedo seguir con esto todo el día... así que ven, qué hay más de donde vino. -cambié el tono de mi voz a uno más grave y casi demoníaco, en mi mano había una leve emanación de fuego.

Lo último que hizo fue mirarme e irse con las manos envueltas, estaban prácticamente fritas; sin antes decirme "Esto no ha acabado...". Sinceramente, ya no sabía que esperar de él... vendría como un suicida hacia mí, de no ser por la Academia... ya habría aniquilado a ese cabrón; era detestable. A ese lado del patio habían estado bastantes más alumnos apreciando la pelea; chicos, chicas... inclusive un par de maestros que luego me dijeron que guardarían este secreto entre todos los presentes, dado que si me hubieran pegado una paliza ahí si estuviéramos en problema Cardin y yo; pero como ya me habían tocado estos tipos antes... son predecibles; eran buena onda los maestros (no voy a mentir), en cuanto a los demás alumnos... algunos sorprendidos, otros tratando de procesarlo (no los juzgo) y en cuanto a la mayoría de las chicas... tenían una mirada perdida sobre mi; no era la primera vez que eso me pasaba en la vida... pero la verdad, las veces anteriores simplemente eran porque querian cosa de una noche y ya; pero esta generación es mucho más joven así que... tal vez si querían algo; aunque entre las chicas estaba aquella de cabello blanco volteada con los brazos cruzados; quizá creía que no la iba a ver... pero era la más obvia (por los colores) que estaba entre el público; no es mi intención llamar la atención de esa manera, pero mientras menos sospecharan de mis verdaderas intenciones... era mejor (cabe destacar que entra muchas otras chicas habían de la mayoría de mis clases, aunque algunas si se me hacían medio conocidas, otras no; entre ellas estaba la pelirroja que Paty me dijo la otra vez; debo decir que era bonita, hermosa a decir verdad... ese cabello tan marcado por el color rojo, sus ojos de un verde esmeralda, vestida prácticamente de algo que yo no veía en miles de años (un espartano, gladiador, falange, como quieras verla), le quedaba bien; quien se quedó aplaudiendo un poco ante lo que había hecho; en cuando a la chica blanca, creo que su nombre era... Weiss, Waiss... Willy, el caso... es que inmediatamente me acerqué a ella y le dije:

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora