A la luz de la Luna.

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Luego de la fiesta, me fui... sorprendentemente no me detuvieron o me siguieron cuando me fui, en ocasiones de camino al apartamento miraba mi mano... la cerraba con un puño. ¿Que había hecho? ¿Acaso Weiss estaba en lo cierto? Después de todo, han pasado años desde que la vi cara a cara por última vez, le había dado una oportunidad más... a pesar de haberme mentido mucho, no podía evitar que mi corazón se acelerará al verla otra vez; no sé si es bueno o malo lo que estoy haciendo; pero si es lo correcto... debía darle una lección, pero es la mujer que amo. Según la historia que leí, los sellos se rompen uno después del otro... al abrirlos, se liberan algunos males; y solo falta uno, estos sellos están enlazados con los elementos que manejamos los dragones; mi encuentro con la Sombra y la Luz, me hizo ver que era solo cuestión de tiempo... si así era, Atlas caería de manera permanente está vez solo por mi, lo que iba a hacer... me las arreglaría.

En eso recordé varios de mis sueños que me habían mostrado lo que hice para llegar hasta aquí... y lo que haría a partir de ahora. 6 de los 7 elementos los dominaba y usaba a mi favor.

En la noche tuve otro sueño... era en el mismo prado, pero lo verde se había extinguido y se había secado todo... el sol se había hecho negro y la Luna se hizo de un color de la sangre; miraba a mi alrededor y solo podía sentir la soledad de ser el único vivo en todo ese lugar... un par de siluetas estaban al fondo, eran la Luz y la Sombra que hablaron conmigo hace tiempo:

-Todo comienzo tiene un fin. -dijo la Sombra.

-Pero cada final tiene un comienzo. -dijo la Luz.- La vida al igual que la muerte van de la mano... mejor de lo que crees.

-La vida siempre acaba en la muerte, pero la muerte siempre da paso a una nueva vida. Hace tiempo... exterminamos a la humanidad, para darle una segunda chance... veo que fallamos en haberles dado esa oportunidad. -dijo la Sombra.

-Tú intentaste cambiarlos de la manera más violenta pero efectiva. -dijo la Luz.- Lograste que hubiera paz entre la humanidad y los Faunos, los Grimm por otro lado siguen siendo rechazados por la humanidad... pero tú los acogiste como tus amigos y la única familia que te queda.

-Ellos no son mi familia. -les dije a ambos.- Les he dicho, que todo lo que he hecho... es por el bien de los míos; ustedes me obligaron a hacer cosas de las cuales... mis amigos han resultado muertos; mis hermanos también.

-Les dimos nuestros dones a tus hermanos y hermanas; entre los dos forjamos sus reliquias... entre los dos les dimos sus poderes y entre los dos les dimos un propósito en este planeta. -dijo la Sombra.- No puedes decir que no les hemos dado todo.

-Los dejaron morir, yo no pude hacer nada por más que quería salvarlos... Arias, Will... Paty... Yurza, Finik, Grisk, Natura... Ibzu, Irsiak... todos ellos murieron por mi culpa, pero no era consciente de lo que hacía por culpa de ustedes. -dije casi sollozando.

-Aún no aceptas que ellos se han ido para siempre, ¿verdad? -dijo la Luz.

-Mientras tenga memoria, y aliento de vida en mi pecho... ellos nunca se irán, siempre los recordaré como lo mejor que he conocido en toda mi vida. -dije apretando los dientes.- Por ustedes, por su maldita segunda oportunidad... he perdido a los que yo quería.

-Entendemos tu pérdida, pero debes aprender a manejarla. -dijo la Sombra desapareciendo entre la brisa.

-Un sacrificio es necesario para poder encontrar un balance. -dijo la Luz, luego desapareció.

Al momento siguiente hubo un estallido de luz y me desperté... jadeando bastante y algo sudado, miré a mi alrededor y todo estaba bien... me calmé y pensé en lo que había visto, lo último que la Luz me había dicho era algo confuso.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora