La venganza se sirve de manera fria

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La noche en que llegamos de haber rescatado a Paty, nos trajimos con nosotros a la asistente de Roman, quien se llamaba Neo... le pedí de favor a Paty que con la suficiente electricidad que Finik le daría, buscará todo lo que pudiera acerca de ella y su relación con Roman; mientras yo iría con ella y Grisk; casualmente cuando llegué Grisk le estaba dando su dosis de tortura de cada 5 horas:

-¿Como está el ambiente aquí abajo? -pregunté entrando al sótano.

-Todo está perfectamente... bien. -dijo Grisk dandole un puñetazo en el estómago a la chica, era algo extraña a mi parecer... no acostumbraba a ver entes o razas con distintos colores de ojos y cabello a la vez.

-Parece que se entretuvieron anoche. -miraba marcas de sangre y rasguños por el suelo.

-Bueno si, estuvimos algo ocupados. -finalmente un reloj sonó y Grisk se alejó de ella no sin antes darle adrenalina (no sé dónde la consiguió, quizá Natura tenía que ver en ello) para mantenerla despierta.- Es toda tuya, iré a tomarme un descanso.

-Bien, come algo también. -le dije cuando este se retiraba, luego solo la volteé a ver a la chica que estaba amarrada, indefensa y sin poder hacer nada literalmente.- Así que... tú trabajabas con Roman.

-la chica me asintió sin levantar la mirada pero con la respiración agitada.-

-Entiendo, y... ¿simplemente trabajabas con él o lo conocías de hace tiempo? -le pregunté pero ella parecía no responderme.- Te lo preguntaré una vez más... ¿Conocías a Roman desde antes que yo los conociera a ustedes?

-ella me asintió y yo guardé un poco de silencio.-

-Bien. -me levanté de la silla y caminé por la habitación.- Debo decirte que ustedes no son los primeros con quienes yo hago tratos... los hice con el único propósito de ganar seguidores, armas y un ejército más grande, los dragones somos muchos pero no quería arriesgarlos tanto a mis hermanos... en cambio a los Faunos, te diré que la mayoría eran humanos disfrazados, sabía que me traicionarían en algún punto y por eso casi nunca regresaba yo con ellos. En resumen... dejaba morir a los tuyos; mientras que los Faunos, batallaban en lugares más fáciles para ellos.

-De pronto la chica me señaló unos cuantos papeles que estaban en una mesa, y me hizo la seña de escribir aún estando esposada.-

-¿Que si puedes escribir? Si es para comunicarte mejor, está bien. Pero... si intentas algo, reduciré el tiempo entre cada tortura que te hagan, de 5 horas a cada hora. -le dije mirándola a lo que me agaché para desposarla, ella simplemente se levantó con dificultades hasta bajar los papeles y algo para escribir.- Es más fácil así a decir verdad...

-"Conozco a Roman desde hace muchos años." -veía que me enseñaba lo que escribió.

-Eso se notaba un poco. -le dije cruzando mis brazos.

-"La vez que llegaste a hablar con nosotros estábamos en muchas dificultades." -escribió.

-Si, eso me habló él... la verdad veía en él algo más que un compadre, podría haber sido un amigo pero... ya ves lo qué pasó. -le dije sacudiendo mi cabeza.

-"No fue su culpa." -me escribía.

-¿Tú crees? ¡Ja! Si, claro... hicimos un trato de no lastimarnos entre todo esto, y el violó ese acuerdo mutuo que teníamos, ya pagó él pero... faltas tú. -le dije mirándola fijamente. De pronto Paty entró por la puerta con unos papeles.

-Tengo la información acerca de ella. -me dijo a lo que yo volteé hacia Paty.

-Que bien. -le dije levantándome y agarrando las hojas.- Veamos que tenemos aquí... oh, vaya... esto dice que participaste en distintos asesinatos.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora