Cada injusticia, cada elección

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La mañana siguiente, me desperté... podía escuchar el ruido que había afuera; Weiss estaba acurrucada en mi brazo... que aún seguía encadenado; me senté y por accidente la desperté a ella también. Me miró y me sonrió, solo me dio un beso en mi mejilla para calmarme.

Durante el resto del día, todo parecía ir normal al menos ahí adentro... las amas de casa se habían ido la noche anterior y regresaron con un par de platos de comida; yo les acepté el paso y les agradecí, Weiss hizo lo mismo... y como era muy obvio, nos habíamos quedado a comer ahí adentro.

Las horas pasaron tan rápido que ella y yo sentíamos que era todo muy corto de tiempo... ella se preocupó por lo que yo estaba a punto de hacer; era necesario para que nos dejaran en paz... conociendo a la humanidad, no sería así de fácil y probablemente si gano cambiarían las reglas a último momento, pero tenía un plan para obligar a Winter a que aceptara la condición si es que llegamos a discutirla:

-No tienes que ir... podemos escapar, con las niñas. -me dijo ella tomando mis brazos.

-Si lo hacemos, no nos dejaran en paz... tengo que demostrarlo, no solo por mi ni por ti... sino por todo lo que cayó sobre mis hombros, el peso que traigo. -dije mirándola y acariciando su mejilla.- Necesito que estés presente.

-Considéralo un hecho. -me dijo con una sonrisa, esa frase la solía decir Paty y solo me hizo sonreír.

-Gracias. -me agaché un poco a darle un beso, ella me correspondió con una sonrisa.- Te amo.

-yo también. -me sonrió y me abrazó por bastante tiempo, hasta que la puerta se abrió entrando algunos soldados y Winter entre ellos.

-Es hora. Te llevaré yo, así que olvídate de ellos. -dijo Winter mirándonos.- Todos ustedes, retírense. -los soldados se retiraron quedando solo nosotros tres.

-toqué las cadenas y cerré mis ojos, luego solté las cadenas; Winter pudo entrar sin miedo y me quitó las cadenas.- ¿Reglas de combate?

-Las sabrás al estar allá. -me dijo mirándome y arrojando las cadenas.

-Solo espero que no hayan letras pequeñas en el contrato. -dije yo mirándola con seriedad y agitando un poco mis manos.

-No lo hay. -me dijo y se volteó esperándome en la puerta.

-Que sea justo, y tendré compasión de los que peleen conmigo. -dije mirando hacia Winter y tomando la mano de Weiss.

-No será necesario. -me dijo volteándome a ver.

-Muy bien, te veré allá. -dije volteando a ver a Weiss.

-¿que pasará si no logro llegar? -me dijo agarrándome de mis manos.

-Eres un poco dramática, me gusta que te preocupes. -dije yo y besaba su nariz- Recuerda que siempre estaré aquí... -señalé a su corazón y a el anillo que le di.- Tú eres la fuerza que necesito para vencer cualquier cosa, solo necesito que me apoyes... así como yo te apoyé en tus prácticas estando en Beacon.

-De acuerdo. -me sonrió al hacerle recordar lo que habíamos hecho hace años, luego me abrazó y se separó de mi tomando mi mano.

-Muy bien, estoy listo. -dije volteándome hacia Winter y tomando la mano de Weiss.

-Te espero arriba. -me dijo subiendo las escaleras, yo y Weiss la seguimos por atrás hasta salir... había una ruta llena de soldados, la cual seguimos... habían algunos disturbios afuera, habían humanos tratando de pasar... me gritaban hacia mi, me tiraban botellas, latas, pañuelos mojados... lo único que hice fue proteger a Weiss de esos ataques, aún así si me afectaban directamente a mi.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora