Algo no anda bien

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La mañana siguiente, les pedí a todos que se levantaran y les di aunque sea la chance de desayunar algo que Natura les haría; mientras tanto yo... tuve que bajar de nuevo con Neo y Grisk, pareciera ser que Grisk siguió con la rutina... la chica estaba pálida, mal herida y a la vez no podía cerrar los ojos... pero estaba llorando y suplicando; solo me acerqué y la desamarré:

-Es tiempo de tu segunda oportunidad. -le dije mirándola y colocando los papeles y algo para escribir. La chica de inmediato se sentó en la mesa, estaba temblando de miedo.- Muy bien, comencemos con algo sencillo... si es cierto que Roman tenía más gente reclutada, ¿donde están?

-pareciera ser que la chica escribía rápido pero se le notaba muy miedosa.

-¿Que le hiciste anoche Grisk? -le pregunté.

-Seguimos con la rutina pero... luego que te fuiste comenzó a actuar de esa manera. -me dijo susurrado.

-Entiendo. -asentí volteando mi mirada hacia la chica.

-"La mayoría están en Atlas, consiguieron llegar y recoger lo que podían." -escribió ella.

-¿Algún otro sitio? -le pregunté y ella me negó con la cabeza.- Muy bien, alguna otra cosa... veamos... ¿cual es su arsenal?

-"Los que viste al vencernos, solo eso." -escribió, y yo me levanté mirándola, luego comencé a dar vueltas por la habitación.

-Escucha, se que... puedo parecer duro, y no me gusta cometer actos de violencia; pero fue necesario todo esto para darles una lección... sabes, en principio no tenía planeado, salvar a los únicos humanos que han sido mis amigos; en principio iban a morir todos, y ellos lo sabían... pero veo que solo pensábamos diferente, de ahí comencé a aceptar que algunos no son iguales a otros.

-la chica escribía.- "Roman me enseñó que tus enemigos vienen de tus más cercanas conexiones." -me sorprendí un poco a lo que puse cara de duda.

-¿Y tú crees que son ellos? -le pregunté y ella me asintió.

-"Mientras más tiempo tardes, más fuerte será el golpe emocional que tengas en lo que te harán." -escribió y extendió su mano.

-No creo que lo sean, son jóvenes... tienen mucho por vivir, y lo digo yo que he visto muchas cosas. -la miré y rechacé su propuesta.

-"Cuando llegue el momento... tienes que tomar una decisión, será una tragedia para ti o para ellos si actúas a tiempo..." -escribió.

-Yo veo pecados, y los hago pagar... no hago tragedias. -le dije agarrando su cuello, a lo que ella solo cerró los ojos. Ella misma se separó y tomó mi arma para entregármela, ella misma hizo que yo le apuntara.

-"Jala del gatillo." -escribió ella y luego tiró la hoja lejos, me miró de una manera totalmente decidida, segura de lo que había dicho y lo que quería decirme. Estaba confundido y sinceramente no sabía qué hacer; pero hice lo que ella me pidió... soy piadoso y la complací; solo se escuchó el disparo salir y su cuerpo cayó al suelo; luego bajé mi brazo mirándola, volteé mi mirada hacia Grisk.

-¿Tú crees que sean capaces de hacer eso? -le pregunté.

-Los humanos son impredecibles Eir, tú padre lo sabía... tú madre también; por eso la mataron; además... hay algunas caras de ellos que no me dan mucha confianza. -me dijo, a lo que yo asentí.

-Entiérrala, pero que sea digno, ella aprovechó la segunda oportunidad que le di, se lo merece.. -le dije.

-Entendido, ¿que harás con lo que ella dijo? -me preguntó a lo que me quedé viendo a mi arma.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora