Último paso

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Winter parecía estar enfadada, solo me miró y bajó hasta la arena conmigo... se acercó y sacó un papel, luego lo rompió... me miró e inmediatamente habló por su radio pidiendo a todos sus soldados entrar en la arena, incluyendo los que se enfrentarían contra mi.

De las naves bajaron los que iban a pelear contra mi en las siguientes rondas, los demás soldados salieron de distintas puertas; al ponerse en posición me apuntaron esperando la orden de Winter... solo los miré a todos, mi miraba y semblante era totalmente serio... por alguna razón el cielo se oscureció con nubes y fueron reemplazadas por relámpagos que iluminaban el cielo:

-¿Quieres seguir lagartija? -me preguntó ella.

-Muéstrame. -dije desafiándola, luego se retiró subiendo a una nave.

Inmediatamente bajaron de las naves varios de los contrincantes a quienes me iba a enfrentar; entre ellos un robot gigante... tripulado, ¿por quien? No lo sé. Simplemente me paré frente a ellos, extendí mis brazos para que vinieran a por mi, en ese momento... Weiss gritó:

-¡No! -por alguna razón ellos se detuvieron justo cuando venían a atacarme, yo me volteé hacia ella.- Así no es justo Winter.

-¿Ah no? Luego de tantos años de deber su muerte al reino de Atlas y a la humanidad, ¿que te hace pensar de manera diferente acerca de él? -dijo en respuesta a Weiss.

-Él... es igual a nosotros en varias cosas, puede ver, puede tocar... pensar y sentir muchas cosas; no sé cómo pero he visto muchas de las cosas que él ha vivido, la mayoría son por causas de nosotros como humanidad... le arrebatamos todo lo que él quería de sus brazos, no es justo ahora que lo estés juzgando y menos de esta manera. -dijo Weiss, por un motivo simple... una lagrima caía de mi mejilla derecha.

-¿Y crees que eso es suficiente para no hacerlo pagar por todo? -dijo Winter volteándome a ver con ira.

-¡Por favor Winter, mira a tu alrededor... el reino está dividido desde que la guerra terminó. Si tan solo... hubiéramos cambiado cuando tuvimos tiempo, no estaríamos aquí ni tampoco te vería como alguien que no reconozco. -dijo Weiss bajando su mirada.

-¿Que estás diciendo Weiss? -dijo Winter.- Weiss... ¡mírame! -le gritó y la tomó de su brazo, inmediatamente yo tiré una moneda hacia la cabeza de Winter, ella me volteó a ver.

-Déjala. Tu batalla es conmigo, pero si la tocas a ella... puedo hacer desaparecer a todo el mundo detrás de mi, con chasquear mis dedos. -dije mirándola fijamente, ella soltó a Weiss.

-Él... es cierto, es diferente a los hombres... pero es único y especial, para mí y lo fue para muchos otros de sus amigos, de la única familia que tenía... él fue el único que pudo enseñarme que mi vida, no la dirige alguien más que solo yo, por eso tuve que hacerlo... no por protección sino porque lo amo, tan sencillo y maravilloso como eso. -dijo Weiss cuando me volteó a ver a mi.- Es el único que me ha hecho sentir de una manera especial, me hace sentir amada, querida... me hace sentir segura más que todo.

-¿Y a qué viene todo ese discurso? -preguntó Winter.

-En el amor... y en la guerra todo se vale. -dije interrumpiéndolas jugando con una de mis monedas, está era diferente ya que era de jade... de color verde eso sí.- Escucha Winter, hagamos esto más interesante... conozco estás arenas, tienen ambientes de combates, así que... hay 4 de estas monedas... haré lanzar una y lo que caiga será donde pelearé. No es decisión mía, sino la suerte que tendremos.

-Hecho. -dijo ella mirándome con seriedad.

-Muy bien, veamos qué tenemos aquí. -agarré las cuatro monedas de jade verde, las revolvía entre mis dedos hasta tener solo una... está la lancé al aire girándola bastantes veces... hasta que cayó sobre mi mano y revelé el ambiente.- Volcánico... será mejor que traigan trajes anti calor tus soldados.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora