En la Oscuridad, hay Luz

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Tal y como terminaría todo, una pelea a puños con Cardin... sinceramente, de él me esperaba mucho, hasta hacer trampa pero por un momento creí que esta vez sería valiente y me enfrentaría sin trampas o trucos.

Mientras la lluvia caía, y junto los relámpagos y truenos del cielo, solo hicieron un círculo alrededor nuestro para que no tuviéramos oportunidad de escapar por si alguno de los dos lo intentaba; yo estaba listo... probablemente Ruby, Blake y Ren estarían viendo desde arriba; y Paty... estaría presente de una u otra forma:

-¿Aún quieres hacerlo lagartija? -me dijo Cardin levantándose y por alguna razón quitándose la camiseta.- O te da miedo...

-¡Ja! Miedo es algo que deberías tener tú... luego de tantas veces que te he humillado... me alegraría el día verte en el suelo cubierto de barro y con un tiro en tu frente. -le dije directamente hacia él, a lo que parecía entrarle un escalofrío.

-¡No tienes oportunidad contra mi idiota! -me dijo riendo y presumiendo.- Además... no eres nadie sin tus armas.

-lo volteé a ver fijamente y de manera desafiante.- Es hora de averiguarlo. -le dije, e inmediatamente le di una patada en su estómago.

-¡Vete al diablo! -me gritó él agarrandome y dándome un par de golpes en el pecho, le detuve un tercer golpe con mi mano, y en un movimiento rápido lo empujé.- Aún estoy calentando lagartija... puedo hacer esto todo el día.

-Tú destino está sellado. -le dije diciéndole con un gesto de mis manos que se acercara. Cardin lo hizo y esquivé su golpe, aunque me lanzó una patada directa a mi pierna; pero tomé su pie y lo volví a arrojar lejos junto a un puñetazo en su cara.

-¡Desgraciado...! -dijo arrastrándose.- ¡Sujétenlo! -les gritó a los suyos y ellos por la fuerza me pegaron y me pusieron de rodillas. Solo veía como Cardin se acercaba con su arma, que era como un bastón cortado y algo que parecía antorcha a la vez.- Ya no eres tan fuerte así.

-me dio un golpe en mi estómago, a lo que me contraje de dolor pero me obligaban a quedarme fijo para que me siguiera pegando. Yo trataba de no mirarlo, y eso parecía molestarle bastante.- No lo entiendes... -dije en mi mente.

-¡Mírame! -me gritó furioso agarrándome del cuello, luego me pegó otro puñetazo en mi cara.- No sabes cómo voy a disfrutar esto...

-Ja ja... tener una ventaja numérica y con un arma ante una pelea a puños... -le dije respirando de manera pesada.- Que pocos huevos tienes... -inmediatamente me dio otro puñetazo, a lo que yo caí al suelo, sentía dolor de mi cintura para arriba.

-He esperado tanto tiempo para matarte... -me dijo mirándome desde arriba, a lo que yo solo reía seguro de mí mismo.

-¿Sabes lo estupido que suena eso? -le dije aún riéndome, solo me dio una patada en mi estómago, me contraje de dolor pero aún no podía parar de reír.

-¡Escribiré mi nombre en tu pecho! -me dijo agarrando una navaja, justo antes que me la clavara yo me zafé hacia un lado tomándole la mano con la navaja y haciendo que se la clave el mismo en el pie.

-¡Ah! ¡Hijo de... puta! -dijo gritando mientras lograba quitarse la navaja del pie, yo ya me había levantado, y lo agarré de su cuello para darle un par de puñetazos en la cara.

-Esto es por jugar sucio. -le dije arrojándolo al suelo.

-¡Mátenlo! ¡Quiero que lo maten! -les gritó, de pronto los que estaban alrededor tomaron sus espadas y se lanzaron contra mi; varios los esquivé pero eran muchos.

-Soy tan ágil como la mismísima tormenta, calma por dentro... caos por fuera. -dije mientras derribaba a uno que intentaba hacerme una llave, al momento siguiente solo escuchaba varios truenos encima de mi... y los rayos comenzaban a alinearse en un solo lugar justo encima mío.

Venganza desde las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora