Venganza desde las Cenizas

El tiempo se acaba.

Al llegar hasta Beacon, los heridos fueron a la enfermería; mientras que yo tenía asuntos pendientes que hablar con Ironwood. Sin detenerme, ignorando a la seguridad entré y subí por el ascensor hasta la oficina (en el techo) de los engranajes, ahí entré y estaba Winter Schnne, la hermana de Weiss y extrañamente Qrow, entré molesto:

-¿Que fue lo que nos mandaste a hacer? -dije acercándome a la mesa con enojo, el no dijo nada, al acercarme, Winter puso su espada para que me detuviera.- Tenias conocimiento de ese lugar, estaba abandonado. ¡¿No pudiste decirnos?!

-¡No puedes acercarte al general! -dijo Winter, a lo que yo le grité.

-Cierta la boca. -luego volteé a ver a Ironwood que estaba viendo un Scroll.- Tenias cámaras en la nave y aún así no dijiste que nos retiráramos. Nos mantuviste ahí... tuve que poner a todos a salvo por mí mismo.

-No teníamos idea de que eso pasaría. -dijo él.

-¿Que acaso no lo viste? Mandaron esa señal como distracción, querían que estuviéramos ahí para acabarnos... y fue una distracción para lo qué pasó en Mistral. -dije mirándolo con seriedad.

-Estamos hablando de criaturas sin alma y sin voluntad. -dijo Winter.

-Que saben cómo atacar en grupos para destruir su objetivo más rápido. Eso no es dirigido por alguien... ya saben cómo hacerlo por sí mismos. -dije volteándola a ver.- Para colmo estás aquí sentado sin hacer una mierda, mientras todo en Mistral está ardiendo y siendo destruido. ¡Miles han muerto y tú sigues sin hacer nada!

-Encontraremos al culpable de eso también. -dijo Ironwood volteando a verme.- Hasta entonces, nos encargaremos nosotros, desencriptamos un mensaje con un destino más allá de estas tierras, pasando el gran océano; un mensaje con el código clave llamado "Sol Negro". Déjanos esto a nosotros.

-¡Maldita sea! -tiré todas las cosas de la mesa estando molesto; luego en retiré sin antes decirle a Qrow.- Ese ataque... no será el último.

Luego me metí al ascensor; al bajar las noticias estaban saliendo por todos lados, Mistral había sido destruido por un solo ataque tan efectivo... por obviedad no había sobrevivientes, no habían imágenes del lugar del atentado... pero el haber estado lo más cerca sin que estuviéramos en peligro; aún así tenía que sacarlos de ahí... el cielo comenzó a llenarse de naves volando por doquier, Paty estaba esperándome con sus brazos cruzados, se acercó a mí y me susurró:

-¿Que pasó? -me preguntó en voz baja.

-Ese maldito no hará nada. -dije con enojo.

-¿Crees que sea el inicio de Sol Negro? -puso su mano en mi hombro a lo que asentí con mi cabeza.

-Avísales a todos, lo más rápido posible. Que alisten sus armas, sus ejércitos; yo me encargaré de avisarles a los Adeptos. -le dije susurrando a lo que Paty me vio y se fue caminando con algo de prisa.

Yo me quedé parado un momento, pensando en que era la mejor oportunidad que teníamos para atacar... empezar todo; el tiempo se acaba y la humanidad no sabe lo que viene.

Un par de días después. Era momento de decirle la verdad a Weiss, por más miedo que tenga y por más que ella termine odiándome totalmente, no podía seguirle mintiendo... quería protegerla, quería que fuera conmigo para que no sufra lo que haré sufrir yo a la humanidad; el solo pensarlo... en pensar que le puede pasar, me entristece y a la vez me enojo conmigo mismo; tanto que casi terminaba golpeando las paredes, pero me contuve, al ir a su habitación toqué la puerta de manera leve debido al miedo y temor que sentía, luego alguien desde adentro gritó que entrara, cuando entré se dieron cuenta que era yo a lo cual quisieron dejarme solo con Weiss, pero tenía algo que decirles a ellas también, la verdad de cómo comenzó toda mi historia con sus familias: