Capítulo 47

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Estaba desayunando con los chicos y Bruno llegó tenía cara de pocos amigos, pasó de largo y se fue a por su desayuno, mientras que yo no bajaba la mirada, está vez, no tenía por qué estar triste, esta vez le tocaba a él, que viera que no era agradable sentirse invisible por la persona que más quieres en este mundo.

Aún no se lo has dicho? - me preguntó Phil.

Tú también lo sabes? - estaba asombrada, todo el mundo ya lo sabía - quién más lo sabe?

Eric y yo, no se te nota, ahora vas más suelta, pero claro, entré la vez que vomitaste, los mareos, y bueno algunas partes de tu cuerpo que han aumentado algo, y con lo delgada que estás se nota más - él narraba todo, como si fuera algo normal.

Ya, Bruno no lo sabe, quiero que sea especial, joder, pero al paso que vamos, se lo voy a decir como el que dice que mañana lloverá, y no quiero eso - me ponía las manos en la cabeza, no podía soportar más esta situación.

En ese momento Bruno pasó por nuestro lado, y se paró al lado de Eric.

Te puedes cambiar de sitio - le dijo a Eric - me gustaría sentarme al lado de Ari.

No - dije, cuando vi que Eric estaba a punto de levantarse - ve al lado de Kam, la otra vez no te importó sentarte a su lado, está vez no es diferente.

Bruno puso mala cara, y se fue a una silla libre que había al lado de los chicos, mientras desayunábamos él me miraba muy fijamente, parecía que me estaba clavando cuchillos, o yo por lo menos tenía esa sensación.

Terminamos de desayunar, y nos fuimos a dar una vuelta por la zona, yo les hacía de guía turístico, estaba en mi salsa, me estaba relajando mientras pasaban las horas, Bruno estaba todo el tiempo con su móvil, no paraba de toquetearlo, y a la vez no dejaba de sonar.

Nos fuimos a comer algo, en un chiringuito, algo rápido para seguir con las visitas, Bruno ya no se acercaba a mí, casi no hablábamos, nos evitábamos, y eso me hacía daño, mientras comíamos, algo me sentó mal, me levanté disimuladamente, pero con la atenta mirada de Phil y Eric, que sabían a donde iba, Bruno se quedó mirando cómo me iba al baño.

Cada vez estas cosas las llevaba peor, los vómitos me venían en cualquier momento, sin previo aviso, esperaba que se me pasara, tenía visita en el ginecólogo, al día siguiente, necesitaba contárselo a Bruno lo antes posible, no le podía privar de que viniera conmigo y ver la ecografía de su bebe.

Llegué a la mesa, y vi en mi móvil que tenía un mensaje.

Esta noche cena, mañana me marcho y ya no nos vamos a poder ver, di que sí¡¡¡ y así nos despedimos.

Era Miguel, alcé mi mirada.

Es Miguel, que quiere cenar esta noche conmigo - le decía a Bruno.

A mí no me mires, haz lo que quieras - me dijo Bruno, mientras resoplaba.

En ese momento me volví a encender.

Vale, perfecto, dime dónde?

No tardó mucho en contestar.

Vamos al restaurante, ese tan elegante que siempre has querido ir y nunca hemos podido, te apetece?

Cuando vivía en España, Miguel y yo pasábamos por un edificio bastante algo, arriba del todo, había un restaurante de lujo, elegante, y nos prometimos que aunque fuera una vez iríamos, se ve que aún se acordaba.

Por lo que le contesté con una sonrisa en la boca, con la atenta mirada de Bruno.

Me parece ideal, a las nueve?

Miguel empezó a escribir.

Ok a las nueve, pero sube tú, reservaré mesa a mi nombre, yo a lo mejor tardo un poco pero intentaré llegar a las nueve, te quiero, nos vemos luego.

Terminamos de comer, y proseguimos las visitas a las zonas más históricas, todos estaban encantados, nos hacíamos fotos, tanto Bruno y yo intentábamos poner nuestras mejores caras, aunque no estuviéramos bien.

Ya eran las siete, por lo que nos fuimos todos al hotel, tenía que ducharme, para ir a cenar con Miguel.

Llegamos al hotel y en la recepción todos quedaron para ir a cenar a una hamburguesería.

Bruno, tu vienes no? - dijo kam.

Qué remedio, ya que no voy a ir a cenar con mi mujer, iré con mis amigos¡ - me seguía mirando con mala cara.

Bueno, chicos que os lo paséis bien, yo voy a la habitación - les dije a todos, pero Bruno seguía mis pies, no me iba a dejar sola.

Abrí el armario, era un sitio elegante, por lo que tenía que ir bien vestida, saqué un vestido negro agarrado en el cuello, los hombros al descubierto, no era muy estrecho y corto, miré los zapatos, y decidí ponerme los botines, me iba a helar, por lo que saqué mi cazadora de cuero, y el bolso podría llevar el de siempre.

Bruno estaba tumbado en la cama, sus piernas cruzadas y sus manos debajo de su cabeza en su nuca, mirando como si viera una película, estaba callado, me daba la sensación que en cualquier momento iba a soltar algo por su boca.

Me fui al baño a ducharme, tarde tanto en decidir que ponerme que ya había pasado una hora.

Salí con la toalla enrollada en mi cuerpo, y empecé a sacar la ropa interior, empecé a buscar unas medias, normales, de toda la vida, pero no encontraba, rebusqué y rebusqué, pero no las veía.

Joder, juraría que yo las llevaba en la maleta - decía para mí, en voz alta.

Que buscas? - me preguntaba Bruno.

Mis medias¡ joder, que yo las he traído, las puse aquí - le decía, respiré y vi mi liguero negro junto con las medias a juego, me sentía mal en ponerme eso, sin ir con Bruno, pero iba con mi amigo gay, no creía que Bruno se fuera a enfadar.

Te vas a poner el liguero? - Bruno no apartaba la vista de mi ropa interior.

Es que no tengo otras medias - le decía con cara de pena, dejé las medias en la cama y me fui al baño a terminar de arreglar.

Me puse mi ropa interior, el liguero, el vestido, me maquillé y me peiné.

Era mala, muy mala, quería dejar a Bruno con muchas ganas.

El seguía acostado en la cama, no había cambiado su posición, me acerque al borde de la cama, y cogí una media, mi pierna subió al colchón y empecé muy suavemente a desenrollar la media por mi pierna, delicadamente, terminando en mi muslo, miré a Bruno, con cara perversa y empecé a sujetar la media con las tiras del liguero, e hice lo mismo con mi otra pierna.

De vez en cuando miraba a Bruno, notaba como su pecho bajaba y subía más rápidamente, observé su pantalón y la verdad es que cada vez su excitación era más abultada, mis hormonas se pusieron en marcha, en ese momento hubiera hecho el amor con él, cierra los ojos, Ari, pensaba, cierra y relájate.

Me senté dándole la espalda y me puse los botines.

Buenos te mando un mensaje, cuando venga al hotel - me acerqué a él, me pensaba que iba a hacer lo posible para no dejarme salir, pero ante mi sorpresa, nos dimos un beso y me fui de la habitación.

OTRO CAPITULO¡¡¡ COMO PUEDE AGUANTAR ARIADNA, Y COMO PROVOCA A BRUNO¡¡¡ BRUNO ESTA ENFADADO CON ARIADNA, Y ELLA CON EL, COMO SOLUCIONARAN SUS PROBLEMAS?? ESPERO VUESTROS COMENTARIOS, ESPERO QUE OS GUSTE Y OS ENGANCHE.

MIL GRACIAS COMO SIEMPRE POR ESTAR CONMIGO.

Bruno mi pasión 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora