Bruno mi pasión 2

Capítulo 88

Qué hago? - me preguntó Bruno, tenía la cara descompuesta.

En un principio relajarte - le miré y le di un beso, vi como tragaba y me afirmó con la cabeza - en la habitación de las niñas hay una bolsa de tela blanca, encima de la cómoda, eso es lo que tenemos que llevar, debajo de la bolsa hay una carpeta, son las dos cosas que tienes que coger - intentaba decir las cosas claras, no quería volverlas a repetirlas.

Vale - me dio un beso y se fue corriendo al cuarto, mientras que mis dolores empezaron a ser más fuertes, vino al instante al comedor, mientras que yo me iba hacia la habitación.

Dónde vas? - me preguntó mientras dio un giro de caderas y se fue detrás de mí.

Estoy mojada - le decía.

En otra situación me hubiera encantado escuchar estas palabras - me giré y le miré, mi cara no debía de ser de buenos amigos, porque al momento captó que mi cuerpo no estaba para bromas.

Me cambié como pude, cada vez los dolores eran más fuertes, Bruno me dio la mano, se puso la bolsa en el hombro y la carpeta en el brazo y nos fuimos hacia el coche.

Bruno ve despacio, a ver si vamos a tener un accidente ahora - le sugería, la verdad es que su forma de conducir nunca había sido muy tranquila, pero esta vez veía peligros por todas partes.

Al fin llegamos al hospital - espera no salgas - Bruno salió, vino corriendo a ayudarme salir - te duele mucho? - yo negué con la cabeza, no quería preocuparle - menos mal, porque si no cuando salgan ya estarán castigadas - Bruno me guiñó el ojo, yo suspiré, intenté mirarle con mala cara, pero era imposible, no tuve más remedio que sonreírle.

Ya estábamos en la recepción y al verme venir la enfermera ya vino para ponerme en una silla de ruedas, y llevarme a la habitación mientras que Bruno se quedaba en recepción haciendo mi ingreso. A los pocos minutos Bruno ya estaba conmigo.

Hola - entró mi ginecóloga, me sonreía, pero yo no podía poner la misma cara, cada vez notaba que las niñas tenían más ganas de venir, me realizó la exploración, levantó la mirada - bueno chicos, preparados para ver a las niñas?

Bruno y yo nos miramos, hacía tiempo que ya estábamos preparados para ver sus caritas - Pero yo quiero epidural¡ - le decía.

Lo siento Ari, ya estás demasiado dilatada, no podemos ponértela - yo suspiré y cogí fuerzas, podría con eso y con más - en nada te llevaremos al quirófano, así que intenta relajarte y si quieres algo toca el botón - miró a Bruno por si no había entendido algo, el afirmó varias veces.

Bruno y yo nos quedamos solos, se dio la vuelta y cogió el taburete que había delante de la butaca, la acercó a mi cama y se sentó cerca de mí, su cara estaba a la altura de la mía, me cogió de la mano - todo irá bien - me sonrió, en ese momento me vino una contracción y mi mano agarró con fuerza su mano, y apreté - joder Ari - Bruno ponía cara de aguantar el dolor.

Lo siento - le dije.

No, tu aprieta, yo aguanto, soy un macho, lo que pasa es que me ha venido de imprevisto - se acercó a mis labios y me besó.

Te puedo pedir una cosa? - Bruno afirmó.

Me haces un masaje en los riñones, por favor, o por lo menos aprieta o haz que se me pase el dolor - Bruno no tardó ni dos segundos estar detrás de mí, sus manos tocaron mi cuerpo y poco a poco encontré alivio a mi constante dolor - no pares, no pares, por favor - le suplicaba.

Ufff - Bruno suspiraba.

Te sucede algo? - le preguntaba, no le veía, por lo que no sabía si algo le estaba sucediendo.