Capítulo 95

703 36 15
                                    

Mi cuerpo empezó a moverse, de espaldas a él, bajaba suavemente, mientras mis manos tocaban mi cuerpo, mis caderas no habían perdido ritmo, la música sonaba, y mi cuerpo, no paraba de excitar a Bruno, no lo veía pero lo intuía, bajé hasta el suelo, para luego subir despacio, estiré mis piernas, haciendo que mi trasero, fuera lo único que se viera, mis manos acariciaban mis muslos, elevando el picardía, dejando ver parte de mi piel, dejando al descubierto parte de mi culo - joder, Ari, treinta días, como sigas así, me corro sólo mirándote - me di la vuelta, Bruno estaba con la almohada en la cara, un ojo destapado para no perderse detalle, veía como sus dedos aprisionaban la tela, me mordí el labio con ansia, yo también estaba al límite, viéndolo así, pero iba a terminar la canción, ahora bailaba sin apartar mi mirada de la suya, mi cuerpo se curvaba, se movía, se excitaba sólo, mis manos cogieron el final de la lencería y poco a poco la iba subiendo, poco a poco Bruno veía mi piel, mi cuerpo totalmente desnudo, hasta que me lo quité por completo.

Bruno se levantó, se puso de rodillas en el colchón y me agarró del brazo, con un golpe secó me derrumbe encima de él - ya está bien de ponerme malo - me dijo y su boca me besó, sus besos ardían, su lengua entró en ella, sin permiso, estaba poseído, estaba ansioso por tenerme - poco a poco, no? - Yo afirmaba con la cabeza - hoy jugaremos, vale? - yo estaba todo el tiempo afirmando, no iba a negarme a nada, quería jugar, pues esa noche jugaríamos, esa noche íbamos a estar como hace treinta días, comiéndonos.

Bruno me llevaba hasta el cabecero de la cama - jugamos contigo primero? - mis labios fueron a los suyos, quería besarle, no quería separarme de sus labios, y él no me los negaba, al contrario, seguimos besándonos largo rato, mientras sus manos bajaban por mi espalda, nuestra respiración iba a más, mi pierna se elevó colocándola encima de su muslo - joder - suspiraba, su mano bajó y apretó mi trasero, sus dedos fueron hacía mi excitación, rozando un poco, mi mano bajó hasta su miembro, mi pierna intentaba bajar su calzoncillo, poco a poco lo conseguía, haciendo que su miembro, duro, quedara visible, quedando fácil para mi mano que iba hacía el, mi mano lo agarró con fuerza, subiendo y bajando, nuestros cuerpos se iban moviendo, cada vez más y más.

Bruno se puso encima de mí, su boca bajó hasta mis pechos, pasando por mi cuello, mordiendo, succionando, mientras que mis gemidos y jadeos iban a más, intentándome controlar, intentando no despertar a las niñas, no quería que nadie ni nada, interrumpiera ese momento, lamió mi pezón derecho, mientras que con su mano acariciaba el otro, sus labios cogieron mi pezón y empezó a estirar, mis manos agarraron la almohada, mis dedos se clavaban allí con fuerza, controlando el placer - Bruno - mi voz salía sin fuerza, suspiraba más de la cuenta, treinta días, sin notar esa sensación, la echaba tanto de menos, echaba tanto de menos a mi marido, al hombre que tanto deseaba cada día.

Su lengua empezó a lamer haciendo una línea de besos, de mordiscos, de succiones desde mi pecho hasta mi vientre, Bruno elevaba su mirada, para ver lo excitada que estaba - uff - suspiraba, su lengua volvió a salir para lamer mi ombligo, jugar con el, sus manos bajaron hasta mis muslos y apretó mi piel, clavando sus dedos, con ansia, con rabia.

Preparada - me decía.

Bruno, no preguntes - le decía, poco a poco su lengua volvió a salir, esta vez en mi sexo, su cabeza hacía que mis piernas se abrieran más, mucho más que antes.

Me encanta lo húmeda que estás - su voz me excitaba, y su dedo empezó a entrar poco a poco dentro de mí - si te duele me avisas, empezamos con esto y otro día .... - me decía.

Yo le corté - Bruno, joder, no me lo narres - le gritaba.

Perdona - su lengua salió y esta vez, no podía contenerme, esta vez no iba lenta, se movía ansiosa por mi placer, mis caderas se movían más que nunca.

Bruno poco a poco se iba moviendo, subiendo hacía mí, dejando su cuerpo de lado su cabeza estaba en mi sexo, me puse de lado, agarré su miembro y empecé a jugar con él, los dos nos estábamos dando placer al mismo tiempo, mi boca y la suya lamían nuestra excitación.

Mi lengua salió ansiosa de él, entrando todo dentro de ella, empecé a escuchar los gemidos de Bruno, sus jadeos, sus suspiros iban a más cada vez, igual que los míos, sus dedos entraba y salía de dentro de mí, su lengua no paraba de darme placer.

Mis manos iban al mismo compás, bajando a sus huevos, acariciándolos, poco a poco mi excitación fue a más, Bruno no paraba de lamerle, su dedo jugaban en mi interior, no podía contenerme más, no podía aguantar y llegué a mi máximo, llegué al orgasmo, y estallé en placer, mis dientes se juntaron con fuerza, - Bruno, Bruno, Bruno, Bruno - decía, intentando no gritar, intentando contener mi ansia.

Hacia tanto tiempo que quería escuchar eso - me decía mientras mi cuerpo temblaba, mientras mi cuerpo no se controlaba.

Mis manos agarraron con fuerza su miembro subiendo y bajando, con rapidez, entró en mi boca otra vez, ahora sólo me centraba en darle placer a él, sus caderas no paraban de acompañar mis movimientos - Asi, Ari, Asi - me decía, no paraba de jugar, no paraba de succionar, de lamer y acariciar la excitación de mi marido, - joder, joder, sigue, no pares, joder, así, - me repetía, mientras se corría en mi boca, mientras su placer se desbordaba en mi interior, mi lengua seguía lamiendo, seguía poco a poco dándole placer, - dios, para, para, para, no lamas, no - estaba sensible, y paré - uffff - sus manos cubrían su cara - dios, como lo echaba de menos - susurraba.

Ven - me decía y me fui a los pies de la cama, mis codos los apoyé entre su cabeza, y empezamos a besarnos, Bruno con sus manos acariciaba mi espalda - te ha dolido? - me preguntaba, mientras yo negaba con la cabeza, sin apartar mis labios de los suyos - la próxima más - yo hacía un pequeño ruidito, pero seguía besándolo - Ari, te has quedado con ganas de más? - me preguntaba, en ese momento me separé de sus labios, y afirmé - pues entonces mañana más.

Te ha gustado? - le pregunté.

Claro, tenía tantas ganas de volver a estar así contigo, me ha encantado - su cuerpo se dio la vuelta dejándome debajo de él. - Te quiero - nos volvimos a besar, parecía que esperar a mañana no iba a ser posible, nuestros besos empezaron a ser con más pasión, con ganas de más, pero nos interrumpieron los llantos de las niñas.

Ya voy yo - le dije, resignada, mientras Bruno resoplaba.

Tápate que las niñas se van a escandalizar, al verte así, y te van a preguntar que estabas haciendo¡ - le guiñé el ojo, mientras me fui desnuda a la habitación de las lloronas.

OTRO CAPITULO¡ BRUNO Y ARI, EMPIEZAN A SER YA PAREJA EN SUS NOCHES, ESPERO QUE OS ESTE GUSTANDO, ESPERO QUE AUNQUE POR AHORA NO HAYA MUCHA INTRIGA, LOS CAPITULOS OS ATRAIGAN.

ESPERO VUESTROS COMENTARIOS, OPINIONES. ETC, YA SABEIS QUE ME MOTIVAIS.

MIL GRACIAS POR ESTAR CONMIGO.

Bruno mi pasión 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora