《 16 》

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Ojitos cerrándose debido a la hora que era, cabeceaba un poco intentando con todas sus fuerzas el no quedarse dormido para poder terminar de ver la película que su daddy y el estaban viendo. Taehyung sonrió enternecido al ver la escena, él omega se encontraba recargado en su pecho, lograba ver cómo sus ojos se cerraban de a poco y su respiración se hacía más calmada.

—Kookie, vamos a la cama. —El menor gruño como si estuviera haciendo un berrinche de niño pequeño a lo que el alfa rió, con sumo cuidado lo aparto de su cuerpo y luego lo cargo estilo nupcial.

Tras dejar al omega entre sus mantas, profundamente dormido se dio a la tarea de ir a su habitación para investigar un poco sobre ese sujeto, si era cliente frecuente del cabaret seguramente la gente ahí lo reconocería sin problema alguno. Miro la hora en su teléfono móvil, exactamente las 12 con 39 minutos.

Rebuscó en sus contactos hasta dar con el de la pelirroja que en ese momento quería, está respondió al segundo timbre como si estuviera pendiente de su móvil.

Taehyunie, hacia mucho no recibía una llamada tuya

El alfa suspiro ignorando el tono coqueto que la beta empleo.

—Necesito que me digas si ubicas como cliente frecuente a un sujeto que estuvo con Jungkook...

Taehyung escucho un suspiro al otro lado de la línea, seguramente Jiwon esperaba que le llamara para otra cosa. Esa chica no comprendía que no era de su interés.

No es muy difícil, solo un hombre estuvo con él antes de que te lo llevarás... y si, lo conozco.

—Avísame cuando esté ahí, tengo un asunto pendiente con el.

Usualmente viene los fines de semana y tienes suerte, la mayoría de las veces lo atiendo yo

¡Wow!, yo no te pedí ese detalle... solo avísame, ¿ok?

Espero la respuesta de la pelirroja la cual fue afirmativa, se despidió y colgó dejando a Jiwon con una enorme expresión de frustración dibujada en su blanquecina piel, sin embargo también llegó a la conclusión de que a como diera lugar debía atrapar a Kim Taehyung. Sería suyo y lo primero era quitar de en medio a Jeon Jungkook.

Por su parte el alfa de cabellera platinada daba vueltas en la cama intentando dormir sin tener éxito alguno, su alfa estaba inquieto ya que no sentía a Jungkook cerca, soltó un suspiro y sabiendas de que no podría dormir tranquilo a menos que estuviera cerca del omega, se levanto de la cama y camino descalzo hasta la habitación del peli-rosa.

Abrió la puerta con sigilo intentando no hacer ruido para no despertar al menor que apenas y se veía entre las sábanas y cobijas que tenía encima, Taehyung camino hasta él omega y se colocó a su lado levantando las cobijas para poder meterse entre ellas. Sonrió enternecido cuando se dio cuenta que el pequeño omega dormía abrazado al peluche de conejo.

—¿Quien te dio permiso de entrar a mi vida e irte robando poco a poco mi cariño? —El alfa abrazo a quien siempre apodaría "su bebé", adoptando una posición de cucharita, dejó un suave beso sobre la mejilla del chico quien se removió entre sus brazos y siguió durmiendo como si nada. Taehyung recapituló lo que había sucedido durante ese lapso de tiempo y sonrió. —¡Oh!, es cierto, fui yo quien te dio permiso... yo que cumpliéndome un capricho encontré un tesoro.

Sus palabras salían como suaves susurros mientras acomodaba su rostro entre el cuello del omega, sintió su lobo regocijarse de felicidad y entrar en completa calma. Cerró los ojos y su respiración se hizo más calmada hasta que su cuerpo se hizo pesado y cayó en los brazos de Morfeo.

Jungkook no acostumbraba a dormir con alguien pues solía ser bastante inquieto sin embargo cada vez que dormía con Taehyung su cuerpo se llenaba de una calma indescriptible y pareciera que se amoldaba totalmente a los brazos del alfa. Aún estando dormido pudo percibir el aroma de Taehyung demasiado cerca suyo por eso su lobo se tranquilizó y entró en un sueño aún más profundo.

Pudo percibir que ya era momento de dejar la cama, no precisamente por rayos del sol golpeando su rostro, no... fue porque su cuerpo ya no resistía seguir en el colchón, necesitaba estirarse pero un fuerte brazo sostenía su cintura pegándolo a un pecho firme. Sonrió en seguida al saber de quién se trataba y soltó su peluche para poder girarse y quedar de frente a él.

Sus ojos se encontraban cerrados, sus labios de igual forma dejando una línea recta, respiraba con tanta calma y tranquilidad que Jungkook ya no quería moverse para no arruinar ese momento, pudo apreciar con más calma y de mejor manera las facciones del alfa... sin duda parecía haber sido hecho por manos maestras, un rostro como el suyo debía ser plasmado en un lienzo. Quizás el debería hacerlo, después de todo siempre quiso encontrar su inspiración para explotar su talento y ahora ahí tenía dicha inspiración, durmiendo cuál ángel y ajeno a lo que pasaba por la mente del omega.

—Mmh Kookie, bebé deja de observarme que me empiezo a sonrojar —La voz ronca de Taehyung al despertar sin duda era una de las cosas que Jungkook quería escuchar toda la jodida vida, era simplemente demasiado sexy para este mundo.

—No podría dejar de observarte, la culpa la tienes tú por ser tan guapo daddy —El omega dejó varios besos cortos en los labios de Taehyung quién sonrió al sentir cada uno de los mismos, acaricio con ternura la pequeña cintura del peli-rosa y dejó un beso en su frente y otro en su nariz.

Ambas miradas se conectaron y se quedaron así por unos segundos o minutos, quién sabe, la verdad es que uno ignora el paso del tiempo cuando se pierde en la mirada correcta.

–Me encantaría quedarme todo el tiempo aquí a tu lado, pero creo que lo mejor es levantarnos de una vez —El alfa dejó un beso sobre la frente de Jungkook que sonreía bobamente.

—¿Por qué?, ¿tienes algo qué hacer? —Indagó con curiosidad mientras se sentaba sobre la cama observando a un despeinado Taehyung que caminaba estirando sus músculos hacia el baño.

—Si, debo reunirme con mi padre y con su socio, llevó todo el asunto de finanzas respecto a los casinos y el cabaret por esta razón cada cierto tiempo les entregó un informe detallado —El omega asintió, siempre pensó que el padre de Taehyung era el único dueño de esos lugares, sin embargo ahora veía que no era así.

Y como ya sabia, descubrió que el alfa era excelente si de números de trataba.

—¿Podría acompañarte? —Preguntó esperando una respuesta positiva, cada vez que se quedaba solo se sentía inquieto.

—No quiero que te aburras bebé —Respondió el peli-plata mientras lavaba su rostro con agua fría para despertar por completo —Solo espérame aquí, puedes ver películas, jugar videojuegos... incluso podrías dibujar y mostrarme que tan bueno eres en ello.

Él omega asintió sin muchas ganas y suspiro suavemente.

Después de haber desayunado juntos Taehyung salió de casa y el pequeño de ojos negros se quedó en la sala, sentado en la alfombra con su bloc en las piernas y un simple lápiz...

Quizás quedarse solo lo ayudaría a concentrarse mejor.

You can be the boss, Daddy. [Vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora