Cuando amaneció Jungkook se encontraba perfectamente arropado en la cama, debía admitir que aunque estuvo llorando por un rato había dormido bastante bien. Siempre pensó que cuando durmiera bajo el mismo techo que un alfa dormirá entre sus brazos y este lo despertaría con mimos y besitos, pero eso no era así y quien sabe si lo sería.Mientras tanto el peli-plata se encontraba vistiéndose luego de haberse dado una ducha, llevaba puesto un pantalón deportivo negro y una camisa en cuello v de color blanco. De pronto sus pensamientos fueron invadidos por la imagen de cierto chico cuyo aroma a algodón de azúcar lo estaba volviendo loco, usualmente el aroma dulzón de los omegas lo mareaba, le desesperaba... pero el aroma de Jungkook, simplemente le recordaba los parques de diversiones que visitaba cuando pequeño, le recordaba la inocencia de un cachorro.
Camino hasta la habitación de Jungkook a la cual entró sin siquiera molestarse en tocar, su lindo bebé se encontraba sentado en la cama recién tendida. Se relamió los labios al verlo, ese suéter negro le quedaba largo, lo bastante como para llegar hasta sus muslos y esas medias... joder, perdería el control en cualquier momento.
Jungkook se sobresaltó cuando la puerta se abrió, ahí estaba el portante de ese aroma exquisito, su parte humana estaba tratando de resistirse pues no quería que ningún alfa arrogante y asqueroso lo tocara nuevamente pero su lobo... ese se estaba volviendo loco con solamente tener a ese alfa cerca, estaba curioso por saber más sobre juego que el alfa había empezado.
—Y-yo, no tenía otra ropa... espero que no te moleste que use esto —Dijo tímidamente tratando de cubrir lo poco de su piel que quedaba al descubierto
—No me molesta, de hecho me gustaría más que en este momento estuvieras desnudo, pero debo conformarme —Le guiño un ojo a modo de coqueteo y Jungkook... bueno, Jungkook quiso abofetearlo por ese comentario. —Saldré un par de horas, mientras tanto espérame en la casa.
El peli-plata se fue, escucho cuando la puerta principal se había cerrado y aunque había dicho que ocuparía la más pequeña oportunidad para escapar, por alguna razón no podía o más bien no quería hacerlo, su omega se sentía extrañamente tranquilo cuando el alfa estaba cerca, se sentía bien en ese lugar. Lo único malo es que sabía que Taehyung era un chico mimado, acostumbrado a tener siempre lo que quería y por ende el no era más que un capricho para el mayor.
Suspiro con un poco de pesadez y se levanto de la cama para luego salir del cuarto y así bajar las escaleras, buscaría algo para desayunar y después quizás vería alguna película.
Se encontraba sentado frente a la barra de mármol que Taehyung tenía en lugar de un comedor tradicional y comenzó a comer un poco de los cereales con leche que había puesto en el tazón. De la nada la puerta se abrió de golpe y por esta entró un pelinegro que ni siquiera se percató de que había alguien más ahí. Era un omega, Jungkook lo supo por su dulce aroma a lirios.
—¿Y tú quién eres? —Preguntó el mayor entre ambos cuando se percató de la presencia del pequeño peli-rosa. —De seguro otro amigo de mi hijo, ese chico no aprende
—Mi nombre es Jungkook... —Se presentó el chico tratando de ocultar el tenue color carmesí que se había apoderado de sus mejillas, ¿Que se supone que debía decir ahora?, "Hola, su hijo es mi daddy, nada fuera de lo normal".
—Aigoo, que ternura —El pelinegro se acercó al menor y apretó un poco una de sus mejillas ignorando ese gruñido de incomodidad. —Yo soy Seokjin, el papá de Taehyung. ¿Donde está por cierto?
—Dijo que saldría un par de horas, no me mencionó a donde...
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Jungkook esperaba que el mayor se fuera en cuanto le dijo que su hijo no estaba, sin embargo este se quedó porque, según argumentó, quería conocer mejor a la pareja de su hijo. ¡Pero el ni siquiera era pareja de Taehyung!, ¡Apenas y lo conocía!
—Bebé, daddy está en casa —En cuanto escucho que Taehyung llegaba y decía aquello su rostro se tiñó de rojo, ¿acaso ese juego tenía que seguir aún con su papa en casa?
—¿Daddy? —La expresión del peli-plata al girarse y ver a su papá ahí fue una de total sorpresa, comenzó a balbucear cosas sin sentido, fue ahí donde Jungkook supo que sus padres no estaban al tanto de sus... costumbres raras. —No sabía que fueras un fetichista, TaeTae
—Aigoo, papá ya no soy niño deja de llamarme TaeTae —El chico se quejó y rodo los ojos caminando hasta el sillón, se sentó a un lado de Jungkook y lo tomo de la cintura.
—¡Calla!, tú siempre serás mi cachorro —Jungkook no pudo evitarlo y soltó una pequeña risita debido a eso cosa que hizo que Taehyung lo mirara mal.
—Como sea... ¿Que te trae por aquí?
—Bueno, quería estar seguro de que no estás comiendo esas comidas instantáneas que para nada te hacen bien y me encontré con ese chico. ¿hay algo que quieras contarme? —El mayor se cruzó de brazos
—Pues es mi omega, ¿tiene algo de malo? —Jungkook reprimió esa emoción extraña que sintió cuando dijo "mi omega", claramente era su tonto lobo que se había dejado deslumbrar por el alfa imponente de Taehyung.
—Ya, pero no nos habías hablado de él. ¿Donde lo conociste?, ¿Cuando tiempo tienen juntos? Y... ¿Por que debe llamarte daddy? —Taehyung suspiro un poco cansado
—Lo conocí en el cabaret de mi padre —Los ojos de Seokjin se abrieron como platos, en definitiva su esposo no estaría de acuerdo con eso —Desde anoche y las costumbres que yo tenga con el no debe ser asunto tuyo —Levanto una ceja
—A ver a ver, explícame bien cómo está todo este asunto
—Lo compre papá, es uno de los omegas que subastaron anoche —Encogió los hombros restándole importancia al asunto.
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You can be the boss, Daddy. [Vkook]
Fiksi PenggemarQuién diría que lo que empezó como la peor de sus pesadillas acabo por ser la mejor de sus fantasías. "-Tómame Daddy... hazlo ahora, pero que sea lento, necesito guardar en mi memoria cada uno de tus gestos, cada sonido saliendo de tus labios... nec...