《 23 》

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Una vez que acomodaron su ropa ambos chicos volvieron al interior de la casa, Jungkook con un enorme sonrojo porque cabía la posibilidad de que alguno de hubiera dado cuenta de lo que había pasado allá afuera, y Taehyung con una sonrisa de oreja a oreja porque estaba feliz por el solo hecho de tener a Jungkook a su lado.

—Mira Joonie tú hijo parece haber recapacitado —Seokjin quién iba del brazo de su esposo sonrió al ver a Jungkook y su hijo en una esquina de la casa. El alfa de cabellera platinada se encontraba dándole de beber de su copa al omega que hacía gestos graciosos debido a su poca tolerancia al alcohol. Ambos sonreían y al ver a su hijo tan feliz sus padres también lo estaban.

—¿Recuerdas cuan celoso era yo cuando te estaba cortejando? —El peli-negro comenzó a reír asintiendo un par de veces al recordar todas esas escenas de celos que su esposo le había hecho.

—Ni hablar cuando ya me habías marcado, Taehyung es tan celoso como tú —La pareja hubiera seguido comentando sobre su hijo de no haber sido porque tenían que seguir atendiendo a los invitados y porque el momento del típico discurso se acercó.


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Jungkook estaba plácidamente dormido en el asiento del copiloto, su alfa había cubierto su menudo cuerpo con su propio saco quedando el en la simpleza de su camisa blanca. Había presentado a Jungkook como su novio y recibieron varias felicitaciones. Tras pararse en un semáforo rojo Taehyung aprovechó para darle una rápida mirada al omega que dormía con un pequeño hilo de saliva en la comisura de sus labios. El alfa sonrió de forma ladina y llevó su mano derecha hasta la mejilla del menor acariciando está suavemente, pasando el pulgar con delicadeza por encima de la pequeña cicatriz que el menor tenía en esa zona.

Parecía un ángel mientras dormía. Parecía ser tan frágil que le dio miedo dañarlo. Parecía tan inocente que por un momento pensó que el mismo se había encargado de ensuciar su mente con sus jugueteos.

Tras llegar a su casa bajó del auto y lo rodeó llegando a la puerta del copiloto, tomo a Jungkook entre sus brazos teniendo mucho cuidando de no despertarlo pues habría que confesar que al menor se le había pasado un poco la mano con las copas de "líquido con burbujitas", así que estaba un poco borracho por lo que le sería más conveniente permanecer dormido.

Cerró la puerta empujándola con el pie y camino hasta la puerta principal la cual abrió con demasiada dificultad pues no lograba atinar al cerrojo y tampoco quería que la llave se le fuera a caer o entonces si tendría que despertar al omega.

Con todo y los malabares que tuvo que hacer logró llegar hasta su propia habitación, ya no había porque dejar a Jungkook en una aparte siendo que habían compartido otros momentos íntimos, además de que había que aceptar que no dormía tranquilo debido a que su lobo le exigía la cercanía del menor.

Le quito los zapatos al igual que los pantalones y la camisa dejándolo en la simpleza de su ropa interior y el mismo se despojó de sus prendas quedando de la misma manera. Lo arropó hasta que solamente la cabeza de Jungkook se asomaba por debajo de las cobijas, se metió en la cama y lo abrazo adoptando una posición de cucharita en donde su rostro quedó oculto en el cuello del omega, para poder sentir su dulce aroma de mejor forma.

Al amanecer Jungkook tallo sus ojos hasta que logró acostumbrarse a la luz, miro a su al rededor dándose cuenta de que estaba en la habitación de Taehyung, sin embargo el no estaba. Se sentó recargando su espalda en la cabecera, estuvo así unos diez o quince minutos hasta que la puerta de la habitación se abrió y por esta entró un sonriente peli-plata con una bandeja en donde habían un par de cafés con decorado tierno, una caja con el mismo decorado y un hermoso ramo de tulipanes color rosa.

—Buenos días Kookie —El alfa dejó la bandeja sobre la mesita de noche que tenía a un lado de la cama y tomo los tulipanes, extendiéndolos de manera que el menor pudo tomarlos y llevarlos hasta su nariz buscando encontrar algún aroma.

—No tenias porque molestarte, pero son hermosos, Daddy —Iba a ser difícil dejar de usar el apodo, pero bueno, tampoco le incomodaba a ninguno de los dos.

—Las rosas siempre me han parecido demasiado clichés. Los tulipanes son sencillos y muy bonitos, como tú... —Jungkook se sonrojó y abultó los labios en dirección al alfa que entendió en seguida y se acercó para poder besarlo, al separarse de sus labios dejó un tierno beso en su frente aún sin que el menor abriera los ojos. Esa calidez en el pecho no tardó en hacerse presente.

—Gracias cielo, eres muy lindo —Cielo... casi tan inmenso como los sentimientos que florecían entre ambos. —¿Y eso? —Miro curioso los vasos y la cajita.

—Oh si, ambos son cafés, el tuyo es un capuchino con dos sobres de azúcar tal como te gusta. —Taehyung tomo el vaso con decorado de conejo y se lo entregó a su ahora novio, quien lo tomo y le dio un sorbo degustando el sabor a dulce y cafeína bajar por su garganta. —Y traje rosquillas, puedes tomar la de miel de maple o la de chocolate.

Taehyung si que había tenido otras parejas, pero por ninguna se había desvivido tanto como por su lindo chico de cabellos rosas.

Jungkook nunca antes había tenido una pareja, pero aún con lo poco común que fue su inicio, sabía que el chico de cabellos plateados era el indicado, aquel que hacía que su corazón se sintiera cálido.

Y sus lobos no podían estar más felices con eso.

🐰💕

Acabo de notar que llegue a 1k de votos, muchas gracias por el apoyo y dejar sus comentarios en cada capítulo. ¡Les quiero un montón! 🖤

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You can be the boss, Daddy. [Vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora