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—¿Si estás conciente de que mirar a alguien tanto tiempo y de una manera para nada discreta, puede considerarse acoso? —Interrumpió Park Jimin haciendo que la maravillosa, aunque ficticia, historia entre Kim Taehyung y yo quede sin el gran final con el que soñé toda la noche, o tal vez desde que ví ese maravilloso e indescriptible rostro perfecto. Al igual que a la mitad de chicas del instituto, Kim Taehyung me tiene a sus pies.

La idea de que esté enamorada del chico más atractivo y del cual no esté enterado en lo más mínimo de mi existencia; parece, suena, y tal vez sea un cliché. Lo sería aún más si mis estudios lo fueran todo para mí, en ese momento sería la nerd enamorada del bad boy del instituto, o tal vez lo fueron pero estoy segura de que sería alguien que Taehyung ignoraría más.

Cualquiera que se atreva a hablar de él, no dice mas que tan solo es perfecto en todos los sentidos existentes.

—No es acoso. Solo admiro lo indescriptible que es TaeTae. —Suspiré larga y profundamente. Jimin abriendo sus ojos de tal forma que dejaran de parecer ranuras de alcancía comenzó a negar con la cabeza.

—Por favor, jurame que no le dijiste “TaeTae” —Comenzó a reír, haciendo que sus ojos mágicamente desaperecieran. ¿Por qué sería acoso? Estoy segura de que Taehyung está totalmente acostumbrado a recibir al menos un millar de miradas al día. —Realmente estás pérdida, ¿Podrías concentrarte en otra cosa? Por favor.

—Concentrarme. —Asenté al mismo tiempo que él lo hizo. —¿Concentrarme en que? No puedo, solo tengo ojos, mente y corazón para él.

Jimin, suspiró junto conmigo, estoy segura de que ambos teníamos motivos diferentes para hacerlo.
Jamás agradecí tanto el hecho de haber crecido casi a la par de Park Jimin, ¿Quién diría que aquel niño de regordetas y tiernas mejillas se convertiría en un destacado deportista escolar, y en uno de los mejores amigos de Kim Taehyung?

Después de haber entrado al mismo instituto en el que estudia Jimin, comencé a percibir la existencia de Taehyung. Al momento de preguntar por él, Jimin no hizo más que evitar que alguna palabra se cruzara entre mi mas grande amor y yo. ¿La razón? Jimin dice que él no es el tipo de chico que necesito en mi vida, quizá el de ninguna chica; o eso dice él.

—¿Entrenarán hoy? —Traté de evitar su pequeño berrinche. Jimin encendió su celular y envió un mensaje, del cual recibiría pronta respuesta, después negó. —¿Qué hay de Taehyung? Dijiste que él entrenaría hasta tarde. —Sin que yo me diera cuenta, Taehyung comenzaba a ser de nuevo nuestro tema de conversación.

—Nunca dije eso. —Me miró con una mirada realmente acusadora, cierto, él no sabía que escuché su pequeña charla con él antes de entrar al aula. —En verdad, tienes problemas Park Yun. Taehyung recibe miles de miradas, es cierto; pero no creo que sea algo que él disfrute. ¿Tu lo harías? —Preguntó.

—Tú lo haces. —Reí con su expresión de sorpresa. Verdaderamente Jimin disfruta de su popularidad después de todos esos años trabajando en su ahora escultural cuerpo. Aunque para tener aquella magnífica figura, sus manos siguen siendo extremadamente tiernas.—En realidad, él no parece el tipo de chico al cual no le gusta que le admiren. —Jimin levantó sus hombros y asintió levemente con la cabeza.

—Eso solo lo sabe él, y creo que debe seguir siendo de esa manera.

¿Quien en su sano juicio no se permitiría ser admirado siendo perfectamente perfecto, y extrañamente diferente? Si algo caracterizaba a Kim Taehyung de una manera realmente descomunal, era su extravagante fama de ser lo más parecido a un alienígena.
Ese tan tonto apodo comenzó a sonar después de que aquella historia llegara a oídos vengativos; pero nadie, absolutamente nadie puede perjudicar a Kim Taehyung de ninguna manera, por lo tanto lo que en un principio comenzaba a ser un apodo con motivos tales como tratar de lastimar su autoestima, terminó por ser algo que exaltaba su gran condición física e inexplicable talento para todo; aunque no siempre era así.

𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐞𝐬𝐭𝐫𝐢𝐚𝐥. | 𝐊𝐓𝐇 ⌏ 𝐀𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora