❛❛ El universo entero te pertenece. ❞
Kim Taehyung no es quien todos aman, ni quien todos quieren tener cerca.
Park Yun, cree que Taehyung solo está siendo mal juzgado, por lo que, hace todo lo posible para captar la atención de éste y vi...
—¿Alguna vez has entendido para que funciona el verbo “To be”? —Preguntó el más bajo con carcajadas en medio de sus palabras. El pelirosa no se quedó atrás y también comenzó a reír ante tal pregunta.
A pocos metros de distancia de aquellos que no dejaban de reír por tan simple pregunta, estaba Yun, la chica de cabello castaño y ojos grandes teniendo una conversación con Taehyung, el rubio de ojos intimidantes y muy pésima fama; Jimin no estaba consiente, ni siquiera lo imaginaba, y eso le mataría de rabia.
—Escucha Jimin. —Habló Seokjin sin risas en sus palabras, obteniendo la atención de quien aún no paraba de reír. —¿Por qué estás tan obsesionado con hacer que Yun se alejé de Taehyung?
El de cabellos platinados dejó de reír de un segundo a otro, mostrando la mayor seriedad que puede tener en su rostro, habló: —Seokjin, no es fácil de explicar y tampoco quiero explicarlo. Solo te pido que comprendas que lo único que Taehyung puedo provocar en Yun es todo lo que ella no desea. —Seokjin con el libro que buscaba en sus manos miró analíticamente al menor hablar, y no pudo evitar pensar en lo que Jimin se niega a explicar.
Jimin, esperando que más preguntas sobre el tema cayeran sobre él, comenzó a caminar de vuelta a la mesa que habían elegido como suya durante su tiempo ahí.
El miedo a que su mejor amigo llegue y miré que Park Yun está justo con quién menos desea él que esté, desapareció al momento en el que Taehyung no dejó de hablar sobre lo mucho que ama a su cachorro.
El de cabellos platinados caminaba junto a quien miraba fijamente la serie de mensajes que comenzó a llegar a su celular. Seokjin por falta de confianza en quien tiene una buena relación con el piso, decidió detenerse para escribir una respuesta rápida a los mensajes tiernos de su novio.
—¿Alguna vez Namjoon y tú dejan de buscarse desesperadamente? —Preguntó Jimin con ojos sorprendidos al ver de reojo las respuestas que dió Seokjin.
El pelirosa un tanto sonrojado negó con la cabeza ante tal vergonzosa situación para él.
Taehyung seguía siendo el dueño de la atención, percepción del tiempo y el espacio de Park Yun, también es conciente de que Park Jimin en cualquier momento sería parte de la escena, y no sería necesariamente el personaje lleno de bondad y comprensión que muchas veces llega a ser, pero a él no le importaba mucho lo que Jimin dijera sobre tal situación.
—Namjoon es lo mejor que me ha pasado en mucho tiemp... Jimin, ¿Que tengo en el cabello? —Seokjin interrumpió tan dulces palabras que utilizaba para hablar sobre su novio con tal de hacer que Jimin pusiera su mirada en él.
—Cállate. —Habló ante la petición de Seokjin.
El de cabellos rosas, palideció al ver que aún si diera todo de él, no lograría quitar tal feroz mirada que Jimin enviaba a la chica de ojos grandes la cual no dejaba de suspirar frente al rubio de palabras hipnotizantes.
La mano de Seokjin tomó el hombro de Jimin, pero un milisegundo después la mano de éste se vio extendida al vacío.
—Jimin, por favor. Déjalos, por algo está él ahí. —Seokjin con tono serio trató de hacer que el de menos estatura dejara de dar tan acelerados pasos.
—Sí, está ahí para arruinar la existencia de Yun.
Seokjin soltó el aire que sus pulmones guardaban y Jimin pensaba en el millar de insultos que saldrán de su boca; en cambio, Taehyung no tenía mucho en la mente al tener tan lindos ojos solo para él.
—Taehyung. —La voz rompió la atmósfera que solo el rubio podía entender. Taehyung miró a Jimin con ojos que mostraba poca importancia a su voz, Yun también miró a Jimin, pero su mirada era totalmente diferente a la Taehyung; la de ella mostraba el sentimiento que todos expresamos al ser descubiertos haciendo algo que definitivamente no debíamos.
La mirada de Taehyung nunca se retiró de la Jimin, ni siquiera de vió un poco débil; después de segundos sin palabras por ninguno de los lados, el de piel canela se levantó y sin una mirada hacia Yun, caminó fuera de la biblioteca.
Park Yun miró con pena a Jimin, y Seokjin miró con reprobación al de respiración rápida. Para Seokjin no había mucho sentido en todo esto, todos debíamos vivir un amor y un rompimiento, tanto como Jimin, como Yun, e incluso como el inigualable Taehyung.
—Estas en problemas, Park Yun. —Advirtió Jimin antes de salir en busca del rubio de piel canela.
Yun no sabía que pensar, decir o hacer. No debía porque estar en problemas, Taehyung también buscaba de ella, incluso a veces parecía que lo hacía más que ella misma.
El de hombros anchos se acercó a quien tenía tan confundida mirada, colocando el libro que buscaba hace minutos en la mesa, y tomó asiento justo donde Taehyung estaba: —No le hagas caso Yun, él está confundido. Cree que te protege pero solo evita que conozcas el dolor que debes conocer tarde o temprano.
Las palabras de Seokjin tenían mucho peso, aunque éste no debía caer sobre la chica que está a su lado, sino a quien corría hacia el baño en busca de Taehyung.
La puerta que daba entrada al baño golpeó contra la pared, pero Taehyung no se vió ni un poco asustado por el repentino ruido.
Sus manos se sacudían lentamente haciendo que el agua que las bañaba se secara conforme al movimiento repetitivo.
—¡Jimin! —Sonrió con sarcasmo. —¿Por qué tan molesto? Romperas la puerta y tu tío hará que pagues por ello.
La mandíbula tensada de Jimin estaba a pocos segundos de romperse por tal presión. Taehyung sin expresiones aún en su perfecto rostro miró sus manos ya secas buscando alguna imperfección inexistente:—¿Te vas a quedar ahí? Porque yo debo ir a clase. —Sus pasos comenzaron a existir pero inmediatamente fueron interrumpidos por quien seguía en la entrada.
—Te dije que te alejaras de ella. —Reclamó por fin Jimin.
—No, dijiste que no me metiera con ella. Además, no la busqué, ni ella a mí; fue una coincidencia. —El ojo izquierdo de Taehyung se atrevió a guiñar, provocando que las manos de quién le miraba ahora estuvieran a centímetros de golpear su rostro.
—Taehyung, lo digo en serio, aléjate de ella. Ella no te necesita, deja de meter esa idea en su mente.
La sonrisa de Taehyung volvió a sus labios después de que el pequeño puño de Jimin se alejara de él: —¿Por qué debería? Ella es encantadora. —Las últimas palabras de Taehyung fueron esas, después de aquellas tomó camino hacia la salida.
—¡Por qué eres un maldito fenómeno, Taehyung!
El grito de Jimin detuvo casí por inercia los pasos de Taehyung, quitando además la sonrisa que había decidido tomar éste.
—Dices serlo, pero ambos sabemos que, humano no eres, Taehyung.
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